Como Maradona, pero en el voley

Como Maradona, pero en el voley

Instituto de Previsión y Seguridad Social dejó huella en sus protagonistas.

RECUERDOS. Arriba, Marcelo Alcaraz se eleva en el ataque. Abajo, Marcos Milinkovic y Alcaraz bloquean. Ambas son de la semifinal ante Somisa. También, el plantel campeón del torneo local. RECUERDOS. Arriba, Marcelo Alcaraz se eleva en el ataque. Abajo, Marcos Milinkovic y Alcaraz bloquean. Ambas son de la semifinal ante Somisa. También, el plantel campeón del torneo local.

“Me sentía Maradona”, rememora Luis Árquez. La comparación es fuerte y sus razones son válidas para hacerla “Antes, pagaba para jugar al voley, venía de la escuela en la que había que pagar las camisetas, las pelotas y los técnicos no cobraban”, da detalles el monterizo sobre lo que significó formar parte del Instituto de Previsión y Seguridad Social que jugó en los torneos nacionales de voley entre los últimos años de la década del 80 y los primeros de la del 90. “Nos trataban muy bien, era como ser un profesional”, siguió recordando con nostalgia Árquez.

Si bien no tuvo muchos años de existencia, Instituto de Previsión y Seguridad Social dejó huellas en las vidas de sus protagonistas. “Me quedé a vivir en Tucumán por esa experiencia, así que imagináte”, le comentó a LG Deportiva, Pablo Barboza. Nacido en Buenos Aires, llegó a Tucumán por Eduardo Bellman, el jujeño que fue el primer entrenador del equipo y que lo había dirigido en la Selección Argentina Juvenil. “Siempre digo que me han formado mi familia y el estudio, pero el deporte tuvo una alta incidencia. Le doy gran rédito al deporte por la persona que soy y lo que he logrado en la vida”, afirmó el hombre de 54 años que en “El Jardín de la República” empezó su carrera de comerciante que desarrolla actualmente en su casa de repuestos.

Barboza fue uno de los pocos que trascendió el ciclo de Bellman y continuó con el proceso de Salvador Papa. Cuenta la historia que el jujeño nutrió a Instituto de Previsión y Seguridad Social con un plantel netamente bonaerense y el rendimiento no fue el esperado. Incluso hubo una derrota que marcó el ciclo inicial cuando Instituto de Previsión Social tuvo que enfrentar a Monteros Voley por el torneo local y perdió contra un plantel autóctono y, prácticamente, sin aporte económico alguno.

Entonces el cambio de rumbo lo encaró Papa, claro está, el tucumano le dio prioridad a los jugadores de bandera provincial y, como habían demostrado que podían hacerle frente a jugadores con una preparación superior, comenzó a trabajar con esos jugadores monterizos que habían conseguido el triunfo tan particular. “Dejé Agronomía por el voley”, dijo Papa. Es la respuesta que da cuando se le preguntó qué significó para él ser técnico de ese equipo. La respuesta que da -aclara él mismo- desde la cama porque “no está pasando por un buen momento de salud, pero ya voy a salir”, brinda la radiografía de su vínculo tan intenso con el deporte. “Me quitó la vida, pero bien”, afirmó con orgullo.

A Instituto de Previsión y Seguridad Social le tocó competir en los años de conflicto entre el voley del interior y el de Buenos Aires regido por la Federación Metropolitana. Las ligas nacionales eran dos: la de Confederación Argentina de Voley (CAV) y la de la Asociación del Voley Argentino (AVA). “Las dos eran muy competitivas. Nosotros estábamos en la de la CAV”, destacó Árquez.

En el torneo del año 1990, Instituto tuvo su mejor rendimiento a nivel nacional llegando a semifinales. La serie se jugó ante Somisa de San Nicolás y la perdió en el quinto juego, cuando había obtenido una ventaja de 2-0 en los partidos que jugó en Villa Luján, estadio en el que hacía de local.

Para encarar su ciclo Papa usó toda la gama de elecciones de jugadores. Era una de las características de su modo de dirigir. “El sabía elegir los jugadores, sabía hasta dónde podían rendir y les daba la confianza que necesitaban”, describió Árquez. En ese sentido, por ejemplo, sumó la juventud de Fernando Décima. “Para mí fue fantástico. A mis 18 años, hacía un año que jugaba en Monteros Voley y en tan poco tiempo llegué a jugar hasta una semifinal de un torneo nacional, era mucho”, dimensionó Décima. “Compartir el plantel con varios de los que empezamos en Monteros Voley. Estar con Uriarte que venía de jugar un Mundial ese año en Brasil. Tener toda esa experiencia dentro y fuera de la cancha fue importante”, reconoció el ex jugador y técnico que brinda otro dato particular. Papa, y como el sistema de competencia de aquel entonces no sólo permitía, sino que alentaba sumar refuerzos con los jugadores de equipos que quedaban eliminados, para la semifinal convocó a tres jugadores de selección. La experiencia de Jon Uriarte, tercero en el Mundial 1982 y bronce en Seúl 1988; los primeros años –que ya eran indicios de la calidad que iba a tener- de Marcos Milinkovic y la misma realidad con Juan Manuel Serramalera fueron los que se sumaron para enfrentar a Somisa.

“Marcos ya mostraba una potencia importante. A Juan Manuel lo conocía de la preselección nacional de menores. Sin lugar a dudas, fue una de las grandes experiencias en mi vida deportiva”, remarcó Décima. “Era un animal, nadie le quería saltar al bloqueo porque te dejaba los brazos muertos”, es el impacto que a Árquez le causó Milinkovic, considerado uno de los 25 mejores jugadores de la historia del voley mundial.

Para “Manolo” Árquez además de compartir con esos deportistas de renombre, el impacto vino por otro lado. “Que Salvador me convoque a los 35 años, cuando yo ya estaba en la bajada de mi carrera, fue muy estimulante. Empecé a entrenar, no sólo en los horarios del club, también solo. Llegué como suplente y terminé jugando”, recordó feliz Árquez que compartió equipo con su hermano. “Manolo” luego se dedicó a la dirección técnica, así que puede brindar una buena comparación del estilo de hace 30 años atrás. “El nivel colectivo que se ve hoy es superior, pero antes lo individual lo era. No había juego tan exquisito, vistoso o rápido, pero había calidad individual de los jugadores. No jugábamos bonito, sino que resolvíamos las situaciones en la red”, concluyó Árquez.

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