Ruta del agua: ¿de dónde viene y por qué falta?

Vecinos de El Corte realizaron ayer una caminata para registrar las tomas y las condiciones de captación que hay en las cercanías. Reclamos.

INFORME Y PRUEBAS. La decena de vecinos detectó que falta una bomba de agua en la toma de captación y de bombeo del río Muerto. INFORME Y PRUEBAS. La decena de vecinos detectó que falta una bomba de agua en la toma de captación y de bombeo del río Muerto. LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO

“Estamos en época de sequía, pero acá hay agua. La pudimos ver con nuestros ojos. El problema es la gestión en su captación y administración”, es el resumen al que llega el pequeño grupo de propietarios luego de una mañana atípica.

Tras más de 18 días sin tener agua en su casa (y cansados de la falta de soluciones duraderas por parte de la Sociedad Aguas de Tucumán) una decena de vecinos de El Corte decidió fotografiar y recabar pruebas de las deficiencias de mantenimiento o pérdidas que existen en las tomas de agua.

Un paso de autogestión que también implica abrir los ojos. “Queremos que las autoridades de la SAT, el Ersept y Yerba Buena tomen nota de que existen ciudadanos que pasan meses sin agua. No hay un solo día del año en que tenga 24 horas de servicio. La angustia es terrible. Un día tuve que conducir hasta la rotonda para comprar una botella de agua y lograr lavarme los dientes antes de dormir”, detalla Ricardo Steinsleger.

Ante la carencia del ansiado líquido, el parche momentáneo es esperar el aprovisionamiento de los camiones de la SAT.

“Llevamos un registro con las familias cuya urgencia es mayor. Ayer tuvimos siete inscriptos y, de surgir cualquier eventualidad en el cronograma, hay gente que nos presta sus tanques. Con ellos, quienes tenemos camioneta vamos hasta el Aeroclub para llenarlos”, explica Jorge Eduardo Tobar, otro de los habitantes del piedemonte. En varios hogares, el plan B también implica bañarse con bidones o recurrir al baño de algún familiar que viva cerca.

“Esta situación te cambia la vida, y aún más con la pandemia. Yo no puedo salir a trabajar por la mañana. En su lugar, debo quedarme para hacer el máximo de tareas posibles con esa media hora de agua que nos habilitan”, describe Cristina Leonor Royer.

La subida

El recorrido hasta el primer suministro de agua se inicia en el barrio Los Cerros. E implica una caminata por los terrenos del Parque Sierra San Javier (pertenecientes a la Universidad Nacional de Tucumán).

Allí aparece la toma El Frontino. Y entre la vegetación, los celulares empiezan a captar primeros planos de los caños de PVC. Algunos de ellos con pérdidas o sostenidos apenas por ramas y piezas herrumbradas de la época de la anhelada Ciudad Universitaria.

El segundo ítem en el recorrido es la toma de captación y bombeo del río Muerto. En esa locación, el grupo se detiene y evalúa dos mapas con el trazado de la infraestructura hidráulica.

Más abajo, el agua corre entre las piedras. “Constatamos que (aun sin lluvias) en la toma del río Muerto hay un sobrante importante (del afloramiento en profundidad) que no se utiliza porque falta una de las bombas. Así que estamos perdiendo una parte del recurso natural, que encima, según demuestran los estudios, es agua potable. Al tener la galería de captación ya hecha, la SAT debería medir el rebalse y gestionarlo”, argumentan en conjunto y con cierta indignación.

Además, existe una segunda galería abandonada. Ambos detalles servirán para trazar un mejor “estado de situación” en la reunión que hoy tendrán los vecinos con la prestadora del servicio y mediadores de la Municipalidad de Yerba Buena.

A futuro

En este ciclo de ausencias, reclamos y autogestión, una preocupación extra es pensar lo que ocurrirá cuando los lotes (ya vendidos y que aún permanecen sin construir) atraigan más interesados. En sintonía con esta proyección de mayor urbanización, Tobar señala que el último eslabón para preservar el recurso es su buen uso.

“Es una cuestión de conciencia individual y social. El vecino debe ser el primer responsable de su empleo (sea en un periodo de abundancia o de falta). El agua que se desperdicia en un hogar es aquella que falta en otros. Qué acciones deberán tomar los administradores y los usuarios para optimizar su gestión de manera equitativa será el nuevo capitulo”, reflexiona.

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