Por Gustavo Rodríguez
12 Septiembre 2020
AGONÍA. La víctima tenía 43 años y falleció en el Centro de Salud después de cuatro días internado.
Después de haber agonizado durante cinco días, un hombre que recibió dos balazos en un enfrentamiento entre dos familias falleció en el Centro de Salud. La Policía tuvo que reforzar el lugar donde se produjo el hecho para evitar que los parientes tomaran venganza. “Esto no quedará así. Tarde o temprano querrán ajustar cuentas. Fue un hecho muy grave que nadie se atrevió a contar”, indicó Mario, vecino del lugar. El ataque ocurrió en el barrio 11 de Febrero, en la capital.
Esta trágica historia se escribió en el interminable capítulo de la violencia intravecinal. Hechos que se suceden de un momento a otro y que nadie puede prevenir. “Son dos familias que mantienen diferencias desde hace mucho tiempo. Desconocemos cuáles son los motivos de la pelea, pero siempre tuvieron problemas entre ellos. Nunca habían llegado tan lejos”, comentó Susana García.
El domingo, después de las 22, el vecindario se vio alterado por una feroz batalla campal entre varias personas. Primeros fueron gritos, después el inconfundible ruido de piedras destrozando vidrios o cayendo sobre los techos de chapa. Parecía un incidente más, pero cuando se escucharon detonaciones de armas de fuego, todos se asustaron. Sabían que esta vez algo grave había sucedido.
“Nunca antes se habían enfrentado a tiros, por miedo, no salí de casa, por eso no puedo comentar qué pasó exactamente. Parecían salvajes cómo se atacaban”, agregó García en una entrevista con LA GACETA.
En el incidente resultó herido Manuel Eduardo Luna, de 43 años. Recibió dos disparos y fue trasladado por sus familiares hasta el Centro de Salud. Nunca pudo revertir el grave cuadro con el que ingresó y terminó falleciendo ayer a la mañana.
Hay dos versiones sobre cuál fue el origen del hecho. Los familiares de la víctima señalaron que todo comenzó cuando Luna intentó poner punto final a una pelea que mantenían su hijastra con los vecinos que viven al frente de su domicilio. Acusaron a los hermanos Darío y Rafael Ponce como los responsables del ataque.
Los acusados contaron otra versión de los hechos. Dijeron que Luna y sus familiares atacaron su vivienda a pedradas. Que ellos respondieron el ataque con los mismos elementos y que, uno de los proyectiles que ellos arrojaron impactó en uno de los parientes de la víctima. Este reaccionó disparando e hirió accidentalmente a la víctima que terminó falleciendo días después.
“Esas eran las versiones que daban vuelta en el barrio, pero la verdad es que nadie puede determinar con exactitud qué fue lo que sucedió. El problema es que ahora puede pasar cualquier cosa”; indicó Marcos Fernández, vecino de los acusados.
El expediente fue iniciado por el fiscal Ignacio López Bustos, quien ordenó una serie de allanamientos para terminar de esclarecer el hecho. Pero antes de que se concretaran esas medidas, falleció Luna y ahora el caso será atendido por la fiscala Adriana Giannoni.
Al cierre de esta edición, personal de la división Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Diego Bernachi y Juana Estequiño, buscaban a los sospechosos.
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