“Me dijo que vaya a ser feliz y a eso voy”, anticipó Agostina Soria acerca de lo que buscará desde mañana cuando comience el viaje hacia Eslovaquia. El consejo se lo dio “su viejito”, su abuelo “Pichi” como lo apodan. “Él sabe que me voy lejos y por mucho tiempo”, contó sobre el diálogo de despedida. Soria, ahora ex jugadora de Vélez e integrante del proceso de selección nacional que Hernán Ferraro comanda en Las Panteras, se va bien lejos: a más de 11.000 kilómetros. Esa distancia recorrerá para sumarse a VTC Pezinok de la ciudad que lleva el mismo nombre. El equipo está en la máxima categoría del voley eslovaco y son las campeonas de la Copa de la Liga Profesional.
“El club volvió a pedir por mí. Me voy por siete meses, este mismo miércoles”, detalló “La Tucu”, como es apodada dentro de la geografía argentina. En Eslovaquia, esta vez, habrá más tiempo para explicarles a sus compañeras cómo se pronuncia el apodo. Hace unos meses atrás, Soria ya había formado parte del conjunto dirigido por Eva Kosekova y bastaron pocos partidos para que sus servicios sean requeridos nuevamente, en principio hasta abril próximo.
Como la pandemia puso en pausa al mundo entero, la Liga eslovaca fue suspendida. “Pude jugar tres partidos: la final de la Copa y dos de la tira de la Liga Nacional en la que veníamos primeras”, explicó Soria. Había destino de título también en ese torneo, pero la crisis sanitaria lo impidió.
Ahora, con una realidad más activa en algunos países de Europa, el desarrollo de los torneos podría tener continuidad. “Es un gran paso y estoy muy contenta. Es importante también porque Hernán (por Ferraro) nos dijo que servirá mucho jugar en ligas de afuera”, destacó la Pantera. La distancia no será impedimento para el staff de la selección que quiere seguir el desempeño no sólo de Soria, también de Carolina Polanis, la platense que también jugará en VTC Pezinok. “El estadístico de la Selección nos pidió que mandemos los videos porque nos quieren ver todos los partidos”, precisó Soria, que en lo que va del atípico 2020 fue convocada una vez a la selección mayor.
Soria, radicada en Buenos Aires, pasó las últimas semanas en Tucumán. Motivos familiares la trajeron en plena cuarentena hasta la provincia luego de un viaje bastante dramático por todos los protocolos y controles que hay que cumplir en las rutas argentinas en época de pandemia.
En “El Jardín de la República”, Soria hizo una “rehabilitación deportiva”; así definió el trabajo Yamil Chaya, técnico del equipo de damas de Tucumán de Gimnasia que entrenó a la jugadora. El plan no se pudo completar por la confirmación del fichaje, pero sirvió. “Siento que voy con una preparación más adelantada que algunas chicas. Estoy muy agradecida por su trabajo y también gracias al club en el que jugué desde chiquitita por darme todos los elementos”, dijo Soria.
La jugadora de 21 años se emociona hasta las lágrimas cuando recuerda lo que vivió estas semanas en Tucumán. Hace un buen tiempo que no estaba “obligada” a viajar tanto. Por el presente pandémico, pudo quedarse en la ciudad más de lo habitual. “La verdad que me sentí como a los 12 años. Tengo una familia enorme en Tucumán y se me hace un nudo enorme cuando hablo de ellos. Le mando fuerzas en especial a mi cuñado, Dante Sirimaldi, él sabe por qué. A mis dos hermanas, a mis papás por bancarme siempre, a mis primos. A mis sobrinitas que me alegra que sigan mi camino, por ahora, jugando al voley. Como dicen todos ellos: ‘aguante la Pantera Soria’, cerró con emoción.