Naranjas agrias que se vuelven un manjar dorado

Naranjas agrias que se vuelven un manjar dorado

Los jueces de LA GACETA y el Ente Cultural otorgaron el premio en la categoría mayores a la receta de familia que presentó María Esther Silberman.

María Esther Silberman. María Esther Silberman.
26 Julio 2020

“El dulce de naranjas agrias es una confitura heredada de la familia de mi madre. Mi abuela materna, Alegre Pinto, nació en Marruecos”, explica María Esther Silberman, cuya receta obtuvo el premio del jurado en la categoría mayores. La ganadora narra en detalle cómo fueron las influencias culturales de sus ancestros inmigrantes, de Marruecos a Jerusalén y luego a la Argentina. “Mi madre y sus hermanas heredaron el gusto por la buena cocina. A la comida judeo-árabe sumaron recetas de la gastronomía sefaradí y por supuesto ¡las típicas empanadas tucumanas! En cuanto al dulce de naranjas agrias fue una feliz coincidencia que en esta capital tengamos sus árboles y tal como en Marruecos, se los ve en las calles. Aprendí de mi madre el procedimiento para elaborar este dulce. Aprovecho para hacerlo cuando es la temporada en que los naranjos iluminan nuestra ciudad con sus miles de frutos anaranjados”, explica.

Acerca del espacio que la conjunción de culturas tiene en la gastronomía, Silberman opina que cuando se encuentran etnias con sus propios usos y costumbres hay influencias entre ellas. “Si nos referimos a la dieta alimenticia de la cocina judía, sea árabe o sefaradí, hay que aclarar que ciertos productos no están permitidos para su consumo porque, según las leyes del Levítico, no son ‘aptos’. En numerosos casos podríamos hablar de una negociación, de alternativas posibles para la elaboración de ciertos platos, en cuya preparación se incluye algún producto no apto, según la religión hebrea”, detalla.

Acerca de qué le transmiten los sabores, traza una fuerte asociación con estados emocionales, con festejos familiares y con momentos de la vida cuando en el hogar se hacían las comidas preferidas. Confiesa que disfruta preparando tanto especialidades saladas como dulces. “Y estoy atenta, si pruebo algo diferente, para poderlo realizar en mi cocina”, añade.

“Si tenía la suerte de ganar en este concurso, que atrajo a mucha gente valiosa y emprendedora gracias a la iniciativa del Ente Cultural y a LA GACETA, había prometido que haría una donación para ayuda social a una institución de la provincia”, dice al anticipar el destino que tendrán los $10.000 del premio.

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