La virtualidad en el deporte amateur

La virtualidad en el deporte amateur

La imagen de las amas de casa frente a la TV, copiando los movimientos de una profesora de aerobic que se filmaba entrenando y las incentivaba a ejercitarse, era un cliché presente en muchas películas de las últimas décadas del siglo pasado. Obviamente estamos hablando de otra época, otras costumbres que buscaban mostrar las actividades que hacían las mujeres dentro del hogar cuando los esposos salían a trabajar ya que, en ese momento, no era tan común que ellas también lo hicieran.

Vestidas para la ocasión y aprovechando la distracción de los hijos, las amas de casa se paraban frente a la tele y se dedicaban esos minutos del día a estar en forma. ¿Quién iba a imaginar que esa actividad que -en ocasiones- hasta resultaba graciosa, hoy comenzara a formar parte de la “nueva normalidad”?

La virtualidad resultó ser la “salvación” en las diferentes etapas de esta cuarentena. Al principio, tanto profesionales como amateurs empezaron a probarla para no perder el ritmo que venían teniendo en el deporte; más tarde, ante la continuidad del aislamiento, se convirtió en el único canal para mantener el vínculo entre la persona y la actividad física, y hoy es, de alguna forma, la excusa para dedicarse un tiempo y mantenerse cuerdos ante la incertidumbre.

La moda vuelve. Sí. Y esta vez con fuerza y no pretende desaparecer. Los entrenadores se adaptaron a la virtualidad y comenzaron a trabajar con ella. A regañadientes, muchos alumnos probaron de qué se trataba y hoy ya no quieren abandonar. Pararse en frente a la pantalla y hacer ejercicios para una cámara forma parte de la “normalidad” del futuro. ¿Vos qué opinás?

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