Emprendimientos en cuarentena: historias de los que van contracorriente

Emprendimientos en cuarentena: historias de los que van contracorriente

A pesar de las dificultades que ha generado la pandemia de coronavirus en nuestra provincia -al igual que en el país y en el resto del mundo- muchos tucumanos apostaron por el futuro y, lejos de rendirse, se atrevieron a encarar nuevos emprendimientos. Estas son algunas de esas historias que abren esperanza y dejan la sensación de que es posible cumplir con los sueños.

EL EQUIPO. Rocío García Ruiz junto a sus colaboradores en el local del spa. EL EQUIPO. Rocío García Ruiz junto a sus colaboradores en el local del spa.
03 Noviembre 2020

“Quería crecer y sentía que era el momento”: Rocío García Ruiz sobrevivió al coronavirus y abrió su primer spa

Cuando Rocío García Ruiz comenzó a planificar su proyecto, un spa, imaginó muchos escenarios posibles. Pero nunca una pandemia. “Yo trabajaba en una peluquería en sociedad con un familiar y desde hacía tiempo quería abrirme, quería crecer y tener mi propio emprendimiento. Fueron tantas las ganas que me decidí a hacerlo aun viendo que el contexto no era el más adecuado”, detalla la emprendedora, de 35 años.

Su idea no es la original. Tuvo que repensar algunas cosas para adaptarse a la realidad.

“Pensé más que nada en ofrecer pequeños servicios, relacionados a las necesidades de la gente que pasó un buen tiempo encerrada y que quiere darse un mimo: belleza de manos y pies, masajes y depilación, por ejemplo”, explica Rocío. Tiene muchas expectativas en su negocio y cree que cuando todo vuelva a la normalidad (o a la nueva normalidad) podrá incorporar todos los servicios que tenía planeado.

EL EQUIPO. Rocío García Ruiz junto a sus colaboradores en el local del spa. EL EQUIPO. Rocío García Ruiz junto a sus colaboradores en el local del spa.

“Es cierto; no es lo que pensaba. Pero me mantiene en pie la pasión: esto es lo que amo y ese sentimiento potencia todo”, resume Rocío, convencida de que las grandes ideas tuvieron pequeños comienzos. Ella incluso tuvo que postergar la inauguración del spa, ubicado en Barrio Norte, porque se contagió de covid-19. Finalmente abrió el 5 de octubre. “La pasé muy mal; pero aquí estoy, dispuesta a todo, aunque vengan las mil tormentas”, apunta.

"Tengo esperanza de que esto pase y pueda salir adelante”: Silvina Gutiérrez inauguró un negocio de venta de lencería

Para Silvina Gutiérrez abrir un negocio en plena cuarentena fue como un aporte para salir del estancamiento. No tenía la urgencia de montar un local. Pero sí tuvo una corazonada: “sentí que era el momento”. La emprendedora dejó su trabajo estable en una peluquería y se puso a buscar un local para alquilar.

EN EL LOCAL. Silvina Gutiérrez y una amiga en su flamante negocio. EN EL LOCAL. Silvina Gutiérrez y una amiga en su flamante negocio.

“Desde hacía tiempo quería tener mi propio emprendimiento relacionado a la venta de lencería. Por una cosa u otra no se daba.

Finalmente, el 4 de julio dije: “me voy a largar y que sea lo que Dios quiera”. Al principio me fue bien, pero luego comenzaron a bajar las ventas. Sigo adelante todos los días, con la esperanza de que esta pandemia pase y pueda salir adelante”, cuenta la orgullosa dueña de “Ari”, que montó su local en la zona céntrica.

Su novia perdió el trabajo y eso los animó a abrir un negocio: Federico y Sofía arrancaron de cero con la venta de insumos de repostería

Los valientes emprendedores no están solo aparecen el centro de la ciudad. En la zona norte de la ciudad el cartel de “Mr. Chocolate” invita a caer en la tentación. Federico Nava cuenta que la idea de abrir un local había surgido antes de la pandemia. Luego, todo se complicó. Pero él junto a su novia, Sofía Abdala, decidieron seguir adelante para poder cumplir su sueño: tener un emprendimiento propio.

CON FAMILIARES. Federico y Sofía lograron superar todos los obstáculos. CON FAMILIARES. Federico y Sofía lograron superar todos los obstáculos.

Con muchas idas y vueltas y varias semanas después de lo previsto, el 5 de octubre abrió sus puertas el local dedicado a venta de insumos para repostería y descartables. “La situación económica que vivimos como familia no es la mejor, sumado a que Sofía había quedado desempleada el año pasado. Todo esto impulsó y aceleró las ganas que teníamos de poder comenzar nuestro propio negocio”, explica Federico.

¿Fue duro el comienzo? “Si, fue duro desde un principio porque tuvimos que armar todo desde cero. Cuando conseguimos el local para alquilar, había que armar todos los muebles. Lo hicimos a pulmón. Día a día iban apareciendo algunos obstáculos, pero en el fondo creo que nos daban más ganas de seguir”, remarca.

La idea inicial era tener venta de insumos para repostería. Después y ante la situación crítica que está viviendo el país, vieron la posibilidad de agregar más cosas: ahora sumaron descartables a la oferta. “Tenemos muchas expectativas de que esto crezca”, concluye.

“Cuando esto termine, el deseo le ganará al miedo y la gente volverá a salir”: Luis Ahumada ideó una feria y la llevó adelante

Inspirada en ferias y mercados de muchas capitales del mundo, la idea de abrir un espacio comunitario y social en Tucumán había surgido en septiembre del año pasado, cuenta Luis Ahumada.

Su proyecto se hizo realidad en medio de la pandemia. “En estos espacios coexisten artesanos, comerciantes, emprendedores gastronómicos, etcétera, y todo se vende a precios más bajos. Otra de las características es que se desarrollan en predios donde la arquitectura es amigable con el medio ambiente, desde los materiales reciclados y el bajo consumo energético”, detalla Luis. De hecho, para acondicionar el lugar donde funciona la feria San Miguel (en el centro) utilizaron chapas acanaladas que hicieron con tambores anteriormente utilizados por la industria citrícola.

FERIA SAN MIGUEL. El emprendimiento de Luis Ahumada, que ya está en marcha. FERIA SAN MIGUEL. El emprendimiento de Luis Ahumada, que ya está en marcha.

“Detectamos en las redes sociales el crecimiento de emprendedores, como showrooms, venta de todo tipo de productos, artesanías, y que en muchos casos sus ventas se caían por encontrarse alejados, o por que el cliente quería ver el producto personalmente antes de concretar la compra. Fue así qué vimos, con que este proyecto, solucionábamos esos inconvenientes y siempre con el propósito de ayudarlos a crecer. Tener su local en pleno centro, con solo abonar el costo del alquiler y la facilidad para ingresar; el emprendedor puede disponer de su espacio, con todos los servicios incluido”, detalló.

Todos los arranques son duros de por sí, admite. Pero en medio de una cuarentena todo se dificulta. “Tuvimos la obra parada, reservas que se caían, semanas de paro de colectivos, el horario comercial que no favorece. Fue y sigue siendo remar contra la corriente”, admite.

Si bien nunca pensó en dejar todo, sí se le pasó por la cabeza postergar la apertura de la feria. “Pero entendimos que nuestro compromiso es con quienes nos acompañan en este proyecto y confían en nosotros para seguir adelante con sus propios emprendimientos”, remarca.

Luis cuenta que todos los días tiene que cambiar o ajustar su idea original. “Muchas cosas se suspendieron, desde los eventos que estaban programados y que por protocolo no se deben realizar, hasta las campañas masivas, que hoy, hasta en algún punto me parecen irresponsable realizarlas por la pandemia. Por suerte, nuestro paseo está al aire libre, lo que da un mayor cuidado y más tranquilidad al público”, apunta el emprendedor, que está lleno de expectativas: “cuando todo esto pase, el deseo le ganará al miedo y la gente volverá a salir, aun cuando los hábitos de compra cambien, vamos a seguir concurriendo a lugares que nos resulten atractivos y económicos”.

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