Las respuestas que se conocen de un enigmático secuestro extorsivo

Las respuestas que se conocen de un enigmático secuestro extorsivo

Un joven de 23 años fue liberado por una banda después de que sus familiares abonaran un rescate de $ 200.000.

UN BARRIO TRANQUILO. Los vecinos del pasaje 1° de Mayo al 1.000 se mostraron sorprendidos por el secuestro que sufrió el joven Luis Paradi. UN BARRIO TRANQUILO. Los vecinos del pasaje 1° de Mayo al 1.000 se mostraron sorprendidos por el secuestro que sufrió el joven Luis Paradi.

Cerca de la 1, policías lo encontraron deambulando por la ruta 157, en Los Aguirre. Así llegaba al final un nuevo secuestro extorsivo en la provincia, el cuarto en menos de dos años. Los fantasmas y el temor por un hecho grave volvieron a sobrevolar la provincia. Otra vez Villa 9 de Julio apareció como el escenario donde se produjo un delito común de zonas de fronteras y donde residen los protagonistas. Otra vez la Policía, la Justicia ordinaria y la Federal se movilizaron por un caso de estas características. Otra vez surgieron un sinfín de interrogantes. Algunos de ellos ya tienen respuestas, otros no.

1- ¿Cómo comenzó todo?

- Cerca de las 21.30, Vilma Daniela Urrejeola denunció que se encontraba cocinando en su casa de 1° de Mayo 1.050 cuando escuchó unos ruidos en la calle. Al salir, descubrió que tres hombres fuertemente armados tenían reducido a su hijo, Luis Paradi, de 23 años. La mujer dijo que se trataba de una escopeta, pero los hombres de la fuerza estiman que se trató de una ametralladora. Lo hicieron subir en una camioneta VW Amarock gris y partieron con rumbo desconocido a toda velocidad.

2- ¿Por qué se sabe que fue un secuestro?

- Los miembros de la banda se comunicaron telefónicamente con los familiares de la víctima. En un primer momento le pidieron $ 200.000 para liberarlo.

3- ¿Cómo fueron las negociaciones?

- Tensas, muy tensas. Ayer se viralizó un audio donde se mostró la charla que mantuvieron los secuestradores con el hermano y el suegro, identificado como “Pepe”, pero que se trata de José Mora, suegro de la víctima y reconocido dirigente del justicialismo de Villa 9 de Julio. Además del dinero, los parientes tuvieron un elemento extra para presionar: el celular que se les había caído a los delincuentes y en cuya funda interior había una tarjeta Alimentar.

Este es tan solo un fragmento del dramático y revelador audio que se viralizó ayer, en el cual se puede escuchar parte de la negociación.

- José Mora: Compañero…

- Secuestrador: ‘Pepe’, me llamo Ernesto… Ya tenés la camioneta…

- Mora: Escuchame… Han volteado el celular… Está lleno de fotos. Ya lo tiene la ‘rati’… Ya la empezamos a compartir…

- Otro secuestrador: Mentira. El celular está bloqueado…

- Suegro: ¡¿Querés que te la mande la foto?! ¡Ya te la mando!

- Víctima: No ‘Pepe’ no le digás nada a la Policía… No llamen a nadie…

- Hermano de la víctima: ¡Le están pegando, le están Pegando!

4- ¿Qué pasó al final?

- La familia terminó juntando el dinero y pagó el rescate. Según los allegados a la víctima, fueron $ 200.000, pero para los investigadores no pudieron reunir más de $ 170.000. Existen dos versiones sobre cómo se produjo la entrega del dinero. Ambas coinciden en que lo dejaron en un lugar cercano al Mercofrut. Los allegados dijeron que la Policía les sugirió que se encargarían de esa parte para atrapar a los secuestradores cuando pasaran a recogerlo, pero el plan fracasó. Los familiares dudan que hayan dejado el dinero y que Paradi, en realidad, fue liberado porque los delincuentes se sintieron presionados por las pruebas que tenían en su contra.

En la fuerza desmintieron categóricamente esa versión. Señalaron que pese a su férrea oposición, se encargaron de dejar el dinero en el lugar que ellos habían pactado y del que no estaban al tanto.

5- ¿Cómo terminó el secuestro?

- Paradi fue abandonado en un lugar totalmente despoblado. Lo hallaron caminando, afectado por una crisis de nervios y con signos de haber recibido una dura golpiza. Fue trasladado a la seccional 10ª donde se le pidió que contara todo lo que había sucedido. Pero no hubo manera de convencerlo. Él, ni ninguno de los miembros de su familia, quisieron acusar a alguien por el secuestro.

Tampoco explicaron por qué habían borrado las fotos de los delincuentes que horas antes habían subido a las redes sociales para escracharlos y denunciarlos públicamente como autores del grave delito que habían cometido.

6- ¿Qué pasó entonces?

- La Policía, pese a la negativa de la víctima, continuó con la investigación. Se negó a devolverle el celular de uno de los sospechosos e inició actuaciones de oficio. Se comunicaron con la fiscalía Criminal I que conduce Claudio Bonari. Al cierre de esta edición no se había confirmado si declinó la competencia, ya que el secuestro extorsivo es un delito que debe ser investigado por la Justicia Federal.

7- ¿No hay datos de los integrantes de la banda?

- Los integrantes de las bandas ya fueron identificados, al menos cuatro de ellos. Las primeras versiones indican que podría estar involucrado al menos un miembro del clan Toro, uno de los grupos sospechados de dirigir una organización que se dedica al narcomenudeo en Villa 9 de Julio. Otros dos sospechosos residirían en el barrio Soeme y, un cuarto, en Villa Mariano Moreno. Al cierre de esta edición, personal de Investigaciones realizaba tareas para dar con los autores del hecho.

8- ¿Cuál habría sido el móvil del secuestro?

- Los investigadores manejan diferentes hipótesis, pero hasta el momento no hay ninguna confirmada. Se habla de una posible vinculación con el microtráfico de la droga, de una supuesta deuda económica de la víctima con los secuestradores y hasta una diferencia generada por otra actividad ilícita.

Sí está prácticamente descartada que una banda secuestre a una persona para cobrar un rescate de $ 200.000. “Los delincuentes no se van a jugar a cometer semejante delito por esa suma de dinero. Si son cuatro los miembros, a cada uno le quedará $ 50.000, lo que no les alcanza ni para comprarse una moto”, explicó una fuente cercana a la investigación.

Los pesquisas no se olvidan que los secuestradores se movilizaban en una camioneta de alta gama con armas que ni los miembros de la fuerza poseen. “Hay algo por detrás que estamos tratando de descubrir”, insistió la fuente.

9- ¿A qué se dedicaba la víctima?

- Los allegados confirmaron que es el propietario de un comercio gastronómico de la zona y que está casado con la hija de un importante dirigente del PJ de Villa 9 de Julio que es muy conocido en el oficialismo por la tarea social que desarrolla. No tiene ningún antecedente penal, ni tampoco lleva una vida cargada de lujos. En realidad, no puede ser considerado como un buen blanco para ser víctima de un secuestro extorsivo.

Postura oficial: el secretario Ibáñez informó sobre las medidas que tomó la fuerza

“Se analizarán todas las informaciones, datos y pruebas para establecer la verdad sobre el hecho. Hasta ahora las hipótesis son muy variadas y se continuará indagando para esclarecer lo ocurrido”, señaló el secretario de Seguridad Luis Ibáñez al referirse al secuestro que sufrió el joven gastronómico de Villa 9 de Julio. El funcionario, en una entrevista con LA GACETA, agregó: “Todas las averiguaciones realizadas fueron puestas a disposición de la Justicia, de la Fiscalía de Instrucción Criminal de la I Nominación, que brinda todas las instrucciones para avanzar en la investigación”.

Las respuestas que se conocen de un enigmático secuestro extorsivo

El secretario de Seguridad indicó además que “como parte de la investigación se están analizando las imágenes de las cámaras ubicadas en el trayecto enunciado por la víctima que realizaron después de haber sido secuestrado y se someterá a exhaustivas pericias un teléfono celular que uno de los perpetradores dejó caer en la vivienda de la víctima”.
Por otra parte, trascendió que las diferentes fuerzas federales enviaron ayer después del mediodía informes al Ministerio de Seguridad de la Nación sobre lo ocurrido en nuestra provincia. Los voceros dijeron que desde Buenos Aires están muy atentos al caso que se registró en Tucumán.

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