El narcomenudeo pudo ser la causa de una guerra familiar

El narcomenudeo pudo ser la causa de una guerra familiar

Cinco personas detenidas por quemar viva a una pariente; buscan a otros sospechosos.

IMPUTADOS. Cinco personas quedaron detenidas por la muerte de Rojas; todas negaron su participación en el caso. IMPUTADOS. Cinco personas quedaron detenidas por la muerte de Rojas; todas negaron su participación en el caso.
03 Octubre 2020

“En principio se trataría de una problemática importante de índole familiar, social e incluso existiendo acusaciones cruzadas sobre intereses económicos y de poder por el tema de los estupefacientes. De hecho habría dos personas más, que fueron detenidas en el transcurso de esta mañana, y que estarían vinculadas a esta causa”, consideró el magistrado Marcelo Mendilaharzu antes de tomar la decisión de dictar la prisión preventiva a cinco acusados de haber quemado viva a una parienta, Alejandra Elizabeth Rojas, quien falleció el 28 de septiembre.

Seguirán 70 días detenidos José “Josesito” Rojas, Gustavo Ariel “Pelado” Gómez, Marcos Ariel “Rana” Rojas, Johana Graciela Romero y Maira Susana Romero, quienes se comunicaban mediante videoconferencia con las demás partes; los abogados José María Molina e Ileana Antoniella Battaglia los asistían desde su despacho.

Una guerra en el barrio

La trama de esta causa se suscribe puntualmente al homicidio de Alejandra Rojas, pero además se vincula con otros dos hechos de violencia. Según explicó el fiscal de Homicidios, Carlos Sale, el 17 de septiembre un numeroso grupo de personas incendiaron la entrada y el interior de la vivienda de Rojas, en la esquina de Thames y Chile, en el barrio Juan XXIII (“La Bombilla”). De manera premeditada, y habiendo dividido sus roles -detalló- atacaron la propiedad y a la víctima, a quien rociaron con nafta y le prendieron fuego. La mujer, que sufrió el calcinamiento del 27% de su cuerpo y que presentaba quemaduras en la cara, cabeza, abdomen y brazos, aún estaba lúcida cuando bomberos y policías llegaron a asistirla. Según los testimonios que recogió el MPF, Rojas les había dicho a familiares, vecinos y a los uniformados que “Josesito”, “Pelado”, “Rana”, Jonathan Javier Ibarra (prófugo), las hermanas Romero y Zoe Mariela Soraire (quien se entregó ayer a la Justicia) la habían atacado despiadadamente, y que algunos de ellos son parientes de ella.

Según se investiga, la sangrienta división familiar habría estallado el 10 de agosto, cuando Beatriz Acuña, de 53 años, falleció de un disparo en la cabeza durante una pelea entre su hijo Nahuel Rojas y su sobrino Axel Galván, quien está detenido como supuesto autor del crimen. Ese episodio habría marcado el quiebre familiar, que podría tener un trasfondo vinculado al narcomenudeo, como lo planteó la Justicia. A raíz de ese homicidio habrían sucedido dos incendios el 17 de septiembre. El primero a las 19.30, cuando comenzó a arder la casa de María Azucena Umaño (madre de Marcos Ariel Rojas), en la esquina de Chile y pasaje Gioconda, según señalaron algunos imputados -que reconocieron haber peleado con el hijo de Rojas en esa esquina, pero negaron haber causado un incendio luego-; ese ataque habría sido una represalia por el crimen de Acuña. El segundo incendio, que generó la muerte de Alejandra Rojas, ocurrió menos de una hora después.

Parientes enfrentados

Mario Exequiel Rojas (hijo de la víctima), y su tía Silvana encabezaron la querella acompañados por la abogada Aurora Díaz Argañaraz. “Son unos despiadados; a mi madre se le desintegraron los órganos por el fuego; tenía hasta las vías respiratorias quemadas”, remarcó el joven, que avaló la acusación fiscal. “Mi madre lo dijo, ‘El Pelado’ le tiró nafta y fue la Johana la que la prendió con un encendedor. También nombró a los demás y eso lo ratifican los testigos”, agregó. Rojas también aseguró que de no ser por la Policía, los mismos agresores podrían haberlo matado a golpes cuando, camino a ver a su madre -según dijo-, pasó por el frente de la casa de Umaño y vio el primer fuego. Los defensores no dejaron pasar ese detalle para indicar que el mismo querellante ubicaba a los acusados en casa de Umaño, donde sus defendidos habían declarado haber estado todo el tiempo. También enfatizaron que no existen pruebas aún contra los imputados. El fiscal Sale acotó que cuentan con el video de una cámara de seguridad, que “misteriosamente fue arrancada de una pared” para analizar, y que, de ser hallados culpables, los imputados podrían recibir condena de cadena perpetua.

“¿Alguien quiere decir algo más antes de que el tribunal decida?”, consultó el juez a los imputados. Marcos Rojas fue el único que aceptó la posibilidad. “Con mi familia nos presentamos ante la Justicia porque no tenemos nada que ver, queremos que digan la verdad y dejen de mentir, porque a mí también me duele lo que le pasó a mi prima; es sangre de mi sangre; pero ellos (la querella) tienen que decir la verdad porque esto nos duele a todos”, sostuvo “Rana”, mientras desde su pantalla, Mario Rojas negaba con la cabeza esa última declaración.


Tres aristas en el caso

1- El 10 de agosto, Beatriz Acuña fue asesinada cuando intentaba separar una pelea entre su hijo y su sobrino Axel Galván, quien quedó detenido.

2- El 17 de septiembre, la casa de Azucena Umaño se incendió, sus hijos acusaron que parientes tomaron represalia por el crimen de Acuña.

3- El mismo día, Alejandra Rojas resultó gravemente herida tras un incendio en su vivienda. Antes de morir habría acusado a hijos de Umaño por el ataque.

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