Por Ricardo Reinoso
08 Septiembre 2020
POLICIAL. “Washington, el revolucionario”, un filme de Eduardo Cueto.
Dos ficciones cinematográficas tucumanas están en diferentes etapas de producción. Curiosamente, ambas a cargo de realizadores extranjeros radicados en la provincia. Por un lado, el cortometraje “Un lugar limpio y bien iluminado”, basado en un famoso cuento de Ernest Hemingway, ya está terminado y listo para exhibirse, pero el director está reuniendo fondos para pagar los derechos de propiedad intelectual del escritor norteamericano.
El venezolano Nelson Urdaneta, radicado desde hace seis años en Tucumán, adaptó y filmó el relato. Luego se contactó con los propietarios de los derechos de autor, descendientes del escritor, y se informó de que debe abonar un canon de unos U$S2.000. En consecuencia, lanzó una convocatoria en la plataforma Ideame de financiamiento colectivo con microdonaciones. Se puede aportar en el link www.idea.me/proyectos/73695/a-clean-well-lighted-place.
Historia de censura
“Hicimos el corto de manera totalmente independiente, con nuestros propios recursos y sin ningún subsidio. Ya está listo para exhibirse y participar en festivales -explicó Urdaneta-. Lo ambienté en la época de la última dictadura militar. El cuento fue escrito en 1933 en España, cuando Hemingway estaba allá, y durante la dictadura de Francisco Franco fue censurado: se le sustrajo un fragmento importantísimo del final. Muchas generaciones no tuvieron acceso al cuento completo sino hasta el fin del franquismo, en 1975. Aquí la dictadura empezó en 1976 y también fue censurado”.
En el relato se narran los últimos momentos de la jornada laboral nocturna de dos mozos en un café, mientras esperan a que un anciano acabe de tomarse su última copa de coñac. El más joven tiene apuro por cerrar para irse a su casa, donde le espera una mujer. El camarero mayor pide paciencia y habla de la tristeza rara del cliente.
En el corto, que se filmó en un bar del microcentro ubicado en Mendoza y Laprida, actúan Mariano Quiroga Curia, Esteban Stanich, José María Espeche y Javier Maidana.
Respecto de la falta de financiamiento para filmar, Urdaneta comentó que a pesar de haber sido aprobada el año pasado una Ley de Cine en la provincia, que prevé un presupuesto, todavía no fue reglamentada. Por otra parte, dijo que los concursos que lanzaba el Instituto Nacional de Cine (Incaa) no se realizan desde hace dos años y que todavía hay proyectos ganadores de años anteriores a los que les deben los aportes.
Mafia y drogas
El otro proyecto en rodaje es una película de acción sobre el enfrentamiento de varias familias mafiosas que se disputan un botín de drogas y dinero, según anticipó su realizador, el estadounidense Eduardo Cueto, que se desempeña como guionista, actor, director y productor. El filme se titula “Washington, el revolucionario”.
“Estábamos por filmar una comedia romántica titulada ‘Viva Tucumán’, que se iba a grabar aquí y en Las Vegas. Pero cuando empezó la pandemia tuvimos que suspender ese proyecto, ya que no se podía viajar. Decidí escribir otro guión, un thriller, que se podría filmar completo en esta provincia -explicó-. Washington es un bebé de seis meses que termina en manos de dos sicarios inexpertos. Cuando van a la casa de la hija de un mafioso en busca del dinero que se robó el marido, hay un tiroteo y dan por muerta a la pareja. Luego encuentran al bebé, uno de los asesinos se conmueve y se lo lleva”.
POLICIAL. “Washington, el revolucionario”, un filme de Eduardo Cueto.
Oriundo de Los Angeles, Cueto lleva un año y medio viviendo en la provincia. Según contó, vino para estar con su pareja, la tucumana Marina Jara, que es ejecutante de viola en la Orquesta Estable y bailarina. “La conocí en Facebook hace más de tres años -dijo- y ahora tenemos un bebé, que es el protagonista en la película”.
Cueto contó que es bailarín clásico, además de actor y profesor de inglés. Trabajó en un ballet de Hamburgo, y tiene una compañía en Los Ángeles, donde es coreógrafo y director artístico. “Con Maximiliano Guerra, que es mi amigo, tenemos el proyecto de fundar una compañía de ballet clásico y contemporáneo en Tucumán. A causa de la pandemia, no podremos hacerlo este año”, lamentó.
Hijo de una mexicana y de un cubano exiliado, sus padres se conocieron en Los Ángeles, donde él nació hace 51 años. El productor y guionista anticipó que el filme será el primero de una trilogía, donde seguirá desarrollándose la historia. La segunda parte transcurrirá en Italia.
El realizador explicó que están filmando en diferentes locaciones de la capital tucumana y sus alrededores. Por ejemplo, rodaron una escena de acción en el Aeroclub y luego en una peluquería de Barrio Sur.
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