Artes visuales: el artista Christo transformó el paisaje

Intervenir el espacio público a como de lugar: en las aguas de un lago en Italia o en el desierto de Colorado; en los Emiratos Árabes y en Nueva York.

Christo fue el artista que envolvió al Reichstag alemán (sede del Parlamento) en Berlín en propileno plateado y el Pont-Neuf de París. En 2018 presentó en las aguas del Hyde Park de Londres una mastaba de 20 metros de altura, construida con 7.500 barriles de petróleo apilados.

Aunque el artista evitaba darle contenido político a sus trabajos, evidentemente lo tenían. El presidente del Parlamento, Wolfgang Schäuble, recordó el valor simbólico de convertir el edificio que ocupaban los legisladores germanos en una de sus obras. “Su arte agudizó nuestros sentidos. Con sus envolturas ocultaba con frecuencia lo usual y hacía visible así lo extraordinario”, escribió.

El búlgaro (nació el 13 de junio de 1935 en Gabrovo y su nombre completo era Christo Vladimiroff Javacheff) y su esposa Jeanne-Claude Denat de Guillebon trabajaron en el movimiento del “land art” a fines de los 60 y luego emprendieron las monumentales instalaciones. Algunas de esas obras eran visibles desde muchos kilómetros de distancia, como la “Cortina del Valle” en Colorado o los parasoles gigantes amarillos y azules en Japón y California.

Desde la década de 1990 hasta la muerte de ella en 2009 actuaron a dúo. Christo, de formación marxista, no aceptaba dinero de patrocinadores ni subsidios estatales. Solo pudo realizar su arte gratuito para millones de personas gracias al espíritu empresarial de su esposa. En 2005, rechazaron la oferta de un financista de U$S 50 millones para comprar las 7.500 puertas naranjas y las telas del Central Park. Se dice que Christo dijo en respuesta a la oferta: “No los vendería ni por U$S 100 millones”.

“Jeanne-Claude y yo hacemos estas cosas por nosotros mismos. Si a alguien le gusta, es solo un bono. Hacemos cosas que nos gustan visualmente. Podemos trabajar con muchas personas diferentes. Es una aventura y muy emocionante e insensata”, dijo alguna vez el artista del pelo crespo blanco. Juntos lucharon contra la resistencia opuesta a sus proyectos durante años y luego inspiraron a millones.

Superficies plásticas brillantes, edificios y paisajes, como si estuvieran envueltos en regalos o en paquetes de gran tamaño, son imágenes fascinantes de la obra de Christo que permanecerán en la memoria. Porque en definitiva era un arte hecho para desaparecer y el artista tenía conciencia de su condición efímera. El hecho de que casi ninguno de ellos pueda ser visto hoy en día solo aumenta su magnificencia.

La pandemia de coronavirus retrasó uno de los proyectos de arte público más esperados de Francia, y que de todos modos se concretará en 2021: la envoltura del Arco de Triunfo de París con 25.000 metros cuadrados de tela multicolor, cuyos primeros bocetos datan de hace 60 años. Había estado trabajando en los últimos tiempos “sin descanso” en su estu dio de Nueva York para esa idea, dijo a DPA en su última entrevista, a mediados de abril. Debería haber sido su “momento culminante del año”.

Siempre fue un juego de forma y color cuando el artista cubría una vez más un pedazo del mundo con sus láminas de plástico. Filósofos como Deleuze llamaron la atención sobre los pliegues de sus telas cuando analizó el barroco.