“Es espantoso llegar y ver que te volvieron a robar”

“Es espantoso llegar y ver que te volvieron a robar”

Denuncian constantes ataques a un vivero.

Rodolfo Aranda / Archivo Rodolfo Aranda / Archivo
02 Julio 2020

“Nos han robado siete veces en menos de 20 días. No podemos seguir así. Tenemos este vivero hace muchos años y hemos sufrido muchos ataques, pero esta vez fue el colmo”, explicó Sara Tuma, dueña del semillero ubicado en avenida Belgrano a 3.900, en la capital. Los propietarios estimaron una pérdida de $ 100.000, aproximadamente, entre los productos sustraídos.

A lo largo de los años, los propietarios fueron invirtiendo en reforzar la seguridad del local, aunque nada les habría dado resultado hasta ahora. “En su momento, tuvimos un sistema de seguridad y luego cambiamos a otro para resguardarnos. Este último funcionó por un tiempo”, contó Rodolfo Aranda, concejal de la ciudad de Yerba Buena y esposo de Tuma.

“Invertimos en iluminar más el lugar y en poner un sistema de cámaras de seguridad y sensores de movimiento. Lo único que no intentamos aún es contratar un servicio de vigilancia presencial, ya que eso resulta mucho más costoso para el comercio”, explicó Ávila.

Con respecto a la ola de robos, los propietarios recordaron que, en junio pasado, los ladrones se habían llevado paquetes de productos químicos. “El precio de estos elementos en el mercado oscila entre los $ 15.000 y los $ 20.000, dependiendo del componente”, le aclaró Tuma a LA GACETA.

En otros ataques, los delincuentes robaron bolsones de semillas de césped, macetas plásticas, plantas, ménsulas y otros elementos de herrería. Los dueños calcularon una pérdida de $ 100.000 en total, aproximadamente, entre todos los elementos sustraídos.

“La indignación es grande, es espantoso llegar y tener que ver que te volvieron a robar algo. Es una amargura que deprime mucho a cualquier comerciante”, manifestó Ávila. También señaló que realizó las denuncias por los diferentes casos en la seccional 12ª, que comprende a ese sector de la ciudad. Sin embargo, aún no obtuvieron novedades sobre la identidad de los autores.

“Es una empresa familiar y así no se puede aguantar, menos con la realidad que atraviesan los comercios hoy por hoy. Estuvimos cerrados durante la pandemia, lo que implica haber tenido que afrontar gastos sin la fuente de ingreso”, lamentó la dueña.

Temas Inseguridad
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