Nuevo impulso energiza a la orquesta infanto juvenil Chivo Valladares

Nuevo impulso energiza a la orquesta infanto juvenil Chivo Valladares

El Ministerio de Cultura de la Nación relanza el paralizado programa Andrés Chazarreta.

EN LA BATUTA. Rony López dirige la formación Chivo Valladares. EN LA BATUTA. Rony López dirige la formación Chivo Valladares.

El programa social de Orquestas Infantiles y Juveniles Andrés Chazarreta que impulsa el Ministerio de Cultura de la Nación está siendo relanzado mediante un ciclo de talleres virtuales hasta el sábado, para los integrantes de cada compañía. El propósito es potenciar su presencia territorial y generar un reposicionamiento en el panorama musical, con formación, conciertos y entrega de nuevos instrumentos.

En Tucumán, esta noticia alegra especialmente a la orquesta popular Rolando Chivo Valladares, la única de la provincia que integra ese plan, dentro de la treintena que hay en todo el país. Su director, Rony López, recuerda que hace 12 años están en esa estructura federal, que les permite articulación local y nacional, obtención de instrumentos y espacios de capacitación desde el Ministerio central. El pago de los sueldos al equipo docente está a cargo de cada provincia y en Tucumán hay un convenio con el Ente de Cultura que atiende el desembolso de seis salarios: el director, los cuatro capacitadores (uno por cada línea de instrumentos) y la coordinadora territorial.

“El programa nació con mucha fuerza en la gestión presidencial de Néstor Kirchner. Tiene una característica que es única, porque nunca antes se había creado orquestas de niños y jóvenes con la matriz de música folclórica popular, que es su marca distintiva. En América Latina y en el mundo entero se encuentran formaciones de esos rangos etarios, pero con corte académico, inspiradas en el modelo de orquesta europea y dedicadas a la música clásica. Muchas luego recrean obras populares, pero no desde su nacimiento”, afirma el referente en la provincia.

López resalta que los instrumentos que reciben están enfocados, precisamente, en el sonido folclórico argentino, con guitarras criollas, charangos, quenas, sikus, cajas chayeras, bombo legüero y otros autóctonos de Venezuela, Perú y Bolivia. “El violín se usa por su presencia popular latinoamericana, en referencia al repertorio que se elige, porque lo que se busca es que se descubra y revalore esa música con su contexto ideológico, social y cultural”, precisa.

El músico tucumano resalta que la idea original surgió del charanguista Rolando Goldman, quien está a cargo ahora de su revitalización, luego de la paralización que sufrió el desarrollo del proyecto durante la gestión de Mauricio Macri. “En esos cuatro años hubo muchos problemas e incluso una suerte de persecusión ideológica, con despidos incluidos. El parate nos generó muchas carencias en instrumentos y asesoramientos. Ahora tenemos muchas expectativas y una nueva energía e impulso para profundizar el trabajo territorial en los barrios con la renovación de ideas y propuestas”, destaca.

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