“Necesitamos señales firmes de seguridad jurídica”

Presencial o virtual, el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) siempre sienta posición, más allá de los discursos. Porque es el ámbito en el que los empresarios y ejecutivos más importantes de la Argentina exteriorizan sus sensaciones o confirman sus presunciones.

“Desde los que plantean que se viene una devaluación hasta los que dicen que podemos quedarnos con los depósitos de la gente. Jamás haría semejante cosa. Necesitamos una Argentina que crezca con confianza. Y que los empresarios entiendan de una vez y para siempre que tenemos que trabajar juntos”. Las palabras fueron pronunciadas por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al participar de la apertura de la 56 edición del tradicional encuentro anual empresario. Fue a través de una participación virtual, desde la Quinta de Olivos.

Minutos antes de la intervención del jefe de Estado, Roberto Alexander (IBM), presidente del encuentro 2020, había marcado la cancha con un mensaje que distintas entidades empresariales vienen repitiendo cada vez que hacen un reclamo al Gobierno nacional. “No se trata de refundar el país, ni empezar todo de nuevo. Sino de lograr construir con reglas claras, sobre la base de lo que ya somos y ya tenemos”, remarcó Alexander.

El Presidente escuchó atentamente aquella exposición. Y sus palabras fueron interpretadas como una respuesta al reclamo del sector privado, pero en un tono más conciliador respecto de otras oportunidades. “Necesitamos una Argentina que crezca con confianza y que los empresarios entiendan de una vez y para siempre que tenemos que trabajar juntos para desarrollar a la Argentina”, afirmó. Negó que a su administración de Gobierno no le importen los empresarios. Y, como ejemplo de asistencia al sector privado en pandemia, expuso los alcances del Programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), que ha beneficiado a 236.000 compañías.

Fernández, en su discurso, también se dio tiempo para dedicarle críticas a su antecesor, Mauricio Macri. “Estamos enfrentando un problema por la falta de divisas, que objetivamente heredamos”, indicó. El mandatario, paralelamente, volvió sobre su mensaje de trabajo conjunto entre Estado y sector privado. “Tenemos que trabajar juntos para encontrar la salida, tenemos muchas oportunidades de salida: el mismo contexto para invertir es favorable; hay muchos sectores de la Argentina que pueden involucrarse en el desarrollo de lo que aquí se trata”, señaló. “El mayor flagelo es la intolerancia, la descalificación del otro por no ser como yo, por no pensar como yo. Eso nos ha llevado a una Argentina dividida que no tira para el mismo lado. Esa Argentina dividida solo trae problemas. No hablo solo de la política”, acotó.

Alexander, a su vez, continuó con la batería de demandas de acciones que deben adoptarse para que la Argentina sea un país más previsible y más confiable para el mundo. “El país que queremos ser necesita abrir posibilidades, tener calidad institucional, justicia eficiente e independiente, competitividad, integración social y una mejora educativa realmente federal, para que el lugar en donde nos toque nacer no determine nuestro presente y, sobre todo, nuestro futuro”, manifestó.

La tribuna local

La plataforma virtual de IDEA ha permitido que la participación de los empresarios de distintos puntos del país sea más extensiva de lo que generalmente suele ser cuando se realiza en Mar del Plata. Empresarios tucumanos consultados por LA GACETA siguieron de cerca el mensaje presidencial. En off, la mayoría de ellos cree que, desde hace tiempo, distintas entidades privadas vienen reclamándole al Gobierno una mayor predisposición al diálogo para encontrar salidas a la crisis. Añadieron que no se observan interlocutores válidos dentro de la estructura nacional para canalizar las demandas y analizar posibles soluciones conjuntas.

“Por la experiencia adquirida en todo este tiempo, hace tiempo que no analizamos lo que se dice desde el Gobierno. Cuando veamos acciones concretas, recién entonces podremos hacer análisis claros acerca de hacia dónde vamos en materia social, política o económica”, dijo a este diario uno de los principales referentes del sector privado tucumano.

“Estamos en una época muy difícil para todos en la que, claramente, necesitamos señales muy firmes de seguridad jurídica, de definiciones para bajar el costo argentino y que las economías regionales sean más competitivas”, afirmó por su parte Héctor Viñuales, a cargo de la presidencia de la Federación Económica de Tucumán (FET).

La carga impositiva sigue siendo elevada para las empresas. Según algunos estudios privados, sobre las espaldas de empresarios y consumidores pesan no menos de 160 impuestos nacionales y provinciales y tasas municipales. Además, el Estado sigue gravando actividades. En este punto, Sebastián Murga, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, observó que no es posible que siempre se pida hacer un mayor esfuerzo a los contribuyentes sin que el Estado tome las riendas y se decida a retocar el gasto político, prometido en varias oportunidades.

Murga consideró que, más allá de que el presidente de la Nación diga que no habrá devaluación brusca, el peso argentino viene depreciándose sin cesar desde hace al menos 10 meses. “Las medidas que se adoptan causan más desconfianza y ese es el gran problema de la Argentina. La credibilidad debe empezar por la misma gestión, adoptando medidas que la población considere que están en la senda correcta para normalizar a un país”, expresó el dirigente ruralista. De otro modo, puntualizó, Fernández seguirá siendo observado por la comunidad como un hombre que fue elegido por una candidata a vicepresidenta, y que eso le condiciona su autoridad. “Pero también hay una percepción de que una improvisación alarmante y enorme, que no hay un plan económico para que la Argentina salga adelante y que las medidas que se adoptan son espasmódicas, con resultados efímeros”, sintetizó.

El 56 Coloquio de IDEA continuará hoy y gran parte de las miradas estarán puestas en los resultados de la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos, una suerte de proyección acerca de lo que los empresarios esperan para la economía de los próximos seis meses a un año vista.