Reporte Rural: encienden las alertas por amenaza de langostas

Reporte Rural: encienden las alertas por amenaza de langostas

Una manga de dimensiones que genera temor sobrevuela el norte de Santa Fe. En el NOA ya se activaron los organismos, públicos y privados, que monitorean la plaga. Pero se coló una situación inesperada: la prohibición de circular debido a la covid-19 puede afectar las tareas de las cuadrillas. En una reunión que se hizo ayer ya se conversó este tema.

Las langostas vuelven a ser una noticia -no sólo en los medios agropecuarios, sino en general-, debido a la envergadura de la manga que se mueve en las zonas adyacentes al norte de Santa Fe, pasando por Formosa y por Chaco.

La manga detectada mide unos 10 km de largo por 8 km de ancho; y se desplaza entre 100 km y 150 km por día. A raíz de esas dimensiones, preocupa y asusta.

La especie es la denominada langosta sudamericana (Schistocerca cancellata). “Se agrupan en mangas y se alimentan de todo tipo de vegetación”, destacó en un informe la licenciada en Biodiversidad Daniela Vitti, del INTA Reconquista.

Las langostas se encuentran en su etapa adulta. En ese estadio vuelan en grandes territorios, no generan grandes daños; y si lo hacen, son muy puntuales. Se reproducen y desovan en el suelo; desde ahí eclosionan y nace una nueva generación de langostas. En el estado de crecimiento -llamado estado ninfal o juvenil- son muy voraces y las pérdidas en los cultivos pueden ser devastadoras.

“Estos agrupamientos son capaces de consumir una cantidad de cultivos equivalentes al alimento que necesitan 2.500 personas en un día”, alertan los especialistas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

El momento oportuno para realizar el control es durante su etapa juvenil -o etapa de saltonas-, cuando no vuelan y se encuentran comiendo la vegetación al ras del suelo. Si durante su etapa adulta forman mangas, el control resulta más complejo.

Esta información hace que las autoridades responsables de monitorear y de controlar esta plagan se ocupen del tema y trabajen de manera conjunta con otros organismos públicos y con asociaciones privadas, para enfrentar a estos insectos, a veces impredecibles.

Para el NOA, región formada por las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja no es algo nuevo. En distintos grados, la zona viene sufriendo la presencia de esta plaga milenaria desde 2015. Y desde entonces que están trabajando para estar preparados por si los insectos aparecen nuevamente.

Ayer, por medio de diversas formas de comunicación, trabajaron distintos estamentos públicos con el objetivo de preparase y de organizarse para enfrentar a esta plaga en medio de la pandemia de covid-19, que afecta a todo el mundo.

La idea es seguir apuntalando al Programa Nacional de Langostas y Tucuras, desarrollado por el Senasa y que actualmente coordina Héctor Medina. Este programa permite la articulación entre el sector privado y todos los organismos e instituciones del Estado para lograr un adecuado monitoreo y control de la plaga.

Esta articulación entre los organismos está cumpliendo con el objetivo central de prevenir impactos de las mangas en los cultivos y de aprovechar los recursos humanos y materiales aportados por instituciones nacionales, provinciales, municipales y de productores, para profundizar tareas de monitoreo y control.

Legislación

Actualmente la reglamentación vigente -artículo 6° del Decreto-ley N° 6.704- indica que los propietarios de los inmuebles afectados por la plaga deberán controlar esta con personal y con elementos suficientes en toda la extensión de su propiedad, desde el momento de la aparición de los insectos y continuarlo hasta que lo determinen los organismos sanitarios. En este artículo también se especifica que los organismos de control fitosanitario deben brindar toda la colaboración solicitada, por lo que la responsabilidad del control es de todos.

Esto se debe a que cuando la langosta explota demográficamente no respeta fincas, calles, accidentes geográficos ni fronteras: el problema es de todos.

El inconveniente que se suma en estos días es la covid-19, que cerró las rutas y los caminos para la circulación de las personas.

Esto representa un impedimento para las cuadrillas que deberán moverse para controlar la plaga en tiempo y forma si llegara a aparecer por esta región. Debido a esto, las autoridades también analizan este asunto.

Se deben observar todos los aspectos para aplicar las estrategias que tiene el programa nacional de control de la langosta para, de ese modo, alcanzar el objetivo de disminuir su densidad poblacional a niveles que no generen grandes perjuicios a los cultivos por donde se mueve la plaga.

Seguir trabajando en conjunto y en forma coordinada es primordial, teniendo un objetivo claro de lograr que esta plaga no genere grandes daños.

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