Ecovivienda en un asentamiento: nuevos sueños en tres toneladas de plástico

Ecovivienda en un asentamiento: nuevos sueños en tres toneladas de plástico

En el barrio Ampliación ATE se construyó la primera vivienda de ecoladrillos, hechos con botellas de plástico rellenas de desechos del mismo material. La dueña tenía dudas; ahora está feliz con el resultado.

Ecovivienda en un asentamiento: nuevos sueños en tres toneladas de plástico PRENSA MUNICIPALIDAD DE SAN MIGUEL DE TUCUMÁN

El 1 de mayo Verónica López recibió una propuesta: “vamos a hacerte la casa con botellas de plástico”. Dos cosas dice ella que sintió: agradecimiento, por un lado; y dudas por el otro. “Sobre que ya vivo como marginal, más marginal todavía con una casa de botellas. Eso fue lo que pensé primero”, confiesa la cocinera.

“Vero” vive en el barrio Ampliación ATE, allá por la (ahora) avenida Américo Vespucio al 3.500. Es una zona de casas precarias, asentamientos y pocos o ningún servicio público. Se hizo penosamente conocido cuando en abril de 2002 una nena llamada Barbarita lloró de hambre en vivo en la televisión. Mientras la casa de Verónica termina de levantarse, la Municipalidad está convirtiendo en avenida la calle Américo Vespucio, entre Gorriti y Vicente Gallo. “Es increíble cómo nos cambió la vida en poco tiempo. Yo ahora, de un día para otro, vivo al frente de una avenida”, dice “Vero”.

Una casa y además ecológica

”Tenía, entonces, esas dudas... De cómo iba a quedar mi casa -contínúa su relato Verónica- hecha con basura. Pero después Fredy (el concejal Alfredo Toscano, se informa en la segunda nota) me empezó a mostrar videos de cómo se hacían los ecoladrillos y de cómo quedaban las casas. Y también la cantidad de plástico que se reutiliza. Me entusiasmé mucho y arrancamos. Ahora no puedo creer cómo quedó mi casa”, dice esta mamá de cinco chicos, que se distribuían entre dos habitaciones de una casilla tambaleante de madera.

Vista de afuera, la de Vero es una casa como cualquier otra de un barrio común de Tucumán. Para construir este tipo de viviendas se siguen los pasos de toda construcción: se hacen cimientos, una platea o contrapiso y estructura antisísmica de hormigón armado.

“Revocada del todo, no hay manera de saber con qué está hecha”, dice ella, ahora confiada en su nueva vivienda. Y ya, aunque todavía sin techo la nueva construcción, siente que la cobija del frío. “Esto es un descampado, corre mucho viento y mi casa de madera está llena de agujeros. Nos entraba por todos lados el frío”, cuenta, y se emociona. También se entristece cuando confiesa que en su casilla siempre tuvo temor de que una bala pudiera atravesar las paredes y matar a uno de sus hijos. “Es una zona muy complicada, pero confío en que ejemplos como este ayuden a mejorar”, sostiene.

Ecovivienda en un asentamiento: nuevos sueños en tres toneladas de plástico

“Acá hay muchas necesidades de la gente y esto es una gran solución y muy económica. Los ladrillos son carísimos. Este tipo de construcción le puede mejorar la vida a mucha gente y se ahorra mucho en materiales”, festeja “Vero”.

Ahora falta techar y algunos otros detalles. En esa ampliación de su casa, Verónica armará otra habitación para acomodar a sus hijos y agrandará el comedor. Mientras tanto, al lado, sus vecinos ya están viendo la segunda o tercera fila de ladrillos hechos con botellas y material de descarte. Los nuevos sueños de los López ahora tienen lugar ahí, en esas cuatro toneladas de plástico.

Ecovivienda en un asentamiento: nuevos sueños en tres toneladas de plástico

La construcción de la ecovivienda contó con la asesoría de un arquitecto con conocimiento en la materia, Pablo Valladares.

"La primera de muchas"

Desde hace al menos una década que comenzó a hablarse de los ecoladrillos, una nueva -y sobre todo ingeniosa- manera de reutilizar residuos de plástico: los desechos de cualquier plástico se introducen y se compactan en una botella, también de plástico, hasta que esta queda rígida. Con el producto obtenido, que es el ecoladrillo, se puede hacer de todo: desde canteros hasta casas enteras. Pero de esa posibilidad a la concreción, hay un trecho bastante largo. “Yo lo vi en Curitiba, Brasil, hace varios años, pero eran solamente casas modelo. Nosotros queremos viviendas de este tipo habitadas”, promete el ahora concejal Alfredo Toscano, que en ese entonces era presidente de la comisión de Medioambiente de la Legislatura.

Ecovivienda en un asentamiento: nuevos sueños en tres toneladas de plástico

Por iniciativa suya, en el barrio Ampliación ATE construyeron un módulo habitacional de 18 m², para mejorar la casa de Verónica López. Según Toscano, es la número uno de tres construcciones que harán en ese barrio, para luego seguir en otros. “Queremos hacer 150 viviendas en los cuatro años de gestión”, anticipa.

“En una recorrida por Villa Amalia vi en una casa un nene que hacía ecoladrillos; tenía varios, pero sin usarlos, sólo los juntaba. Filmamos ahí nomás el proceso y comenzamos a hacerlos con militantes de nuestro espacio. Mucha gente colaboró, se sumó y donó los ladrillos, por eso pudimos hacer esta ampliación (en la casa de Vero) en dos meses”, contó. Las ventajas son muchas y conocidas. Pero también tiene sus contras. “Lleva mucho tiempo -explica Toscano- juntar y compactar todo ese plástico. En una familia tipo se puede hacer una botella por semana, es muy lento”.

Como una casa no se construye con envoltorios de turrones (aunque todo eso pueda ir a las botellas), el equipo de Toscano salió a recoger de las distribuidoras las fajas de plástico de los palets, para rellenar las botellas. “Hasta en un quiosco o en un súper de barrio chico se genera mucho plástico. Si logramos que la gente lo haga en su casa, en su negocio, que la Municipalidad y las organizaciones colaboren en la logística para buscar las botellas... Se puede hacer mucho y es un aporte enorme para el medioambiente”, se entusiasma el edil.

Se puede ayudar desde todos lados

- Para armar un ecoladrillo se colocan dentro de una botella de plástico todo tipo de plásticos, envoltorios, envases, bolsas, etcétera. Cuando se llena, comienza a compactarse con la ayuda de un palo, que puede ser un cucharón de madera. Se sigue llenando y compactando hasta que una persona pueda pararse encima y que el ladrillo no se mueva. Esa es la rigidez adecuada.

- Los ecoladrillos pueden ser hechos por cualquier persona en su casa. Después puede donarlos para que se usen en la construcción. De esa manera, se contribuye con el planeta y con las familias que los necesitan para construir.

- La construcción de las viviendas debe estar a cargo de profesionales de la construcción para garantizar la seguridad. Los ecoladrillos son pegados con una mezcla de arena, cemento y cal, como los ladrillos comunes.

- En una botella de 2,25 litros entran entre 800 gramos y 1 kilo de plástico.

- Para construir un módulo de 18 m2 se utilizan alrededor de 4.500 ecoladrillos de ese tamaño.

- En una construcción de esas dimensiones, se recuperan alrededor de 4 toneladas de plástico.

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