Análisis: una AFA, dos mundos y muchos problemas

Análisis: una AFA, dos mundos y muchos problemas

El regreso del fútbol nacional generó muchas polémicas y aumentó las necesidades.

EN EL MEDIO DE LA PUJA. La televisión representa la “gallina de los huevos de oro” para el fútbol argentino, pero se la maltrata de una forma increíble. EN EL MEDIO DE LA PUJA. La televisión representa la “gallina de los huevos de oro” para el fútbol argentino, pero se la maltrata de una forma increíble. REUTERS

“No se puede estar peor”... es la frase que suele utilizarse en medio de una situación extrema como para buscar fuerzas para salir adelante cuando la desazón parece apoderarse en un contexto desfavorable. Sin embargo, desde hace varios años el fútbol argentino no detiene su caída libre. Poco a poco se va deteriorando su calidad deportiva, institucional y económica. Las decisiones equivocadas se fueron acumulando en los últimos años y esa frase debería adaptarse a su realidad: “siempre se puede estar peor”.

La vuelta de la competencia local llegó con varios frentes de tormenta. Dudas, incertidumbres, peleas internas, fallos judiciales, postergaciones... Fueron tantos los problemas que no todos pudieron disfrutar el regreso de fútbol porque el tema económico está por encima de lo deportivo. La AFA intenta cuidar a la “gallina de los huevos de oro” y eso se puede entender. Pero quedó en claro el método utilizado no es el mejor. Con algunas de la medidas tomadas en lugar de cuidarla, la maltrata, sin entender que las consecuencias pueden ser irreparables.

Fue una semana difícil para las autoridades de la AFA. Recibió golpes tras golpes y las soluciones no asoman en el horizonte. Los problemas se acumulan y dejan al desnudo que no todos tienen las mismas realidades. Tampoco tienen el mismo trato. Algunos ya están jugando en un competencia sin demasiados atractivos. Sólo un puñado de equipos tienen un objetivo para alcanzar. La mayoría lo hace sólo para cumplir. Sabe que su futuro internacional está definido en algunos casos y no hay riesgo de perder la categoría, en otros.

Pero el fútbol argentino no se limita a la categoría superior. Hay otras divisiones que siguen esperando novedades sobre cómo va a ser la reanudación de la competencia. Ellos llevan semanas entrenándose a la espera de una definición que nunca llega. Otros, los de las categorías más bajas, luchan contra un realidad provocada por la pandemia que les impide jugar, como es el deseo de la mayoría.

Cansados de esperar

La Primera Nacional es un buen ejemplo. Supuestamente iba a reanudar su competencia el próximo fin de semana. Sin embargo, aún se sigue discutiendo el formato del torneo que definirá dos ascensos. El tema está en manos de una comisión que tiene la misión de tomar decisiones. Sin embargo, a medidas que trascienden los proyectos, lo único que logran es generar polémica y malestar. Es difícil entender lo que se busca y muchos se preguntan por qué se suspendió el torneo y no se le dio continuidad ya que parece ser lo más lógico y sencillo.

Las críticas se multiplican. Los protagonistas, cansados de esperar, comienzan a quejarse. “Es un mamarracho lo que están haciendo”, se quejaron algunos dirigentes. “Esto es un papelón”, sostuvo Wenceslao Méndez, presidente de Alvarado. “Después de siete meses que nos digan que no empieza el 7 es al menos contradictorio”, agregó. “No encontramos motivos para que se alargue todo”, sostuvo Pablo Vegetti, delantero de Belgrano. Aunque ya es un poco tarde, algunos sectores comienzan a darle la razón a San Martín, el único que levantó su voz a través del presidente Roberto Sagra.

Lejos de los millones

La AFA había hecho números al romper de manera unitaleral el vínculo con Fox Sports, uno de sus socios en las transmisiones de los encuentros de Primera, que nunca dejó de cumplir con los pagos que le dio oxígeno a los clubes en plena pandemia, y estimaban recaudar 150 millones de dólares extras con toda esta movida. Lo que nadie pensaba era que el juez de primera instancia, Horacio Robledo, iba a hacer lugar al reclamo que realizó la empresa estadounidense arruinando, por ahora, el negocio extra.

Mientras la conducción afista intenta recaudar más dinero a cualquier costo, algunos clubes hacen malabarismo para volver a jugar. Atlético Concepción y Sportivo Guzmán aceptaron el reto de competir en el Regional Amateur sabiendo que en el camino aparecen escollos difíciles de superar. Incluso todavía no están autorizados a abrir sus estadios para comenzar a entrenar. “Los problemas económicos existieron siempre. Pero también existieron dirigentes con margen en sus tarjetas de crédito dispuestos a colaborar para comprar lo que se necesita y de esa forma poder jugar”, contó Mirta Gutiérrez, presidenta de los “Julianos”. Los millones de dólares que maneja la AFA no llegan a Villa 9 de Julio ni a Banda del Río Salí.

El fútbol argentino tiene una AFA donde conviven dos mundos. El de los millones de dólares y el de las necesidades económicas. El de las alegrías y el las frustaciones. Todo en un contexto de problemas que atraen más problemas y no encuentran soluciones.

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