Los efectos de la carta de CFK

Los efectos de la carta de CFK

Por Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

CRÍTICA. En la imagen, Cristina Sonríe, pero vía Twitter fue dura con el Poder Judicial. FOTO TOMADA DEL TWITTER DE @CFKARGENTINA CRÍTICA. En la imagen, Cristina Sonríe, pero vía Twitter fue dura con el Poder Judicial. FOTO TOMADA DEL TWITTER DE @CFKARGENTINA ARCHIVO
01 Noviembre 2020

La carta dada a conocer por Cristina Kirchner el 26 de octubre por la tarde, el día antes de que se conmemorasen los 10 años de la muerte de Néstor Kirchner, le permitió ocupar el centro de la escena política y marcar límites al poder de Alberto Fernández.

Analizados en conjunto, lo más relevante políticamente de los actos del 17 y 27 de octubre fue la carta de la vicepresidente. Con habilidad se “despega” de la gestión de gobierno en momentos en que ésta se encuentra en una encrucijada difícil por el tema cambiario en lo económico, la falta de resultados de una cuarentena que ya cumplió siete meses y las usurpaciones en el terreno social que muestran un Estado perdiendo el control de sus funciones básicas.

La afirmación de que hay “funcionarios que no funcionan” es una crítica explícita a la marcha del Gobierno. Aunque no se los menciona, en el kirchnerismo los más cuestionados son la ministra de Justicia, Marcela Losardo; el titular de Trabajo, Claudio Moroni; el de Producción, Matías Kulfas; la ministra de Vivienda y Hábitat, María Eugenia Bielsa; el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Como se ve, es en realidad una crítica a los funcionarios más próximos al presidente de la Nación.

La propuesta de un acuerdo intersectorial de Cristina Kirchner está centrada en el tema del precio del dólar, no en una agenda amplia de gobierno.

Fernández dijo que la misiva de la vicepresidente para él era un “gesto de apoyo”, pese a lo cual dio algunos gestos para mostrar autonomía. En primer lugar sostuvo que no creía necesario convocar a los sectores a un acuerdo porque ya estaban abiertos espacios de diálogo (pese a ello varios dirigentes empresarios apoyaron el acuerdo ofrecido por la vicepresidenta).

En segundo lugar, y como gesto de respaldo hacia ellos, Fernández se fotografío en la mañana del 27 de octubre con Vilma Ibarra, Santiago Cafiero y Sergio Massa (presidente de la Cámara de Diputados que es cuestionado por el kirchnerismo).

Pero fue la ausencia de Cristina Kirchner y su hijo Máximo en la inauguración de la estatua de Néstor Kirchner -que había estado en la sede de Unasur hasta la disolución de la organización- el gesto político que le dio significado a la carta. La negativa a compartir el acto no es una muestra de apoyo, sino todo lo contrario.

Hacia adelante, es más probable que la vicepresidenta siga ocupando espacio político a que no lo haga. El saldo de la carta no ha sido un presidente más fortalecido, sino lo contrario.

Pero son las usurpaciones la expresión más dura del conflicto social y la que comienza a deslizarse peligrosamente hacia la violencia.

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