Cartas de lectores
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- Al personal de la salud

La covid-19 es una nueva enfermedad que ha afectado a millones de personas en el mundo, sin distinción de raza o creencia. No importa en qué país vivamos, qué edad tengamos o a qué nos dediquemos, aquí somos todos iguales. La vida de una persona que se dedica a la salud es muy sacrificada. Dan su vida por los enfermos y tal vez son los ángeles más cercanos que tenemos en este mundo. Sin ellos, controlar esta pandemia sería imposible. Son nuestra única salvación. Me pongo en el difícil lugar que ocupas con el personal de salud, que lucha diariamente por el bienestar de sus pacientes corriendo el riesgo de contagiar a sus familias y a ustedes también, frente a una pandemia, a la que se le busca una urgente cura. Queridos médicos y demás personal de la salud, son la esperanza de que todo esto pueda terminar, sabemos que estamos en buenas manos. Enorme es mi agradecimiento; gracias, infinitas gracias, por la atención y dedicación a sus pacientes. Y los animo a continuar con su labor y fuerzas para seguir salvando vidas. Nosotros, como ciudadanos, debemos ser comprometidos y esforzarnos para vencer esta pandemia. Seamos responsables y evitemos que colapse el sistema de salud. Es una realidad que debemos afrontar y tomar conciencia de que todos seremos perjudicados si no tomamos medidas preventivas. Los trabajadores de la salud no pueden ayudarnos solos, debemos poner de nuestra parte.

María Constanza Ortega



- Pandemia e historia

La crisis de la Edad Media impactó en las mentalidades. La presencia constante de la muerte transformó la imagen de Dios. De un ángel en tránsito indoloro a un ser cadavérico. Reforzó actitudes hedonistas ante lo efímero de la vida. El goce, el erotismo y los placeres sensoriales. Se manifestó en rupturas. La peste negra como expresión de una pavorosa crisis agrícola y manufacturera. Inviable solución para el horizonte social del feudalismo. La transición a la nueva sociedad, en múltiples aspectos, no se hizo esperar. Debilitó vínculos de servidumbres y vasallajes, la razón de ser del poder feudal. Los movimientos campesinos (la jacquerie) fueron sus consecuencia. Hoy, la actual organización social, sin control sobre una pandemia, incapaz de mediar con la naturaleza, se debate entre cuarentenas y aperturas, sin un plan de contingencia en la era de la inteligencia digital. Priva de capacidad a unidades de terapia intensiva. La espera de una vacuna como perspectiva. Asiste a su parálisis productiva. Su razón de ser, la fuerza de trabajo, se contagia. El take off (despegue) burgués, en un lugar recóndito del mundo feudal en crisis, tuvo repercusiones mundiales. En las revoluciones burguesas (francesa, inglesa y de Estados Unidos), como lo señala el historiador Edward P. Thompson, la clase obrera fue “hecha” por la industria pero también se hizo a sí misma.

Pedro Pablo Verasaluse



- Cajeros

Es una odisea cobrar, mediante los cajeros automáticos, los múltiples beneficios que se otorgan mes a mes. Son insuficientes, lo que obliga a formar largas filas, con la sorpresa quizás de que, en cualquier momento, se queden sin dinero. Además, y por lo general, son cargados con billetes de 100 pesos, lo que hace que el monto se agote con pocas operaciones. Esto constituye una afrenta a los usuarios, que se ve prolongada en el tiempo. Según informes oficiales, el sistema bancario es uno de los que más ganancias obtiene. Para colmo, en especial en el interior, son pocos los comercios que aceptan tarjetas de débito, y los que sí lo hacen, pretenden, no todos, cobrar un 10 por ciento por las ventas, usándolas. Este práctico mecanismo debiera ser obligatorio. La solución la tiene la AFIP. Es lastimoso ver extensas colas, para lograr hacerse del dinero que le corresponde a cada uno, con el agravante que, por día solo se puede acceder a una suma fijada con antelación y así completar en días sucesivos el total de lo acreditado. Una ignominia, por cierto. A los que se enriquecen con este método no les importa el frío, el calor, la lluvia ni mucho menos la actual y voraz pandemia. El dinero en abundancia es su propósito supremo. Por otro lado, pregunto: ¿dónde están las monedas? ¿En verdad faltan en el circulante, o se especula con ellas? No hay nada que cueste el vuelto de cinco pesos, o acaso dos caramelitos masticables. ¡Qué argentina complicada es esta! Pasan los gobiernos y nada cambia, en contraste con lo que dice la canción que popularizó Mercedes Sosa; y si, en efecto, todo cambia, es para peor.

Ramón Humberto Acosta

San Martín 303 - Lules



- La vida por Perón y la democracia

La militancia en la entrega de vida por los ideales, es un permanente ejemplo en la historia de nuestra querida Patria: el Sargento Cabral que murió en la Batalla de San Lorenzo salvando al Libertador José de San Martín; los soldados argentinos en la recuperación de las Islas Malvinas; Evita entregando su vida por los descamisados. Pero los tucumanos y los taficeños tienen un ejemplo en su rico historial: se cumplieron 65 años de aquella tragedia ferroviaria del 31 de agosto de 1955, que enlutó a Tafí Viejo, que en década peronista mostró su resplandor con 5.600 obreros en los Talleres Ferroviarios más grandes de Sudamérica. Corrían en el cielo de la Patria rumores de que a Perón le hacían un golpe de Estado; fueron los trabajadores que querían salir a defenderlo y fue la Unión Ferroviaria la que convocó al pueblo argentino a testimoniar en todas las plazas del país la defensa de la democracia y de Perón. Se convocó mucha gente en los andenes de la estación ferroviaria de Tafí Viejo (7.000 personas) que se agolparon en los estribos del tren; fue necesario juntar dos horarios de 25 coches con dos máquinas, repletas de pasajeros hasta en los techos para poder viajar. Esto produjo temor en los maquinistas, pero la presión de la gente pudo más. El tren salió aproximadamente a las 11, a marcha lenta eran saludados por la gente que en el trayecto se volcaron al costado de las vías, al grito, de “¡Perón, Perón! ¡Yo te daré, Patria hermosa, una cosa que empieza con P, Perón! ¡La vida por Perón”. La consigna era defender a Perón, que significaba la posibilidad de una vida más digna. Pero esta enorme alegría y efervescencia popular se vio interrumpida como a las 11.50 en la intercesión de las calles Italia y Rivadavia: los cables del trolebús chocaron con los manifestantes que viajaban en el techo. Murieron seis en forma instantánea y hubo más de 50 heridos; muchos perdieron sus piernas, brazos o quedaron heridos gravemente, como un joven muchacho de 18 años que a los días murió. Grandes corridas y confusión, se pisaban los unos a otros pretendiendo salvar vidas que se desangraban. Para evitar más muertes, el encargado de la planta de alimentación de energía del trolebús, al ver una fuerte variación del amperímetro, cortó la corriente. Rápidamente los bomberos, personal sanitario y vecinos auxiliaron a los accidentados. Saturados el Policlínico Ferroviario y el Hospital Padilla, fue necesario improvisar camas; se anunció por los altavoces en plaza Independencia la necesidad de dadores de sangre y se agolparon numerosos voluntarios en los nosocomios mencionados. Por ello es necesario dar nuestra recordación y homenaje póstumo a estos abnegados ferroviarios que se entregaron a una causa, a un ideal, sin ninguna especulación política, ni interés espurio, hicieron realidad “La vida por Perón”. El pueblo taficeño en la estación ferroviaria le dedicó una placa y una plaza en su homenaje. La Comisión de Memoria y Homenaje Taficeña, todos los años, reconoce con el municipio y su comunidad a José Luis Díaz, Jorge Avelino Fernández, Ángel Martínez, Dionisio Blas Vega, Juan Carlos Barrionuevo, Fernando Rey Rossi y Pedro Gerónimo Parche; vuestra entrega no fue en vano. Este año por la pandemia, el 31 con sirenas del Taller Ferroviario y de los Bomberos Voluntarios fueron recordados porque hicieron realidad “la vida por Perón”.

Héctor Rolando Arroyo

Irigoyen 54 - Tafí Viejo

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