El testimonio de una tucumana contagiada de coronavirus que dio a luz por primera vez

El testimonio de una tucumana contagiada de coronavirus que dio a luz por primera vez

La joven de 21 años pasó días de tensión y nerviosismo, antes y después de la cesárea; un mensaje de WhatsApp que se hizo viral.

LA FAMILIA, TODA JUNTA. Valentina, con Helena en brazos, junto a Nazareno, en su casa de Villa Mariano Moreno. Foto: Gentileza familia Aguirre. LA FAMILIA, TODA JUNTA. Valentina, con Helena en brazos, junto a Nazareno, en su casa de Villa Mariano Moreno. Foto: Gentileza familia Aguirre.
03 Octubre 2020

Cuando Valentina Aguirre se despertó, en la habitación de un hospital, todavía tenía el cuerpo ensangrentado por la cesárea y llevaba el camisolín que le habían puesto para la operación. Los calmantes habían dejado de hacer efecto; el dolor era desgarrador. Pero lo que más la angustiaba era la soledad. A los 21 años, acababa de ser mamá por primera vez. Lejos de su pareja, Nazareno; aislada en el Eva Perón, con su bebé en Neonatología. Y con coronavirus.

Su caso se hizo conocido a partir de un audio de WhatsApp que grabó ayer, tras recibir el alta y volver a instalarse en su casa de Villa Mariano Moreno, junto a su familia. En poco más de 10 minutos, la estudiante de Educación Especial relató su vivencia y compartió la grabación con unas amigas. "Ha sido una algo inexplicable, una mezcla de todo. Por suerte mi bebé está bien, ha nacido re bien, no tiene ningún problema. Eso es lo que más me importa en este momento", cuenta Valentina, en diálogo con LAGACETA.com. Y da detalles sobre cómo fue dar a luz en tiempos de coronavirus.

- Ahora estoy mucho mejor. Estoy en mi casa, con mi bebé. Igual tenemos que hacer el aislamiento por 14 días más, por el covid positivo. Pero estoy bien, sólo perdí el gusto y el olfato.

- Fuiste mamá en una pandemia...

-Sí, estaba embarazada desde enero. Lo del coronavirus comenzó en marzo, así que sí, tuve todo mi embarazo prácticamente en pandemia. El viernes anterior (25 de septiembre) empecé con algunos problemas. Ese día me sentía un poco mal. Así que me llevaron al CAPS de Villa Mariano Moreno. Llevaba cursando 39 semanas y media. Vieron que tenía la presión alta, así que me derivaron al Hospital Avellaneda. Ahí pasé sola, por los protocolos, me hicieron los controles y el hisopado, porque también estaba con una molestia en la garganta y algo de fiebre. Como venía con una infección urinaria, creyeron que era por eso. Es más, casi descartaban que fuera coronavirus. Pero quedé internada hasta el lunes a la mañana, cuando me dieron el alta. Me dijeron que volviera a mi casa y estuviera en aislamiento por precaución.

- ¿Cuándo supiste que tenías coronavirus?

- Ese lunes, pero a la noche, cuando estuvo el resultado. Entramos a la página de internet y (mediante el aplicativo del Siprosa) vimos que era positivo. Ha sido un momento horrible. Pero tratamos de mantener la calma. No tenía síntomas, y estaba dentro de todo tranquila. Pero sí, fue un momento de tensión para todos, porque vivo con pareja y el resto de mi familia. Por eso fuimos al Hospital Avellaneda otra vez, para informar y para preguntar cómo seguía todo. Y le dijeron a mi mamá que vuelva a la casa a cumplir con el aislamiento, porque aparentemente iba para un parto normal, y que si sentía dolores por el trabajo de parto, volviera como estaba planeado. Entonces nos fuimos a dormir. Y al día siguiente, martes (29), la llamaron a mi mamá desde el Avellaneda. Era una médica, muy enojada, que preguntaba quién me había mandado a mi casa, porque ese no era el protocolo. Me mandó al Hospital del Este, porque ese era el lugar específico para madres con covid. Así que desayuné, preparé mis cosas y me fui para allá. Nunca supe que me iban a operar. Creo que ahí comenzó lo feo...

- ¿Por qué decís que fue "feo"?

- Ese martes, hasta el jueves que me dieron el alta, fueron días horribles. Por un lado me sentí abandonada, como si hubiese tenido lepra. Al principio, nadie quería entrar ni siquiera a ayudarme. Y yo no me podía levantar del dolor por la operación. La operación fue el martes a la tarde. Cuando terminó, las enfermeras no me ayudaron a cambiarme porque no estaban allí mis cosas. Cuando me desperté, estaba en una habitación con la luz apagada y la ventana abierta. Todavía estaba con el camisolín roto de la cesárea, envuelta en una sábana llena de sangre, con algodones manchados. En un momento no sé de dónde saqué fuerzas, porque sentía un dolor desgarrador, y grité para pedir ayuda. Tenía mi celular en el piso, a unos metros de la cama, pero me era imposible levantarme. Sonaba y sonaba. Yo veía que me llamaba mi familia, que estaba preocupada por mí, porque no sabían nada desde que me habían internado. Por los gritos que daba, abrió la puerta de la habitación una mujer que era recepcionista o empleada del hospital. Ella prendió la luz, pero me dijo que no podía hacer nada más por mí, que tuviera paciencia. Cuando llegaron las enfermeras del otro turno recién me cambiaron. Pero todo ese tiempo estuve sola.

- ¿Pudiste conocer a tu bebé?

- Sí, porque durante la operación estuve consciente todo el tiempo. Después la llevaron a Neonatología y yo quedé en el sector para madres con covid. La verdad, en parte fue un alivio porque yo no iba a poder atenderla. Sentía unos dolores horribles. La madrugada del miércoles, la primera noche después de la cesárea, me desperté cerca de las 2.30, porque había pasado el efecto de la anestesia. Sentía que se me abría la piel desde adentro. Por un momento pensé que era normal, hasta que no pude más. A las 6 volví a pedir ayuda, y otra vez vino la recepcionista. Pero otra vez me pidió que tuviera paciencia, que ya iban a volver las enfermeras. Recién a las 8.30 llegaron. Me pusieron una inyección intramuscular y se dieron con que no me había pasado el suero toda la noche, estaba toda la manguera llena de sangre, la vena inflamada, con dolor en la mano. Ahí me di cuenta que, estuviera como estuviera, las enfermeras sólo entraban una vez por turno para verte. 

- En tu audio de WhatsApp decís que le pediste ayuda a tu mamá...

- Sí, ese miércoles por la mañana, luego de que pasé esa noche, me comuniqué con mi mamá. Ella vino al hospital y tuvo que reclamar. Nos quería sacar a mí y a mi bebé, nos quería llevar a un sanatorio. Ahí fue cuando los médicos cambiaron de actitud. Le dijeron que me quede 24 horas más por precaución, que cuidara mi vida y la de mi bebé, que iba a estar todo mejor. Y fue así, desde entonces me comenzaron a atender muy bien, una médica me empezó a llamar cada tanto, cambió todo. Esa noche ingresó otra chica que había sido mamá a mi habitación. La habían operado un rato antes, pero me contó que ella no había tenido esos problemas. Me parece que el tema conmigo fueron las enfermeras de ese turno. Pero es una lástima que mi mamá haya tenido que ir a hacer ese reclamo para que mejoraran la atención.

- El jueves, por fin, volviste a tu casa con tu bebé, ¿cómo fue ese momento?

- Ha sido algo inexplicable, una mezcla de todo. Por suerte ella está sanita. En el hospital, después de la cesárea, me la habían mostrado por el celular, con una videollamada. Y después de que mi mamá hizo el reclamo, me la llevaron un ratito conmigo. Pero fue muy duro, sobre todo al principio. También para Nazareno, mi pareja. Él se sentía muy mal, era horrible no poder hacer nada, sentir esa impotencia. Pero ahora estamos bien, con mi bebé, y eso es lo que más me importa en este momento.

- ¿Se contagiaron otras personas en tu familia?

- Bueno, como mi familia tuvo contacto estrecho conmigo nos dijeron que ya no hace falta el hisopado, dan por hecho que todos tienen el virus. Pero ni mis padres ni mis hermanas ni mi pareja tuvieron síntomas. Yo todavía sigo sin olfato ni gusto. Pero estamos bien. Sí nos dimos cuenta de que es muy fácil contagiarse. Yo estaba con mi embarazo, pero Nazareno sí estaba yendo a trabajar. Sospechamos que a lo mejor él se enfermó primero, pero en concreto no sabemos dónde ni cómo nos contagiamos. Ahora tenemos que pasar el aislamiento con nuestra bebé.

- ¿Qué nombre eligieron?

Helena. Me parece un nombre de guerrera. O de reina, no sé.

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