Teatro tucumano: a puertas cerradas, con la energía abierta

Teatro tucumano: a puertas cerradas, con la energía abierta

El Atelier y La Gloriosa celebran cumpleaños y piensan en el futuro.

PRIMER AÑO. El Atelier sigue activo, aunque no pueda recibir al público. PRIMER AÑO. El Atelier sigue activo, aunque no pueda recibir al público.
16 Septiembre 2020

El teatro no descansa, aunque no se muestre al público. El desafío de la subsistencia en cuarentena impacta más fuerte en las salas, espacios fundamentales para construir la relación vivencial con el espectador.

En estos tiempos de puertas cerradas, la pasión y las ganas se viven adentro, con la misma energía positiva y abierta de siempre. En esta semana coinciden los cumpleaños de dos ámbitos teatrales tucumanos, una coincidencia extraña que los encuentra en distinto punto de crecimiento.

Hace 18 años se inauguró La Gloriosa en San Luis 836, y la celebración encuentra a su grupo fundador y sostén -La Vorágine- en plena transición. “Andamos rengos, sin actividad por la peste, con un pie entre el pasado y el futuro. El 18 es la mayoría de edad, en la quiniela es la sangre, y es que ya este lugar es parte de la sangre de la cultura tucumana. No alcanzan libros para escribir y describir tanta cultura hecha”, escribió en Facebook Pablo Gigena. “Hoy experimenté diversas emociones. Una de las más fuertes, el olor a teatro vacío, sin nosotres, sin las clases, sin funciones, sin el público... Inactivo pero a la vez con tanta, tanta, tanta vida... Toda la vida allí”, aportó el lunes, a su vez, Noé Andrade.

Este fue el último cumpleaños de La Gloriosa. El próximo año los encontrará en otro lado, con nuevo nombre y proyecto: el grupo se mudará al Puerto Cultural Libertad, espacio propio comprado con un subsidio del Instituto Nacional de Teatro en Las Piedras 1.850.

El Atelier Espacio Cultural, de avenida Mate de Luna 2.930, festeja un año pero muchos más de creación. Ignacio Hael lo soñó desde tiempo antes de que fuese inaugurado; el espacio nonato ya había alojado ensayos de obras (“Mariposas después de la lluvia” y “¿Qué sabrán las piedras de amor?”, estrenadas en Sala Ross) y talleres hasta que parió el 15 de septiembre de 2019 con canto, teatro y clown y un tributo a Rosita Ávila.

“Con mucho sacrificio pudimos concretar la construcción de nuestro Espacio Cultural, con disposición móvil de una caja italiana y espacio en L, lo que otorga la posibilidad de jugar con distintos frentes -describe el impulsor del proyecto-. Este año, comenzamos con la energía de los talleres de verano, ensayando otra producción y previendo el estreno de una obra cuando se declaró la cuarentena. Es una oportunidad para explorar otros lenguajes, encuentros virtuales con alumnos en las redes sociales y el Proyecto Teatro Social en apoyo a instituciones tucumanas, El trabajo no cesa y nos mantenemos vivos”.

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