Un empresario se resistió a un asalto y repelió a los ladrones

Los delincuentes irrumpieron armados en un bar y encararon a la víctima directamente. Un asaltante fue detenido. Los presentes le retuvieron un revólver, una pistola y una moto, que luego entregaron a la Policía.

ESCENA. El bar de la GNC, donde se registró el ataque al empresario. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI ESCENA. El bar de la GNC, donde se registró el ataque al empresario. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
02 Julio 2020

El martes, a las 17.15, dos desconocidos ingresaron al bar de una estación de servicio GNC, ubicada en avenida Roca y diagonal Juan XXIII. Buscaron a una persona en particular y, a punta de pistola, se dirigieron hacia la mesa para pedirle sus pertenencias.

“Ayer (por el martes) me senté a tomar un café en el barcito de la GNC Santa María, donde habitualmente vengo. Conversaba con un encargado de mi empresa, cuando entraron dos hombres cubiertos con cascos de moto. Desenfundaron sus armas y me apuntaron a la cabeza”, relató Eduardo “Coquito” Reinoso, empresario de transporte y dirigente de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC).

“‘Dame todo, dame todo: cadenas de oro, relojes y celular’, me dijeron. Parecía una broma al principio, hasta que intentaron agarrarme. Ahí, forcejeé con uno de ellos. A ese tipo logré reducirlo y quitarle el arma, pero el otro me pegó con la culata de su pistola y salió del bar”, describió.

Desesperados y ante la posibilidad de que los disparos protagonizaran una tragedia, los clientes se levantaron y corrieron fuera del lugar. Reinoso aprovechó la confusión para ir detrás del otro ladrón. “Me levanté y salí a buscar al segundo delincuente. Lo derribé cuando se subía a la moto para escapar. Lo desarmamos con ayuda de algunos transeúntes y lo retuvimos hasta que llegó el 991. Aunque el primer agresor logró escapar”, contó el empresario. El acusado, de 28 años, fue detenido durante la intervención de personal de la seccional 3ª, a cargo de Alfredo Díaz.

“La resistencia fue mi reacción normal. No les temí a pesar de que representaban un gran peligro. Las dos armas con las que me atacaron estaban cargadas y quedaron a disposición de la Policía”, enfatizó el transportista.

Hubo otra cuestión durante el hecho que la víctima no dejó pasar por alto. “Por cómo fue el ataque, parece que los delincuentes me tenían estudiado. Entraron en un bar lleno de personas y encararon directo hacia mí. No escatimaron en más nada”, subrayó. También indicó que realizaron la denuncia en la seccional 3a, donde quedaron los elementos secuestrados: una pistola marca Tanfoglio, un revólver calibre 32 y la moto Motomel 125 cc sin patente, en la que los atacantes se movilizaban. “El prófugo estaría identificado y tendría antecedentes importantes”, dijo por último.

Temas Inseguridad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios