“Me escondí para que no me pase nada”

“Me escondí para que no me pase nada”

El chofer que fue agredido está molesto porque ofrecieron $ 250.000 como fianza.

EN LA BRIGADA. El auto, con graves daños, sigue secuestrado. EN LA BRIGADA. El auto, con graves daños, sigue secuestrado.
02 Octubre 2020

“Siento una impotencia muy fuerte con todo lo que está pasando. Ellos tienen plata y pareciera que pueden hacer lo que quisieran. Ofrecen abiertamente $250.000 para no quedar detenidos, mientras que tengo que andar escondido para que no me pase nada”, explicó J.V., el chofer que, según la acusación del fiscal Pedro Gallo, fue la víctima del robo que habrían cometido Jonathan “Isma Toro” Tévez y Arturo Fernández.

El taxista, cuyo nombre se mantiene en reserva, brindó el testimonio más dramático de la audiencia. “Me quiero morir con todo lo que escuché. Resulta que ellos tienen casas aquí, más allá y hasta en Barrio Norte. Tienen plata para salir de esta situación. Y yo desde que ocurrió todo esto no tengo auto para trabajar. Le pregunto, señor juez: ¿cómo puede ser que ellos tengan tantos recursos? No pueden quedar libres”.

“Los compañeros de trabajo -agregó J.V- me contaron que ayer se presentaron personas desconocidas a la base para averiguar dónde vivía. Me llamaron para avisarme y para decirme que tuviera cuidado porque estaban buscándome. No puedo asegurar que se haya tratado de gente vinculada a ellos, pero por las dudas y por la seguridad de mi familia, tuve que marcharme de casa. Esto no es vida. Ahora no podré ver a mis hijos”, agregó.

Angustiado

El sufrimiento de la víctima no terminó ahí. “Antes me rompía el alma arriba del auto para llevar $800 a lo máximo a casa por día. Pero desde que no tengo el auto, porque lo destruyeron, ahora tengo que hacer ‘changuitas’ cortando el césped o lavando autos para poder subsistir. ¿Y los tengo que escuchar que ellos viven para trabajar?”, se preguntó molesto.

En otra parte de su declaración, la víctima contó otra situación que le tocó vivir. “En un primer momento fui a la seccional 10° a realizar la denuncia. Pero ahí los policías, en vez de contenerme y de ayudarme, me empezaron a preguntar si estaba seguro de realizar la denuncia en contra de ellos. Me sentí desprotegido totalmente”; indicó.

J.V contó que luego se presentó en la ex Brigada donde finalmente realizó la denuncia. “Sentí cierto alivio cuando encontraron el auto y después cuando lo detuvieron. Ahora no quiero que lo suelten porque puede pasar cualquier cosa”, agregó.

La dueña del taxi, A.R. (también se mantiene en reserva su identidad), durante la audiencia, ratificó los dichos de J.V. “Él tiene razón en sentir miedo. Es lo que sentimos todos los miembros de nuestra familia desde hace bastante tiempo. A mí también me comentaron los vecinos que, pese a que nos mudamos, los vieron dando vuelta por mi casa para hablar. Por favor, señor juez, no lo deje en libertad porque nos terminarán haciendo más daño. Tienen que pensar en nosotros”, expresó la mujer, al borde de las lágrimas.

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