Se recibió la primera arquitecta en plena cuarentena

Se recibió la primera arquitecta en plena cuarentena

Cinthya Gramajo hizo la presentación de su proyecto final por Zoom, obtuvo la nota máxima y es la primera graduada de la FAU en tres meses.

FESTEJO EN FAMILIA. Cinthya Gramajo, al centro con camisa blanca, celebró la graduación con sus parientes. FESTEJO EN FAMILIA. Cinthya Gramajo, al centro con camisa blanca, celebró la graduación con sus parientes.
28 Junio 2020

Pasaron más de tres meses desde que empezó la cuarentena en nuestro país y, pese a las flexibilizaciones que rigen en la provincia, las puertas de las instituciones educativas siguen cerradas. No obstante, en el camino de superar los obstáculos que genera la pandemia, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán logró su primera graduada desde que comenzó el confinamiento.

Cinthya Gramajo pudo hacer su presentación de proyecto final el jueves de manera virtual. Los profesores la evaluaron desde el otro lado de la pantalla y puntuaron con la nota máxima a la primera egresada de la Facultad desde marzo. “Vengo preparando la tesis, el proyecto final de carrera, desde el año pasado. Estaba listo para presentarlo en la mesa de ese mes y justo pasó lo de la cuarentena, entonces quedó ahí...”, contó Cinthya, durante una entrevista telefónica con LA GACETA. Ella debió esperar más de tres meses para presentar un proyecto que ya estaba terminado, y por fin logró festejar el título.

Raro, pero emotivo

Muchos estudiantes universitarios esperan ansiosos el día de la graduación; se imaginan saliendo del aula (o del taller, en el caso de muchos arquitectos) donde dan el último examen para encontrarse con numerosos familiares y amigos esperándolos en la puerta para festejar. Pero para los graduados durante la pandemia de covid-19 no puede ser así.

“Fue diferente. Es como que toda tu vida planeás e imaginás recibirte de una forma; fue algo raro”, explicó. De todas formas -apuntó- fue muy emotivo y no pudo ocultar su felicidad.

Hizo la presentación desde su casa, y también allí festejó con ocho de sus familiares más cercanos, para no exceder la cantidad permitida de asistentes por las regulaciones. Luego, sus amigos la acompañaron con una caravana de autos que paseó por la capital anunciando la recibida entre clásicos bocinazos.

Demora

No le fue fácil llegar hasta aquí: cuando le faltaban pocas materias, Cinthya quedó embarazada y sus planes de graduación se vieron atrasados.

“Estuvimos muy contentos al enterarnos, pero fue difícil con la Facultad. Justo estaba terminando la carrera, me quedaban sólo tres materias... Lloré, no sabía qué iba a ocurrir con mis estudios; pero pasó que me ayudó a tener más fuerzas para seguir estudiando. También me ayudaron los profesores, con consejos y siempre predispuestos a sacarme las dudas”, recordó. Ella tomó la llegada de su hijo Benjamín como una alegría y un paso más de su proceso de madurez.

Hoy, dos años después, con su hijo en brazos y planeando el casamiento con su novio, Sebastián Casal, Cinthya entendió que todos sus esfuerzos y sus madrugadas de estudio valieron la pena.

“A las mujeres que estén por tener un hijo les aconsejo que no se ‘tiren abajo’; pueden seguir con la carrera y recibirse. Uno piensa en recibirse, casarse y tener un hijo; yo hice eso, pero todo desordenado. No importa el orden de las cosas, sino lograr hacer lo que a uno le gusta”, sostuvo.

Vocación

Aunque no lo supo hasta que entró en la universidad, su vocación estuvo siempre ligada a la arquitectura.

“Cuando era niña me gustaba pintar, arreglar, acomodar objetos, decorar mi habitación... No me daba cuenta de que quería dedicarme a esto, pero siempre tuve una mente creadora”, recordó de sus días de infancia.

Llegado el momento, cuando terminó el colegio, se sentó en la mesa para hablar con su papá y le planteó que quería estudiar diseño de moda. “Me dijo: ‘Cinthya, a vos te gusta construir, arreglar... ¿por qué no te dedicás a algo así?’. Pensé que él tenía razón y me inscribí en la Facultad de Arquitectura”, contó.

Se decidió, se anotó en la carrera y, con las inseguridades que genera ser nueva en algo, comenzó. “La realidad es que uno nunca sabe si le gusta hasta que ingresa. Entré y me encantó; hasta el día de hoy estoy segura de que me quiero dedicar a esto”, resumió.

Problema resuelto

En un contexto que agarró desprevenidas a las autoridades de las instituciones educativas, los directivos de la Facultad lograron reaccionar y ya comenzaron a evaluar los proyectos finales, las últimas materias o las tesis.

“Hace tiempo que aspirábamos a resolver los casos de los estudiantes que están en las últimas instancias de la carrera y estamos contentos de haber comenzado a solucionar ese tema”, destacó Juan Ramazzotti, decano de la FAU.

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