Crisis en el arte: “Los artistas siguen generando, produciendo, sosteniendo y resistiendo”

Crisis en el arte: “Los artistas siguen generando, produciendo, sosteniendo y resistiendo”

El Instituto Nacional de Teatro recibió uin aporte especial de $91 millones del Tesoro general para apoyar a las salas. Uano elogia a los creadores.

PRINCIPAL RESPONSABLE. Desde el Instituto Nacional de Teatro, Gustavo Uano alerta sobre un 2021 tormentoso. PRINCIPAL RESPONSABLE. Desde el Instituto Nacional de Teatro, Gustavo Uano alerta sobre un 2021 tormentoso.

El Instituto Nacional de Teatro (INT) se consolida como el principal soporte económico de la actividad independiente en el país, acuciada por la crisis y en instancia de lucha por la reapertura de salas para poder dar clases y funciones.

El lanzamiento de la cuarta etapa del Plan Podestá (Preservación Operativa de Elencos, Salas y Teatristas Argentinos) llega con un fundamental refuerzo de partidas: desde el Tesoro Nacional se libraron $91 millones. El monto será destinado al sostenimiento de 481 teatros, fuertemente afectadas desde el inicio de la pandemia, ya que desde marzo están cerrados.

La distribución geográfica del mapa de los espacios que serán beneficiados hace que más de la mitad, 249 salas, correspondan a la región Centro, seguida por Litoral con 82. El NOA aparece en el tercer lugar de la grilla de sitios a ser beneficiadas, con 49 inmuebles, y más atrás se encolumnan Patagonia (42), NEA (35) y Cuyo (24). Aún no hay un detalle de cuántos subsidios habrá para cada provincia ni su monto.

“Este aporte implica la presencia perseverante del Estado, que nuevamente comienza a recuperar funciones. Ratifica el compromiso de que la cultura es una prioridad nacional a pesar de la emergencia pandémica. Se expresa además en la lectura de una coyuntura compleja que impacta de manera muy negativa en el sector de las artes escénicas y es un reconocimiento a la política que venimos desarrollando con el Consejo de Dirección”, destaca el director ejecutivo del INT, Gustavo Uano.

En diálogo con LA GACETA, el teatrista mendocino resalta que el auxilio económico posibilitará “una perspectiva diferente, sinérgica y productiva, para aumentar el alcance de los beneficios que ofrece el INT en todo el país”. “En una primera instancia se flexibilizaron los procesos de tramitación de subsidios y rendiciones, a la par del sostenimiento a producciones y espacios escénicos. Durante la segunda y la tercera fase, las medidas se orientaron a buscar respuestas asistenciales específicas por región. Y en este nuevo tramo, se trabaja en clave productiva o de reactivación, dentro de una situación de extrema fragilidad”, advierte.

- ¿Cuánto será el presupuesto total que dispondrá en este año el INT?

- El presupuesto general, de todas las líneas para apoyos, aportes, becas y subsidios de 2020, va estar en el orden de los $380 millones. Respecto al plan Podestá estamos sumando el aporte extraordinario gestionado y obtenido por el ministro de Cultura, Tristán Bauer, más los $108 millones que ya hemos reservado.

- ¿La distribución secundaria de este nuevo dinero la determinará cada representación territorial? ¿Habrá pautas generales, y sobre qué principios?

- Los recursos se distribuyen en un gran porcentaje con criterios nacionales, sobre todo los que tienen que ver con los proyectos colectivos. Respecto a las líneas regionales hay un acuerdo central de pautas a cumplir, aunque luego la forma que adopte cada una de las convocatorias por zona específica es trabajada a nivel interno con diagnósticos y prioridades en base a las necesidades estratégicas de cada lugar.

- ¿Se contempla la compra de espacios, pedido recurrente de los grupos que alquilan sala como la Sala Ross en Tucumán?

- No, pero este dinero extra nos ayuda a liberar algunos recursos para el avance y la conclusión de proyectos de infraestructura iniciados con anterioridad a la crisis y que, por diversas razones, habían quedado postergados o inconclusos. A pesar de la contingencia, vamos a lograr concluir obras e inaugurar espacios en lo que queda del año.

- ¿Cómo evalúas la respuesta del colectivo teatral en la emergencia?

- Ha sido formidable y épica, en concordancia con los valores que han destacado al teatro independiente argentino desde sus inicios. Asistimos al acompañamiento resiliente y solidario en un marco de mucha impotencia por un proceso ajeno a nuestra voluntad. Se han respetado todas las recomendaciones de las autoridades; se generaron redes de apoyo y asistencia para los que la están pasando peor; han permanecido en estado de movilización y proposición permanente, trabajando en protocolos y acciones, pese a que se enfrentan cotidianamente con un sinnúmero de dificultades. La actividad ha tenido que absorber fuerte el impacto de la pandemia, pero incluso en parálisis no se ha detenido, sino que generó anticuerpos para enfrentar adversidades. Nos llegan proyectos e iniciativas de manera permanente.

- El hecho teatral está afectado...

- El hecho teatral, tal como lo conocíamos, no se está dando en ese aquí y ahora presencial que lo convierte en un fenómeno único e irrepetible. Pero nuestros artistas siguen generando, produciendo, sosteniendo y resistiendo, buscando en los intersticios de la pandemia seguir creando. La fuente de ingresos por venta de entradas, dictado de clases y talleres y contratación de funciones por parte del Estado o desde el sector privado, desapareció abruptamente y no dejó margen de maniobra. Los diferentes organismos de la cultura nacional, incluyendo el INT, no escaparon a esta realidad. Al inicio de la gestión nuestros esfuerzos se enfocaban en metas muy diferentes, en medio de una crisis económica y de gestión, a las que se sumaron los desafios de la pandemia. Hubo primero una reacción al shock y luego se trató de develar las lógicas propias.

- ¿Tienen una estadística de cantidad de salas que cerraron en estos meses?

- No la tenemos, pero sí hay un relevamiento del Podestá que asistió a 560 espacios escénicos de todo el país. Sabemos que la mayoría de los espacios teatrales han sufrido dificultades para permanecer abiertos o disponibles para cuando la situación sanitaria nos permita volver a la actividad, y que logramos colaborar evitando su cierre en cadena. Hay un enorme esfuerzo del Estado nacional, que no permite por sí solo paliar el problema en su totalidad. Es necesario seguir trabajando en conjunto, aunar esfuerzos y no bajar los brazos.

- ¿Tienen alguna proyección de hasta cuándo seguirán cerrados los teatros?

- Lamentablemente el coronavirus no nos permite ser certeros en las proyecciones y entiendo que el regreso pleno dependerá, por lo menos para los espacios cerrados, de las garantías y la tranquilidad que nos puede ofrecer la llegada de la vacuna. Debemos mantener el estado de ánimo bien alto y las energías puestas en el trabajo para estar preparados para un comienzo de 2021 aún tormentoso. Nuestra tarea es fomentar la actividad con todas las herramientas, no solo con recursos económicos de coyuntura, sino con el plan de desarrollo que teníamos al asumir el cargo.

- ¿Hay alguna articulación entre el INT con direcciones de teatro de los entes culturales de cada provincia?

- Se lo hace por medio de convenios de cooperación mutua. La cantidad y el alcance de estos acuerdos varía según el interés expresado por cada ente provincial. Desde el INT, estamos siempre dispuestos a avanzar con acuerdos, que constituyen un pilar importante de nuestras políticas de desarrollo, pero no podemos forzar esa relación de trabajo con Gobiernos provinciales, municipales y organizaciones intermedias; cada una de las partes trabaja sobre bases organizativas propias, con objetivos propios y con agendas de trabajo diferentes. Lo importante es encontrar puntos de contacto

- ¿La distribución de los aportes nacionales está relacionada con el avance o retroceso del covid-19 en cada distrito?

- La asistencia ha llegado por igual a cada una de las regiones teatrales, independientemente del grado de restricciones en cada momento: por una razón ética no hemos querido hacer distinciones. Hemos tenido y tenemos en cuenta las dificultades que presenta la pandemia. La elaboración de convocatorias especiales como la de creación en entornos virtuales, es producto de esa atención, como también las propuestas de streaming o el Concurso Nacional de Teatro en Radio. Lo básico es que el artista no puede estar frente al público de manera tradicional. Esta limitación tiene un efecto negativo, con muchas aristas; a algunas podemos enfrentarlas y a otras no.

Reuniones: plenarios y contactos con los teatristas locales

La actividad de los órganos de conducción del Instituto Nacional de Teatro no se detuvo en pandemia, pero se volvió virtual. Hace pocos días, el director ejecutivo del ente, Gustavo Uano, mantuvo un encuentro on line por Zoom con la comunidad artística tucumana, del cual participaron cerca de 90 teatristas locales. Hoy hay reunión del Consejo de Dirección del INT, cuerpo que integran (entre otros) el representante provincial Roberto Toledo (su cargo está siendo concursado y se presentó a la reelección) y la directora Patricia García, por el llamado Quehacer Teatral.

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