Ricardo Vilca, el maestro de la Quebrada

Ricardo Vilca, el maestro de la Quebrada

La gente del palo del rock asocia su nombre con la canción Guanuqueando que alcanzó popularidad, en 2002, cuando Divididos la incluyó en su disco Vengo del placard de otro y sonaba en las radios. Tan sólo cinco años después, en junio de 2007, el músico jujeño falleció, pero dejó una obra que, a medida que es escuchada en profundidad y estudiada, va tomando una nueva dimensión.

26 Julio 2020

Por Ulises Rodríguez

PARA LA GACETA - CÓRDOBA

La figura del artista quebradeño va resurgiendo en la memoria y entre los más jóvenes. En 2017 la cantautora Nora Benaglia editó el libro El maestro de la Quebrada que reúne fotos, entrevistas y las partituras -inexistentes hasta entonces- para acercar a lectores y músicos a la obra de uno de los mayores compositores que dio la provincia de Jujuy.

“Ricardo transitaba la música y la vida como una sola cosa y conocerlo me marcó para el resto de la travesía. En lo que respecta a la música aprendí otra manera de hacer música en vivo, desde la conexión que se genera con los demás músicos y el público tanto en lo ritual como en el disfrute. En realidad creo que influyó en mi vida y desde allí en mi arte”, dice a LA GACETA Benaglia, que vive en Tilcara desde 1997 y compartió escenario con Vilca en varias oportunidades.

El documental

En septiembre de 2019, en el Festival de Cine de las Alturas de Jujuy, la película que obtuvo el premio del público como Mejor Documental fue Vilca, la magia del silencio, dirigida por Ulises de la Orden y Germán Cantore. El film tenía previsto su estreno en salas para el mes de mayo, pero la emergencia sanitaria lo impidió así que los directores están realizando funciones virtuales a través de Vimeo a modo de pre-estreno (la próxima será el próximo viernes 31 y la información para ingresar se encuentra publicada en facebook/polosurcine o en la página www.ulisesdelaorden.com).

Con archivos que hasta el momento no habían salido a la luz; otros que guardaba de la Orden de cuando filmó el documental Río arriba (2006) que fue musicalizado por Vilca; y testimonios de sus hijos, de su ex esposa y de músicos amigos, el documental es una muestra más de la sensibilidad de este artista que se expresaba desde la conexión con su tierra.

“La motivación fue natural porque nos encontramos con un artista increíble, sencillo y humilde que nos transportaba con su música. Con Ulises teníamos unas 20 horas de material de Ricardo tocando en varios shows en vivo y en su casa de Humahuaca. Veníamos planeando hacer un documental pero Vilca se nos fue de repente y no supimos qué hacer en ese momento de tristeza hasta que decidimos retomarlo”, dice Cantore a LA GACETA.

El documental recorre los paisajes de la quebrada y la puna que Vilca, en su tarea de maestro rural, supo habitar y que inspiraron una música en la que sopla el viento andino. “Por la emoción que generó en el público, con el estreno en Jujuy, da la sensación de que Ricardo está un ratito vivo de nuevo”, afirma el co-director.

Reconocimiento póstumo

Micaela Chauque, cantautora, luthier y docente de música en Humahuaca enseña a sus alumnas y alumnos a tocar y cantar la música de Vilca.

“Sentimientos, El canto del tero tero y Guanuqueando son canciones que suenan en clase y que transmiten una pintura de nuestra tierra y su gente creadas por un artista que luchó desde la música para revalorizar la cultura andina”, manifiesta a este diario.

Según la artista quebradeña, “con Ricardo está sucediendo algo similar a lo que ocurrió con el Cuchi Leguizamón hace 20 años. Se lo está descubriendo de a poco y hoy son los changos los que más lo difunden”.

Los músicos ligados al rock fueron -y son- los que más valor imprimieron a la obra de Vilca. Además de interpretar Guanuqueando, Divididos lo homenajeó recientemente al grabar con los músicos que lo acompañaban el tema Nada tengo.

Anteriormente, con Vilca en vida, León Gieco le había puesto letra a Rey Mago de las nubes (o Plegaria de sikus y campanas). El ex de los Redonditos de Ricota, Skay Beilinson, lo invitó a compartir escenario en el Cosquín Rock de 2006. El grupo Me darás mil hijos organizó un recital en tributo a Vilca en 2015. Y el Bahiano (ex Los Pericos) bautizó a su disco de 2011 con el nombre del tema de Gieco y Vilca.

“Ricardo sigue generando cosas como por debajo de la tierra. Su música es la raíz que nos sostiene a muchos y nosotros somos sus brotes. Él sigue recorriendo esas profundidades aunque no se lo vea y va a seguir brotando mil veces más”, concluye Nora Benaglia.

© LA GACETA

Ulises Rodríguez – Periodista y crítico de cine.

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