El año pasado, sólo cuatro de cada 10 estudiantes pobres finalizaron el secundario en el país

El porcentaje, presentado por el ministro nacional del área, Nicolás Trotta, surge de un informe que sistematiza datos de siete fuentes oficiales.

DATOS OFICIALES. El año pasado, sólo el 63% de la población de entre 18 y 24 años logró finalizar el secundario en el país. El porcentaje surge del informe de la Evaluación de la Educación Secundaria en Argentina 2019. DATOS OFICIALES. El año pasado, sólo el 63% de la población de entre 18 y 24 años logró finalizar el secundario en el país. El porcentaje surge del informe de la Evaluación de la Educación Secundaria en Argentina 2019. PRENSA DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN.
21 Octubre 2020

El año pasado, sólo el 63% de la población de entre 18 y 24 años logró finalizar el secundario en el país. El porcentaje surge del informe de la Evaluación de la Educación Secundaria en Argentina 2019, que fue presentado esta tarde por el ministro nacional de área, Nicolás Trotta.

De acuerdo al documento, las cifras resultan aun peores entre alumnos de menores recursos: apenas un 43% de estos pudo cerrar ese ciclo, mientras que el 91% de jóvenes de hogares de mayores ingresos había egresado del secundario.

El informe, que sistematiza datos de siete fuentes oficiales y representa una fotografía de la educación secundaria en nuestro país, muestra mejoras en casi todos los indicadores de trayectoria educativa entre 2011 y 2018: Cobertura, Promoción efectiva, Abandono, Graduación y Estabilidad de la tasa de repitencia. Sin embargo, la tasa de graduación de secundaria común sigue siendo baja.

Trotta y la secretaria de Evaluación e Información Educativa, Gabriela Diker, presentaron el informe, que describe la situación social y familiar de la población adolescente, los recursos y condiciones de las escuelas, el acceso de los estudiantes a la educación, sus trayectorias y la graduación, y los niveles de aprendizaje alcanzados durante el último año del nivel secundario en la evaluación Aprender 2019.

"El objetivo de la evaluación es generar y sistematizar evidencias sobre la situación de la educación secundaria argentina hacia 2019, para valorar en qué medida el Estado está cumpliendo con los mandatos establecidos por las normativas vigentes que establecen que se debe garantizar el derecho a la educación en el nivel secundario”, dijo Trotta.

“Desde el inicio de la gestión nos propusimos generar una mirada más amplia para evaluar el sistema educativo, con mayores indicadores y fuentes diversas necesarias para sustentar con evidencia las políticas educativas que permitan asegurar el derecho a la educación de calidad para todos y todas, con independencia de su condición de origen. Este informe es un nuevo aporte en esa dirección”, añadió Diker.

Datos

El informe describe que la oferta educativa del nivel secundario común en Argentina está conformada por 11.813 unidades educativas, a la que asisten 3.866.041 estudiantes. El 67% de los establecimientos son estatales, un 21% son rurales y un 14% pertenecen a la modalidad técnico profesional.

El documento presenta al comienzo un marco sobre las condiciones de vida de adolescentes y jóvenes en edad de asistir al nivel secundario y la inversión educativa en los últimos años. En el segundo semestre del año pasado, el 53% de la población de hasta 17 años residía en hogares cuyos ingresos no llegaban a cubrir la canasta básica total.

Se trata de adolescentes que viven en situación de pobreza, según la definición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), una realidad que se ha visto agravada en el curso de este año, debido a la pandemia de la covid-19.

Al mismo tiempo, un tercio de la población de entre 16 y 17 años trabaja en al menos una actividad productiva; es decir, que desarrolla tareas para el mercado, para autoconsumo y/o actividades domésticas de alta intensidad. El abandono escolar de adolescentes del ámbito urbano que realizan este tipo de actividades productivas triplica al de los adolescentes que no trabajan.

Según el informe, los indicadores muestran el año pasado un descenso en la inversión en el nivel secundario, como parte de un fenómeno más general de desinversión educativa que afectó a todo el sistema en los últimos años.

El año pasado se destinó a la educación un 4,8% del PBI, lo que expresa una disminución de un 1,3%, respecto de 2015, año en el cual se alcanzó el pico de inversión desde la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo en 2005, equivalente a un 6,1% del PBI. Los salarios docentes, también vieron reducido su poder adquisitivo: un 20% entre 2017 y el año pasado.

La evaluación Aprender 2019 es otra de las fuentes oficiales en las que se basa el informe. De acuerdo a los datos que aporta este dispositivo, se evidencian desigualdades en las condiciones de infraestructura de las escuelas secundarias.

En particular, en el acceso a servicios básicos, donde las escuelas privadas y urbanas se encuentran en mejores condiciones respecto de las estatales y rurales. A modo de ejemplo, un 43% de las escuelas secundarias que participaron del operativo no dispone de desagüe de red o cloaca -el 51%, estatales; un 27%, privadas; el 85%, rurales, y un 29%, urbanas- y un 16% no tienen agua de red pública -un 19%, estatales; un 10%, privadas; un 36%, rurales, y un 10%, urbanas-. Un 22% de las escuelas tampoco cuenta con acceso asfaltado -un 29%, estatales; un 10%, privadas; el 58%, rurales, y un 11%, urbanas-.

Acerca de la disponibilidad de recursos tecnológicos en la escuela y su utilización en la enseñanza secundaria, los resultados expresan una baja aplicación de los dispositivos digitales. Los menos utilizados son el carro digital y las tablet -el 90% de estudiantes nunca los utilizan-; mientras que las computadoras y las notebook/netbook tienen una presencia algo mayor -un 32% y un 36% las utilizan a veces, respectivamente-, aunque alrededor de la mitad no las emplea para trabajar en clase -el 54% y un 48%, respectivamente-. La tendencia es distinta con el celular: más del 90% lo utilizan en sus clases, pero un 45% señala que sus docentes no permiten su uso en el aula.

De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares del indec, el 95,4% de los adolescentes de 12 a 17 años asistía a la escuela el año pasado. Este indicador de asistencia creció dos puntos desde 2011, último dato disponible, cuando su valor era del 93,4%. En el grupo de adolescentes de 16 a 17 años el porcentaje de quienes no asisten a la escuela alcanza un 10,3% en los principales aglomerados urbanos.

En la trayectoria de los estudiantes dentro del nivel secundario se observa una mejora en casi todos los indicadores que surgen de la información provista por el Relevamiento Anual. En 2018, la tasa de promoción efectiva del nivel es del 81,3%. Es decir, ocho de cada 10 alumnos promueven el año de estudio que están cursando, lo que consolida un incremento de la promoción efectiva entre 2011 y 2018 de un 4%.

En 2018 la tasa de repitencia se mantiene estable desde 2011, en torno de un 10%. La tasa de abandono interanual 2018 alcanza a un 8,7% de los estudiantes. Entre 2011 y 2018 se observa un descenso de tres puntos en este indicador.

Desempeño

El año pasado, un 42,8% de los estudiantes no alcanzó un nivel básico de desempeño en Matemática; un 18,6%, en Lengua; un 16%, en Educación Ciudadana, y un 6,5%, en Ciencias Naturales.

Estos porcentajes delimitan un grupo de estudiantes del último año de la secundaria que no pudo dar cuenta en la prueba del mínimo de capacidades y contenidos que prescriben los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios. Matemática es la disciplina en la que se evidencian las mayores dificultades y en la que sólo un 28,6% alcanzó un desempeño satisfactorio o avanzado.

Los resultados muestran diferencias en los desempeños de las y los estudiantes según sector de gestión, ámbito y nivel socioeconómico (NSE). Tanto en Lengua como en Matemática hay una mayor proporción de estudiantes con desempeños por debajo del básico en el sector estatal -un 24% y el 52%, respectivamente-, en relación al sector de gestión privada -un 8,7% y un 25,7%-.

La brecha también se observa al analizar los datos según el ámbito geográfico: existe una mayor proporción de estudiantes del ámbito rural que no logran alcanzar el nivel básico en Lengua y Matemática -un 29,5% y el 57,2%, respectivamente-, en relación a sus pares del ámbito urbano -un 17,7% y un 41,5%-.

Finalmente, mientras un 33% de quienes habitan en hogares de NSE bajo se ubican por debajo del nivel básico en Lengua y el 64% en Matemática; entre estudiantes de NSE alto la proporción desciende a un 9% y a un 24%, respectivamente.

Al considerar la evolución de estas brechas en el tiempo, es posible observar que entre los años 2013 y 2019 se ampliaron en Lengua y se mantuvieron estables en Matemática, probablemente debido a la escasa variación de los indicadores de ese área en el tiempo.

Además del documento presentado, el mes que viene se publicarán informes correspondientes a las 24 jurisdicciones y las bases de microdatos. Y desde marzo del año que viene, se elevarán informes para escuelas.

El informe Evaluación de la educación secundaria en Argentina 2019 completo y el resumen de datos destacados puede ser consultado en el portal del Ministerio de Educación de la Nación, en este enlace.

Comentarios