“La Nación casi duplicó el aporte de alimentos”

“La Nación casi duplicó el aporte de alimentos”

20 Septiembre 2020

Para Luciano Chincarini, titular del Centro de Referencia (CDR) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en Tucumán, el impacto de la pandemia en estos seis meses profundizó los problemas de la Emergencia Alimentaria del país apenas asumió la gestión el nuevo gobierno peronista nacional. Por eso el presupuesto de Desarrollo Social pasó a destinarse en un 80% para la asistencia alimentaria y llevó a que en Tucumán casi se duplique la cantidad de alimentos remitidos por la Nación.

“Casi se duplicó el aporte de la Nación en mercadería para la provincia. Antes se giraban 100 toneladas de mercadería y ahora estamos casi en 170 toneladas. Este mes sólo entre el 3 y el 18 de septiembre ya se han entregado 143.111 kilos de mercadería a 22 organizaciones. En el mes podríamos superar las 200 toneladas”, explicó a LA GACETA el funcionario nacional. La salida a la crisis alimentaria, agregó Chincarini, será a través de programas de trabajo. El objetivo es que el año que viene el 80% del presupuesto de la cartera se destine a programas de trabajo y el 20% restante para asistencia alimentaria.

-¿Qué impacto tuvo la pandemia hasta ahora?

-Hubo un incremento de recursos destinados a asistencia alimentaria. El ministerio de Desarrollo de la Nación está poniendo el 80% de sus recursos para lo alimentario, a través de asistencia directa, aporte a organizaciones sociales y con dinero para la Provincia. El aporte de Desarrollo Social de la Nación casi se ha duplicado durante la pandemia. Antes se giraban 100 toneladas de mercadería y ahora estamos casi en 170 toneladas. Este mes todavía no termina y ya se entregaron más de 143 toneladas. Barrios de Pie, por ejemplo, recibió 22 toneladas de mercadería. El Movimiento Evita recibe mensualmente 7 toneladas de mercadería. Aparte las organizaciones reciben complementos alimentarios y dinero para comprar carne y verdura porque es fundamental que en los comedores y merenderos se provea de carne, de lácteos y de verduras, no se puede dar como alimento a personas vulneradas farináceos. Eso da como resultado una alimentación desbalanceada, malnutridos y baja talla, como ya lo explicó bien el ministro Daniel Arroyo.

-¿A esto suma el aporte de asistencia en efectivo?

-A esto se suma, si bien se entregaba antes, la tarea con la tarjeta Alimentaria que implica 360 millones de pesos para Tucumán. Quizás lo que más ayudó fue el IFE con $ 3.600 millones que permitieron suplir de alguna manera la desaparición de las changas sobre todo en la crítica situación de los meses de fase 1, con aislamiento estricto. Además de esto, muchos merenderos se transformaron en comedores porque en vez de dar módulos a las familias, buscamos que se les entregue directamente la porción de comida y trabajar con mayor eficiencia. También hubo una asistencia de la Provincia con la Caja Popular girando fondos para la compra de mercadería y el mismo Ministerio de Interior girando fondos a las comunas para adquirir alimento y entregar a la población vulnerada, eso es algo que no ha ocurrido nunca. Eso se hizo en lo peor de la crisis.

-¿Cuál será la salida de esta crisis social?

-El trabajo. Ahora el el 80% de la ejecución presupuestaria del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se destina a alimentos y 20% restante, para programas de trabajo. Queremos que para diciembre de 2020 se destine un 50% para asistencia alimentaria y un 50% para programas de empleo. El objetivo es dar un fuerte apoyo a las cinco líneas de trabajo por las que apuesta la gestión: la producción de alimentos, reciclado, economía del cuidado, pequeña obra pública de alto impacto y la rama textil. Esas líneas permitirán pasar de una política alimentaria a una fuerte política de empleo y hacer la transición de los planes sociales a programas de trabajo.

-¿Cuándo ocurrirá esto?

-Ya firmamos un convenio con la Provincia por $ 350 millones para darle trabajo a 24.000 personas que no están trabajando en Tucumán pero sí tienen un plan social. El objetivo es impulsar programas sociocomunitarios, con cooperativas de limpieza, eliminación de basurales, mantenimiento de comedores y merenderos. Otra rama será para emprendimientos socioproductivos con cooperativas para la producción textil, para la producción de alimentos, y además las construcciones y mejoramientos de infraestructura comunitaria: módulos húmedos para hogares, veredas, zanjas de desagüe y demás obras con alto impacto por la cantidad de empleo que generan. Esas ramas se financiarán con los $ 350 millones por un convenio ya firmado por Nación y Provincia para ejecutar hasta febrero. Eso dinamizará la economía: insumos, cemento, indumentaria de trabajo, hierros... Ese es el objetivo de Potenciar Trabajo. Otra línea es con el Banco de Herramientas para proveer de herramientas. Eso fortalece emprendimientos. Todo esta enmarcado en impulsar la economía popular.

-¿Cuál es el desafío para reactivar la economía popular?

-El punto critico de la economía popular es la comercialización de la producción. Entonces buscaremos con un convenio que falta firmar todavía para dar acceso a ferias de proximidad y mercados populares: eliminamos el intermediario y el productor puede vender a un mejor precio que de todos modos es más barato para el consumidor. Y puede ser competitivo para ambos. Todo es de carácter asociativo, porque necesitamos organizar la demanda y poder registrar trabajadores. No podemos dar planes sociales a todo el mundo, tenemos que hacer un trabajo fino para saber cuántos productores de hortalizas, pequeñas carpinterías, cuidacoches, recuperadores urbanos... todas las ramas de la economía popular serán ordenadas. No podemos hacer como en el 2009 cuando se entregaron 16.000 planes argentina trabaja y los manejaban los concejales, los legisladores, en un toma y daca con cooperativas de 80 personas que no funcionan. No queremos que pase eso, queremos que haya una política de Estado de inclusión laboral. Con el manejo anterior estaba la muchachada tomando mate en la esquina porque no había herramientas para todos y se generó el rechazo cultural de que eran “vagos, planeros”. El objetivo es generar pequeñas cooperativas, que son unidades practicas y que pueden facturar. Esa batería de herramientas en sintonía con la política de fortalecer la economía social y popular nos permitirá salir de esta situación apremiante. El objetivo es generar empleo. Y el año que viene, si seguimos en pie, destinar un 80% a programas de empleo y solo un 20% a cuestiones alimentarais. Ese es nuestro norte.

-Unicef plantea que casi el 65% de las niñas niños y adolescentes serán pobres para fin de año, ¿qué lectura realiza

-(Suspira), esa es la realidad, si no tenemos políticas activas para generar empleo no podremos salir de eso. Necesitamos generar riqueza, y a la riqueza la generan los trabajadores, no la especulación financiera. Acá trabajamos con una pirámide invertida como contrapropuesta al derrame neoliberal. Acá no crecerán los de siempre y quizás alguna vez se derrame la riqueza para abajo. Queremos que crezcan primero la base de la pirámide, debe haber dinero abajo en los sectores populares. Después discutiremos quien se queda con la renta de las clases populares, porque la producción de alimentos por ejemplo esta fuertemente cartelizada, pero lo primero es generar trabajo y luego se seguirá avanzando. El objetivo será luego estabilizar el mercado y lograr reducir la inflación en alimentos.

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