UTA, que sigue de paro, teme por 500 puestos de trabajo

UTA, que sigue de paro, teme por 500 puestos de trabajo

Las firmas Libertad y Rayo Bus adelantaron que no tienen para el gasoil y se encendieron las alarmas del gremio por los posibles despidos.

PREOCUPACIÓN. Los trabajadores del transporte protestan por su salario. la gaceta / Foto de José Nuno (archivo) PREOCUPACIÓN. Los trabajadores del transporte protestan por su salario. la gaceta / Foto de José Nuno (archivo)

Mientras el paro de choferes de colectivos cumple hoy la octava jornada consecutiva vigente en reclamo por el pago del sueldo de septiembre, el gremio del sector alertó que teme que en el corto plazo haya alrededor de 500 despidos.

La medida de fuerza había sido convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) la semana pasada porque los 3.600 trabajadores del sector reclamaban el pago del 60% del sueldo de agosto adeudado, y el pago de los haberes de septiembre. Con el pago de la cuota de octubre de los subsidios provinciales ($ 62 millones), la mayoría de las firmas saldaron la deuda por los salarios de agosto. Para pagar septiembre, las empresas aguardan la llegada de dos cuotas de subsidios nacionales adeudadas por $ 152 millones cada una. La planilla salarial ronda los $ 210 millones. La Nación convocó para mañana a una reunión por videoconferencia para debatir sobre los fondos que le adeuda a la provincia. En el acumulado del año, hoy transcurre la jornada 52 de paro de colectivos.

Conflicto salarial

UTA informó ayer que tres empresas todavía no abonaron a sus empleados el porcentaje adeudado del sueldo de agosto. La empresa Transportadora Villalba, que integra la Unión Transitoria de Empresas que explota la Línea 18, adeuda según el gremio cerca de $ 20.000 del sueldo de agosto a 49 trabajadores. La firma Tucumán Santiago les adeuda a 20 empleados unos $ 20.000 de agosto. Y las firmas Rayo Bus y Libertad UTE, a cargo del 50% de la línea 131 y de la línea 8, adeudan $ 15.000.

“La particularidad es que en esas firmas, Rayo Bus y Libertad, su dueño ha manifestado que no puede seguir prestando el servicio de transporte porque no tiene dinero ni siquiera para comprar gasoil. En la reunión que mantuvimos con esta empresa para saber cuándo se abonaría al menos el saldo de agosto, el dueño Miguel Mitre nos informó que remitiría cartas documento a la Municipalidad, a la Provincia, a la cámara empresaria y a UTA informando que no podía continuar. Nos preocupa un montón porque tiene 116 empleados y si esa empresa quiebra, ¿quién absorbe esa cantidad de compañeros?”, planteó César González, titular de UTA.

“Son muchas las empresas que venimos diciendo que están muy complicadas. Si bien, por ejemplo, la Línea 11 pagó todo agosto, al igual que la 4, están en una condición delicada también. La firma El Corcel, de las Líneas 4 y 102 antes del paro había disminuido la frecuencia porque no tenía suficiente gasoil. El Corcel tiene 210 empleados, la Línea 11 unos 110. Transporte Villagra tiene 49, Tucumán Santiago, 20 y los 116 de Libertad-Rayo Bus, son más de 500 puestos de trabajo que tenemos miedo que en el corto plazo queden en la calle”, puntualizó González.

Empresarios

La Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), explicó que la situación es “límite” para todo el transporte tucumano.

“La situación actual de las empresas es producto del endeudamiento para pagar sueldos, la descapitalización y el costo financiero producto de la demora en el cobro de los subsidios nacionales, que todavía no percibimos agosto ni septiembre de la Nación. Afrontamos la actividad y pagamos el 100 por 100 del salario a todos los trabajadores con una merma de ingresos de más del 80%. Los insumos desde marzo se han incrementado un 40%. Esta es la difícil realidad, hacen falta políticas de Estado del transporte”, comentó Jorge Berreta, vicepresidente de la cámara.

“Los subsidios se mantienen a niveles de 2018 y en esta constante devaluación son insuficientes para el interior del país. En este contexto, entiendo que el mes que viene estaremos aún peor para sostenernos. La situación es límite. Los subsidios del interior son raquíticos comparados con las compensaciones para las firmas porteñas, que cobran en tiempo y forma”, profundizó Berretta. Y agregó: “es fundamental que los poderes concedentes provinciales y municipales tengan políticas de Estado para compensar al sistema en favor del usuario y de la fuente de trabajo”.

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