Sufrieron con el dengue, temen pasar lo mismo con la covid-19

Sufrieron con el dengue, temen pasar lo mismo con la covid-19

El Siprosa comenzó a tomar la fiebre en La Costanera, en un nuevo programa preventivo de contagios. No hubo casos sospechosos en el primer día de trabajo. Miedos de los vecinos

CASA POR CASA. Las cuadrillas de trabajadores de la salud tomaron la temperatura en cinco cuadras del barrio. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio CASA POR CASA. Las cuadrillas de trabajadores de la salud tomaron la temperatura en cinco cuadras del barrio. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio

Información puerta a puerta. “Hola, voy a hacer un test. Le voy a acercar un papel y usted me dirá qué olor siente”, le dijo un agente sociosanitario a Soledad Guzmán en la puerta de su casa en La Costanera. Ella pasó la prueba de olfato, le tomaron la temperatura y le dieron una rápida capacitación de los síntomas de coronavirus, de las medidas de prevención de contagio y de los sitios a dónde acudir en caso de tener síntomas. Esa escena se repitió en todas las casas del sector norte del barrio, en la primera etapa del programa Búsqueda Activa de Febriles que realiza el Ministerio de Salud de la provincia en 20 barriadas. El objetivo es cubrir 180 barrios en Tucumán.

Equipos de trabajadores del Siprosa cubrieron ayer las primeras cuadras del barrio, acompañados por vecinos y organizaciones sociales. La banda sonora de la tarea fueron las voces de Zulma Juri, Manuel Romano -trabajadores de ATE- y Jaqui Ponce -una vecina del barrio-, comentando por parlantes desde una camioneta que se trataba de un operativo de salud. “Nos tenemos que cuidar entre todas las vecinas y vecinos, la salud es un tema de todos”, se escuchaba a varias cuadras de distancia. En carpas dispuestas en el ingreso al barrio, junto a distintas consultas, se colocaban vacunas a adultos que integran grupos de riesgo, niñas y niños. Se cubrieron cinco de 18 cuadras del sector norte. Cerca de 12.000 personas viven en el barrio.

La doctora Yolanda Breppe, directora del Área Operativa Noreste del Área Programática Centro del Siprosa, aseguró que el balance fue positivo: “no hubo casos sospechosos. Se colocó la vacuna antigripal a adultos mayores que no la tenían. Se completó también el calendario de vacunación a niñas y niños. Si hay un cambio de escenario, que esperamos que no ocurra, nos permite estar organizados tanto en el sistema de Salud como con vecinos voluntarios y organizaciones para trabajar juntos, porque Salud sola no puede”.


Preocupación

Dora Ibáñez y Blanca Ledesma charlaban contentas de ver el operativo. “Enhorabuena que se haga esto, para saber si estamos o no con el virus en el barrio. Somos un barrio vulnerado, somos muchas personas humildes que vivimos de cartonear o de la venta ambulante, nos hacen falta muchas cosas. Lo que nos da miedo es que si hay casos de coronavirus en el barrio, ocurra como con el dengue, que nos agarró a todos”, comentó Ibáñez. “Soy diabética y me agarró muy fuerte dengue. En mi familia a todos nos dio dengue. Hacen falta muchas cosas en el barrio, creo que sería bueno tener un CAPS 24 horas, porque hay médicos muy buenos aquí, emnencias, pero a veces sentimos que no dan abasto”, agregó la Madres del Pañuelo Negro.

Ledesma puso el foco en los jóvenes con problemas de adicción al paco o a pegamento. “Cómo le hacemos entender a los hijos adictos que no pueden fumar de la misma pipa los dos, que no pueden compartir un cigarrillo. Que tienen que usar barbijo en la calle. Necesitamos que haya una explicación para esos casos, para que entiendan el riesgo. El problema también es que acá casi todos vivimos hacinados, en mi casa vivo amontonada con mi marido, mi hija y sus hijos, mi hijo con su esposa y su bebé”, comentó la mujer, de 58 años. También comparte el miedo de que, si hubiera casos de covid-19, el nivel de contagio sea similar al del dengue: “todo el mundo tuvo dengue acá, a mí también me picó. Estuve 20 días en cama, con vómitos, no podía ni tomar agua. Perdí siete kilos. La fiebre es tremenda. Por suerte a donde fui me atendieron muy bien los médicos”.


Información

El psicólogo Emilio Mustafá, trabajador estatal y coordinador de un grupo de recuperación de las adicciones, destacó la tarea del Siprosa y la coordinación con el comité barrial de emergencia. “Esto es muy importante porque bajará mucho la ansiedad de los vecinos. Se visibiliza además a los jóvenes en situación de consumo como población de riesgo, que son muchos y que consumen inhalantes. Es importante pensar protocolos específicos para esta población”, explicó. “Estamos trabajando para hacer videos breves donde vecinos y vecinas, muchos chicos del barrio, comenten los síntomas del dengue, del covid, qué hacer ante cada caso, dónde consultar y qué medidas de prevención tomar, para que se divulgue por Whatsapp o por Facebook. Es para uso interno del barrio, contando de manera sencilla para clarificar, explicar, orientar y evitar la divulgación de rumores. Muchos tienen un nivel de alfabetización bajo y se manejan con audios y videos, así que será una comunicación a la altura de todos”, explicó.

“Va a ser algo muy útil. Sobre todo porque los chicos con problemas de adicción al paco pueden ser los primeros en contagiarse. Me preocupa porque fui uno de ellos, empecé a los 17 años y recién pude salir a los 28. Es difícil”, comentó Ezequiel Pérez, que se recuperó de su adicción al paco en un grupo de la Secretaría de Adicciones de la provincia. “Saldré en uno de los videos porque es una situación que preocupa mucho y porque servirá para que todos entendamos qué hacer con coronavirus. También contaremos en el video qué se siente tener dengue, para que mantengamos el cuidado todo el año. Todos en mi casa tuvimos dengue, es horrible, por eso tenemos que cuidarnos”, finalizó.

El opertivo del primer día terminó a las 13, con agentes sociosanitarios aplaudiendo junto a vecinos y vecinas.

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