Ley Benicio: cómo salvar vidas en lugares públicos

Ley Benicio: cómo salvar vidas en lugares públicos

Luego del trágico fallecimiento, en noviembre del año pasado, de un niño que cayó a una pileta en un complejo turístico de Las Termas, se presentó en la Cámara de Diputados de la Nación una norma para modificar la ley de muerte súbita que contempla, entre otros puntos, que haya desfibriladores automáticos en sitios públicos.

Ley Benicio: cómo salvar vidas en lugares públicos

Benicio iba a cumplir cuatro años el 14 de diciembre de 2019. Tenía la sonrisa amplia, la mirada tierna y las manos más cariñosas. Así lo recuerda su mamá, Valentina Bichara. “Era el niño más dulce del mundo. Fue muy, muy duro perderlo”, dice. Después de tanto sufrimiento, tiene fe en que la muerte de su pequeño no haya sido en vano. “Hoy quisiera que el amor que nos dio a los que estuvimos con él se transmita a todos los niños. ¿Cómo? Asegurándoles que puedan jugar tranquilos, en cualquier pileta o club, con los cuidados necesarios para que sus vidas no estén en peligro”, resume antes de empezar a contar su historia.

El 18 de noviembre del año pasado, Benicio había ido de paseo a Las Termas de Río Hondo con su familia. Se alojaban en un hotel ubicado a metros del dique El Frontal. “Ese día estábamos almorzando al aire libre. Benicio jugaba en la zona de la pileta. El sabía manejarse muy bien en el agua porque había tomado clases de natación desde los dos años y medio. Todo indica que se resbaló, se golpeó la cabeza y cayó al agua. Enseguida lo vimos flotando y corrí a rescatarlo. Le empecé a hacer masajes cardíacos. Luego se acercó un anestesista que estaba alojado en el hotel y él continuó con las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Lo subimos a una camioneta y lo llevamos hasta el hospital de Las Termas”, describe Valentina, que es una reconocida cardióloga de nuestro medio.

Ley Benicio: cómo salvar vidas en lugares públicos

En el centro asistencial intubaron a Benicio y lo trasladaron al hospital de Niños de Santiago del Estero. Dos días después, el pequeño falleció. Para Valentina, de 41 años, comenzó la batalla más dura: volver a encontrarle sentido a la vida. “Hasta pensé en abandonar mi trabajo, con tanto sacrificio y años de preparación que le había dedicado. No sabía qué hacer. El dolor es muy grande. Empezás a ver la vida de otra manera; necesitás conectarte con tu hijo desde otro plano”, confiesa Bichara, y no puede evitar las lágrimas.

SEGURIDAD. Entre las normas de seguridad en sitios como los clubes debería figurar la existencia de desfibriladores. SEGURIDAD. Entre las normas de seguridad en sitios como los clubes debería figurar la existencia de desfibriladores. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO- FRANCO VERA

Valentina, que también es mamá de Lorenzo (2), se preguntó una y otra vez: ¿qué hago con este dolor tan inmenso? Pensó que con sus conocimientos y su dolorosa experiencia podría ayudar para a salvar la vida de otros chicos que tengan accidentes similares a los de Benicio. “Esto tiene que servir para algo. Hay que crear conciencia. Cuando Benicio cayó a la pileta del hotel, este complejo turístico no contaba con el equipo DEA (desfibrilador externo automático) ni con personal capacitado en RCP. Muchos niños mueren ahogados en hoteles o piletas de natación donde hay mucha gente pero no cuentan con los cuidados básicos: no tienen salvavidas ni estos equipos desfibriladores para rescatar a alguien que está en paro. En estos accidentes, o también en las muertes súbitas que pueden ocurrir en los gimnasios, los minutos son claves para la supervivencia”, explica.

Proyecto

Muchas muertes podrían evitarse si una buena parte de la población está capacitada para hacer RCP y si hay DEA en espacios públicos y privados de acceso público. Este planteo de Valentina fue materializado en un proyecto de ley que acaba de presentar la diputada Beatriz Ávila (PJS) y que ahora debe ser tratado en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.

El proyecto, que lleva el nombre “Ley Benicio”, propone una modificación del artículo 2 de la ley nacional número 27.159 -que habla de la prevención de la muerte súbita- para que se establezca la obligatoriedad de contar con desfibriladores en espacios como por ejemplo los establecimientos educativos públicos y privados, espacios donde se realice actividad física, instituciones deportivas, gimnasios, clubes y aquellos sitios destinados a la actividad de servicio de alojamiento que cuenten con sectores deportivos y piletas de natación. Además, se plantea la capacitación correspondiente del personal para su uso.

Asimismo, según explicó Avila, la iniciativa prevé que en caso de acreditarse imposibilidad económica para la adquisición e instalación de dispositivos DEA, el Poder Ejecutivo - mediante el Banco de la Nación Argentina- otorgará el beneficio de créditos a tasa cero para que puedan cumplir con la ley.

“Estudios realizados, indican que un gran porcentaje de las muertes súbitas se producen en espacios públicos y privados de acceso público. Es fundamental, en esos casos, poder usar un desfibrilador (DEA) y que haya personal capacitado para poder asistir niños y adultos en el momento indicado. Cualquiera de nosotros puede salvar una vida”, señaló la diputada. Y reclamó, además, que la ley nacional de muerte súbita aún no está reglamentada. Tampoco la ley provincial. “En Tucumán sí hay un proyecto de espacios cardioprotegidos. Pero más que nada están adheridos los lugares públicos y hay un bajo acompañamiento de los privados”, explicó. Adelantó que la semana próxima se reunirán en el legislador Raúl Pellegrini, quien también presentó un proyecto provincial para acompañar la Ley Benicio.

Ley Benicio: cómo salvar vidas en lugares públicos

“Tenemos la idea de que estos aparatos, los desfibriladores automáticos, tienen que estar solo en los aeropuertos. ¡Deben estar en la mayor cantidad de lugares posibles! Cuántos más haya, más vidas podremos salvar. Son dispositivos fáciles de usar”, insiste Valentina. A ella la llamaron dos veces del hotel donde falleció su hijo. Intentaron darle dinero por la muerte de Benicio, cuenta. Pero no lo aceptó. Y esta es su razón: “nada me devuelve la vida de él. Pero me gustaría que su muerte no haya sido en vano”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios