Análisis: “Todo pasa”,¿nada queda?

Análisis: “Todo pasa”,¿nada queda?

Mientras San Martín espera una respuesta, el presidente Alberto Fernández criticó a la AFA.

 COMO ANILLO AL DEDO. Claudio Tapia parece emular la frase que utilizó Julio Grondona. Calla y espera para que “todo pase” COMO ANILLO AL DEDO. Claudio Tapia parece emular la frase que utilizó Julio Grondona. Calla y espera para que “todo pase”

“Todo pasa”. La frase que utilizó Julio Grondona para construir su carrera dirigencial como máxima autoridad del fútbol argentino y una de las personas más influyente en la FIFA durante décadas parece caerle a los actuales dirigentes de la AFA como el anillo que él llevaba en su dedo con esas dos palabras tallada en su parte superior. En el conflicto con San Martín, la estrategia de Carlos Tapia y sus fieles allegados para ser dejar que el tiempo pase. Tal vez con eso consigan que finalmente nada quede del reclamo de los tucumanos que se prolonga en el tiempo y cuya respuesta es el silencio por parte de los responsables de tomar una decisión en el tema de los ascensos a Primera.

Desde la charla que mantuvieron Roberto Sagra y Pablo Toviggino pasó más de una semana y el silencio preocupa en La Ciudadela. ¿Se expedirá la AFA en lo inmediato? San Martín necesita una respuesta lo antes posible para saber donde está parado y así proteger al club tanto desde lo deportivo como desde lo institucional. Se transitan los últimos días del semestre y aún no aparece la salida que lleve tranquilidad al pueblo “santo”.

Mientras se dilata la historia, muchos se preguntan si es Toviggino el hombre indicado para conseguir una respuesta favorable para los tucumanos. Los antecedente juegan en contra del dirigente santiagueño que en los últimos años fue escalando posiciones en la estructura afista, entidad a la que llegó para defender y potenciar al fútbol del interior desde su cargo de presidente del Consejo Federal. Sin embargo, lejos estuvo de aportar soluciones. Las ligas, pese a que él fue presidente de la entidad madre del fútbol de su provincia, poco a poco fueron cediendo protagonismo. Los clubes tienen que hacer un esfuerzo enorme para sobrevivir sin que desde el Consejo Federal, entidad en la que estuvo al frente varios años, les otorguen ayuda.

El mejor ejemplo se lo puede buscar con lo sucedido desde que se desató la pandemia. La cuarentena obligó a parar las competencias y los clubes se quedaron sin la posibilidad de generar ingresos. La ayuda desde el ente rector fue mínima, casi nula.

Los dirigentes del interior siguen molestos porque a la hora de repartir el dinero de la ayuda otorgada por la AFA al Federal A, que en la estructura competitiva está a la altura de la Primera B Metropolitana, es inferior incluso a la que recibieron los clubes del a Primera C. Cada club de la B recibió 500.000 pesos, los de la C 200.000 y los del Federal 190.000. Los que compiten en el Regional Amateur no fueron contemplados a la hora del reparto.

El “mar de fondo” no es nuevo. Las quejas aparecieron cuando se resolvió aumentar de 25 a 32 los participantes en la nueva Primera Nacional. Esa vez les otorgaron cinco ascensos a la Primera B y solamente dos al Federal A. El trato diferencial es marcado. El crecimiento dirigencial de Toviggino fue en ascenso. Hoy es un hombre muy ligado a Tapia y ocupa un cargo clave en la AFA: es el tesorero. El interior deberá seguir esperando.

El ascenso, al poder

Tapia llegó al cargo que alguna vez ocupó Grondona gracias a la alianza y los acuerdos con los clubes de la B Metropolitana. ¿Cómo puede estar al frente de la AFA un ex presidente de Barracas Central? La respuesta a la pregunta que muchos se hacen se la puede encontrar en la serie “El Pre$idente”, que este fin de semana estrenó la plataforma Amazon. En esta primera temporada se cuenta la historia del dirigente chileno Sergio Jadue, quien quedó al mando de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP) luego de unos turbios arreglos y ocupó la vicepresidente de la Conmebol, después de conducir a un modesto club de su país: Deportes La Calera. “No hace falta representar a un club grande. Hay que tener el apoyo masivo de los clubes chicos porque a la hora de votar todos los votos valen uno”, es el consejo que recibe el dirigente chileno para impulsar su carrera. Ocupó puestos claves y ganó mucho dinero producto de acuerdos con empresarios hasta que estalló el FIFAgate y fue acusado de soborno y corrupción. Tras un arreglo con el FBI se instaló en Miami pero no puede desarrollar ninguna actividad vinculada al fútbol.

Tapia tiene la suma de votos del ascenso y para consolidar su figura busca estrechar filas con los clubes grandes. Así tomó decisiones que nadie entiende, entre ellas suspender los descensos y dejar a San Martín sin ascenso. Hasta Alberto Fernández se mostró en desacuerdo con los manejos de los dirigentes afistas. “Uno no entiende lo que están haciendo con el fútbol argentino. Los dirigentes tienen que sentarse y pensar como diseñar una organización que rinda frutos”, declaró el presidente.

El mensaje tiene una clara interpretación. Es necesario tomar decisiones que beneficien al colectivo de los clubes en general y no buscar beneficiar a los amigos cercanos, esos que posibilitaron acumular el poder suficiente para concretar proyectos personales. ¿Lo entenderán Tapia y sus socios? Ojalá que así sea, pero no es conveniente ser demasiado optimista.

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