Campero propone un plan mixto de retorno a clases en Yerba Buena

Mariano Campero dice que, más temprano que tarde, la sociedad toda debe pensar en estrategias de convivencia con la covid-19 hasta tanto se desarrolle una vacuna contra el virus. En ese marco, el intendente de Yerba Buena inscribe la propuesta formulada al Comité Operativo de Emergencias (COE), con el fin de analizar el posible retorno a clases tras más de medio año sin actividad escolar. Hay dos cuestiones que sustentan ese plan, según explica a LA GACETA:

• “Poner en la mesa de debate los aspectos necesarios y posibles para que se defina de qué manera se puede volver a la escuela, tomando en cuesta que la escolaridad hace la construcción de ciudadanía”. Esta tarea involucraría no sólo a funcionarios, sino también a gremios, a propietarios de colegios y a asociaciones de padres.

• “Además de evitar una mayor deserción escolar, la vuelta a clases también está relacionada con cuestiones de salud mental, de la necesidad que tienen niños, adolescentes y jóvenes de relacionarse con sus pares, manteniendo el distanciamiento social”.

El intendente de Yerba Buena considera que es imprescindible abrir el debate para que todos los sectores expongan sus inquietudes y que se analice la mejor mecánica para el retorno a clases de los chicos. De su parte, propuso que el sistema sea mixto, es decir, mantener las clases virtuales para una franja de estudiantes, pero también permitir que otros asistan presencialmente, al aire libre, en los establecimientos o en los lugares que se definan oportunamente. “El desafío que tenemos aquellos que asumimos roles de gobernanza no es pensar sólo en lo inmediato, sino proyectar el futuro, más allá de las circunstancias que nos toque vivir. En este caso, la pandemia nos ha expuesto al desarrollo de programas hacia una nueva normalidad y puede llevarnos meses, o tal vez años, el diseño de protocolos para el dictado de clases mientras no haya vacunas”, plantea.

El jefe municipal insiste que estas políticas educativas exigen consensos. “Si se puede, como concepto o meta podría fijarse arrancar antes que termine el año, con el fin de que podamos hacer un esquema mixto con virtualidad y acciones presenciales”, insiste. Campero observa con preocupación lo que viene evidenciándose en las escuelas municipales. Tras seis meses de confinamiento, al menos 700 de los 3.000 estudiantes de las escuelas municipales se enfrentan al riesgo de dejar la escolaridad por distintos motivos.

“Las clases presenciales”

Al día de hoy, sólo 22.537 estudiantes (aproximadamente el 0,2%), de los más de 11 millones que conforman la población de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos que concurren a los niveles inicial, primario y secundario de todo el país, están asistiendo a clases presenciales. Pertenecen a las provincias de La Pampa y Formosa, las únicas que están implementando hoy protocolos de regreso a las aulas. Así lo indica el “Mapa de la vuelta a las clases presenciales”, una herramienta interactiva que releva qué provincias están implementando el regreso a las clases presenciales, en qué niveles educativos lo están haciendo, y para qué población de estudiantes, cumpliendo con el protocolo definido por el Ministerio de Educación de la Nación. Este mapa es elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

Según la Encuesta Nacional de Continuidad Pedagógica del Ministerio de la Nación, en los últimos seis meses el 10% de los estudiantes tuvo contacto con la escuela dos o tres veces por mes o no tuvo contacto.

“La evidencia de episodios críticos en otros contextos y las características que la continuidad educativa a distancia ha tenido para algunos grupos permite prever impactos negativos en los aprendizajes, en las trayectorias escolares y en aspectos psicosociales, con una profundización de la desigualdad. Es por ello que hoy es clave planificar el regreso a la educación presencial en Argentina”, dice Alejandra Cardini, directora del Programa de Educación de CIPPEC.