Por Ricardo Reinoso
12 Septiembre 2020
COMPROMISO. Desde su nombre, Arbolito rinde tributo a un cacique ranquel y sus letras tienen peso social.
Desde que comenzó la cuarentena, el grupo Arbolito no se había vuelto a reunir -salvo de manera virtual- para seguir haciendo música. Esa distancia física se rompió hace pocos días: se juntaron presencialmente después de meses alejados para grabar su participación en el Septiembre Musical, que se emitirá hoy desde las 19.30 por la pantalla de Canal 10, en la edición virtual del festival que cumple 60 años, por culpa de la pandemia.
“Grabamos en la Fundación Mercedes Sosa (una vieja casona en San Telmo) para estar más cerca de ustedes”, dijo Agustín Ronconi en diálogo con LA GACETA. El vocalista y multiinstumentista, que integra el grupo que hace fusión entre el folclore y el rock argentinos junto a Ezequiel Jusid, Diego Fariza, Andrés Fariña y Pedro Borgobello, contó que uno de los últimos temas que hicieron se titula “Cuarenta días” y su letra dice: “Tantos años acostumbrado/ A estar corriendo como un demente./ Con los horarios, con la presión/ Y no fallar en ningún frente/ que me he olvidado de los silencios/ Nuestros ojitos en la cocina/ De que no suene el despertador/ De estar juntitos todos los días”.
Con una historia musical de 23 años y una decena de discos grabados, a Arbolito la cuarentena lo sorprendió justo cuando se estaba comenzando a reactivar el circuito de recitales, que se frenó por completo hace seis meses.
“Veníamos de un tiempo de paralización de lo cultural. Los últimos cuatro años habían sido muy difíciles, pero ahora había productores que se estaban animando a generar festivales y espectáculos -resumió Ronconi-. Desde febrero ya teníamos todos los fines de semana con actuaciones y giras. Por ejemplo, íbamos a ir a tocar por primera vez en México. Pero vino la pandemia, así que nos fuimos adaptando de a poco a esta etapa y tratando de no aflojar. Estamos componiendo y grabando de modo virtual”.
Vivencias actuales
Aunque las últimas grabaciones de la banda son más rockeras que las anteriores, el folclore sigue siempre presente. Y las letras, como es característico en ellos, expresan vivencias y sentimientos que existen en la sociedad argentina.
“Si uno repasa los discos de la banda, encuentra en las canciones un reflejo de las cosas que nos fueron pasando a los argentinos. No es algo que hacemos adrede, sino que surge al momento de componer”, aclaró Ronconi.
Él y Borgobello intervienen casi siempre en el aspecto musical de las creaciones, mientras que Jusid se dedica un poco más a las letras, “pero en general cada uno propone la canción con música y letra, y después entre todos la trabajamos”, explicó.
El compromiso social del grupo abarca también, desde sus inicios, la reivindicación a los cinco siglos de lucha de los pueblos originarios. El nombre es en homenaje al cacique ranquel Arbolito, cuya historia conocieron a través del libro “Rebeldía y esperanza”, de Osvaldo Bayer.
Junto al escritor impulsaron, en su momento, la iniciativa de cambiar los nombres de calles que homenajeaban a los militares que participaron en la Campaña del Desierto, por denominaciones vinculadas a las comunidades indígenas o a personajes con raigambre social.
Tributo a Ramona
Otra de las canciones que grabaron durante la cuarentena es un tributo a la memoria de Ramona Medina, una referente del colectivo La Garganta Poderosa que realizaba una labor solidaria en la Villa 31 y murió en mayo -con sólo 41 años- justamente a causa del coronavirus, después de que el barrio sufrió un prolongado corte del servicio de agua potable.
“Anoche soñé con vos, Ramona/ Anoche soñé con vos/ En ese sueño abrazabas/ Las ilusiones, las esperanzas/ De todo un barrio, de muchos más,/ De todo un pueblo su dignidad”...
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