El Ojo Crítico: “Homecoming 2”

El Ojo Crítico: “Homecoming 2”

Nuevas claves de un thriller de alto vuelo.

NUEVA PROTAGONISTA. Janelle Monáe asume con éxito la compleja tarea de reemplazar a Julia Roberts. NUEVA PROTAGONISTA. Janelle Monáe asume con éxito la compleja tarea de reemplazar a Julia Roberts.

BUENA

SERIE / POR AMAZON PRIME VIDEO

Una mujer (Janelle Monáe) aparece en un bote en la mitad de un lago. Grita pidiendo ayuda y nada. No recuerda cómo llegó hasta allí y la única pista es un cartel que dice: “propiedad de Geist”. Este es el misterio con el que arranca la temporada 2 de “Homecoming”, el thriller de Amazon Prime Video basado en el podcast de Micah Bloomberg y Eli Horowitz.

Estrenada en 2018 con el gran atractivo del protagónico de Julia Roberts y la dirección de Sam Esmail (“Mr Robot”), la serie abordó la historia de un misterioso programa de rehabilitación psicológica de militares que sufren estrés post-traumático. Lo hizo a partir del caso de Walter Cruz (Stephan James), alternando pasado y presente. Heidi Bergman (Roberts), la terapeuta del programa, sufre problemas de memoria, y la narrativa apeló a distintos formatos de pantalla: el presente se muestra en 4:3 y el pasado en 16:9. En esta temporada vamos a ir descubriendo qué sucedió “después” de esos 10 episodios.

Cambian muchas cosas de la primera a la segunda temporada. Por empezar pasamos de explorar el sentimiento de culpa de Heidi a descubrir qué hay detrás, qué pasa con la empresa que está metida en todo este proceso. Roberts ya no es la protagonista, reemplazada por Monáe; los showrunners son los propios Bloomberg y Horowitz y se modificó el ritmo al que se desarrolla la serie. En la primera entrega la acción se presentaba de manera pausada, en cambio en la segunda todo estalla muy rápido.

Detrás del thriller que no deja de ser “Homecoming” existe una fuerte crítica a la inoperancia de las administraciones, la tiranía existente en las altas esferas y la ambición corporativa, que es el leit-motiv de esta temporada.

Cambiar la protagonista suponía grandes riesgos para la serie. Monaé entrega un trabajo potente y se convierte en un personaje al que no podemos dejar de mirar, como lo fue Roberts en 2018. En cuanto a la dirección, Kyle Patrick Alvarez se ajusta mucho al género y, a diferencia de Esmail, opta por la misma relación de aspecto, todo en 16:9, y la misma paleta de colores para mostrarnos el pasado y el presente. Las actuaciones son sólidas; en el caso de Hong Chau, su personaje adquiere otra profundidad con respecto a la primera entrega.

“Homecoming” es un buen plan de cuarentena. Tiene calidad audiovisual, las actuaciones son muy buenas y la trama enredada que se va descubriendo en la medida en la que avanzan los episodios (son siete) representan razones de peso para maratonerla.

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