Del default soberano al default corporativo

Del default soberano al default corporativo

20 Septiembre 2020

Por Regina Martínez Riekes, asesora financiera.-

“¡Que no cunda el pánico!

Recuperaré el dinero vendiendo uno de mis hígados”

Homero Simpson

Ladran Sancho…

“Hay reunión de BCRA. Me dicen que se vienen más restricciones”, advertía por teléfono esta joven actuaria a su equipo de colegas.

El martes pasado mientras el ministro de Economía Martín Guzmán presentaba el Presupuesto 2021, se conocían nuevas medidas cambiarias.

Más que una fuerte descoordinación entre Política Monetaria/Cambiaria y Fiscal, ésta es una práctica habitual del Kirchnerismo. En 2008, mientras el entonces ministro de Economía Carlos Fernández estaba reunido con varias AFJPs, se enteraba por televisión de la decisión de estatizarlas. “¡Tenés razón!, lo mismo pasó con las empresas de comunicaciones y la reunión con el Enacom”, reflexionaba un importante empresario del medio.

El fallido debut de los bonos del canje

Tras seis meses de negociación con acreedores y luego de aumentar un 40% la oferta inicial, Argentina llegó a un acuerdo de reestructuración de deuda. La semana pasada era clave. Los bonos habían cumplido su semana de añejamiento en cartera (parking) y podrían comenzar a venderse contra dólares. Al conocer el precio en esta moneda, automáticamente podría calcularse su rendimiento.

Que un bono argentino a 10 años rinda un 13% es una muy mala señal. Más aun considerando que sus pares latinoamericanos tienen retornos que no superan el 3,5%. El contexto continuará siendo favorable para economías emergentes dado que la Reserva Federal anunció que Estados Unidos no subirá sus tasas de interés hasta 2023. Lamentablemente Argentina parecería no haber sido invitada al Festival de bonos esperado.

La rebelión de los mansos

Más caro y con más condicionantes, los U$S 200 ahorro se hacen cada vez más inaccesibles. O ahorras en dólares o refinancias la tarjeta de crédito. O ahorras en dólares o refinancias el préstamo hipotecario. O ahorras en dólares o ves Netflix. O compras vos o compra tu cotitular de cuenta tu “cupo” mensual.

La ensalada de medidas generaron gran debate entre los distintos actores del ecosistema financiero. Los asesores legales no terminaban de ponerse de acuerdo. La difícil interpretación de una cadena de normas y restricciones llevaron una vez más a los agentes cambiarios a interrumpir la operatoria por unas horas hasta adecuar sus sistemas. Es una práctica bastante habitual observada en los últimos tiempos.

En la Argentina, las bases de datos no se cruzan automáticamente. Las compras de dólar bolsa y dólar solidario se hacen bajo el formato de declaración jurada. Las autoridades con esa información generan las inhibiciones luego de cometida la infracción.

Un componente impositivo de 65% al dólar ahorro luce confiscatorio. La imposibilidad de distribuir dividendos o hacer dólar bolsa anunciados luego de aceptar un préstamo subsidiado o un ATP, también.

Cada vez es mayor la cantidad de gente que se rebela contra el sistema y lo incumple a sabiendas. “Que me vengan a buscar” señalaba una joven trader enterada de las nuevas limitaciones. o

Empujando a las empresas al abismo

La medida de mayor repercusión en el sistema financiero fue la relacionada con el endeudamiento del sector privado. Empresas con vencimientos mensuales superiores a U$S 1 millón solo podrán comprar dólar oficial por el 40% de sus obligaciones. Son U$S 3.300 millones en los próximos seis meses. El 60% de ese monto deberán refinanciarlo. O bien asumir la brecha del 70% y acceder al dólar bolsa. Esto último siempre y cuando no hayan comprado dólar oficial e incumplan la Comunicación A 7030. Es el caso de empresas importadoras por ejemplo. ¿Por qué salimos de un default soberano y obligamos a las empresas a no honrar sus deudas?

Por otra parte, las grandes empresas exportadoras son obligadas a financiarse en el mercado internacional liberando el margen local para pymes exportadoras. “Quieren obligarlas a que busquen financiamiento en el exterior de tal manera que aumenten las reservas. Si te financia un banco local con los dólares de los depósitos las reservas no cambian” señala un alto ejecutivo de bancos. ¿Quién conseguirá financiamiento en el exterior si las empresas no acceden a los dólares que ellas mismas generan, y son previamente obligadas a pesificar al dólar oficial?

¿Un kilo y dos pancitos?

Restricciones a las importaciones. Restricciones al financiamiento local. Restricciones al giro de utilidades al exterior. ¿Quién invertirá en Argentina? Las inversiones no llegarán y las que están anuncian su retirada. La semana previa les tocó a Falabella y Glovo. Tiene sentido considerando las proyecciones del mismo ministro Guzmán. El titular de la cartera de economía señala que recién en 2030 recuperaríamos el nivel de actividad que teníamos en 2018.

Argentina se encuentra atrapada en un agujero negro de donde ni siquiera escapa la luz. Donde la negación del fenómeno de la inflación lleva a que el billete de mayor denominación sea equivalente a U$S 8. Donde un inversor se encuentra entre la paradoja de comprar una acción de la petrolera estatal YPF o 2 kilos de asado. “Está barato. Hay una oportunidad de compra”, suele escucharse en estos tiempos.

Las nuevas restricciones sin embargo expulsaron a Argentina de la cancha cuando recién estaba precalentado. Por eso hoy en la bolsa argentina a contramano del mundo, cuando todos venden no hay que comprar, sino simplemente tratar de vender más rápido.

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