Se tomaron muestras a 12 personas que estuvieron con el joven

Se tomaron muestras a 12 personas que estuvieron con el joven

“No sé donde se contagió mi hijo pero ya le sacaron el suero y está bien, igual que su primo que también viajaba con él”, dijo el padre.

27 Mayo 2020

“¿Se anima a entrar?”, pregunta a LA GACETA el padre del joven con covid-19. La casa del muchacho de 25 años que fue detectado positivo en La Rioja, está rodeada de un amplio jardín lleno de flores. El lugar se llama La Higuera porque esta especie crece silvestre regalando sus dulces frutos.

Sobre la mesa del living hay una fuente llena de frutas. “Me las trajo una vecina que nos ayuda haciéndonos las compras. Nosotros no salimos ni a la puerta, salvo para recibir la mercadería que nos traen. Lo hacemos así para tranquilidad de la gente que cree que estamos contagiados. Aunque aquí los vecinos son muy buenos y solidarios. En el almacén ya saben que vamos a ir a pagar cuando se nos cumplan los 14 días. Ya vamos por el noveno sin ningún síntoma, ni mi señora ni mis hijos ni ninguna persona que tuvo en contacto con mi hijo cuando vino el 16 y el 17”, aclara el hombre sin quitarse el barbijo. Los nombres se mantienen en reserva.

Si bien la gente es buena con ellos, dice que se siente dolido por algunas cosas que leyó en las redes sociales. “No sé donde se contagió mi hijo. Pero por suerte él está bien. Ya le sacaron el suero y quizás lo manden a un hotel donde está su primo, que lo acompañaba en el camión. Ellos transportan gaseosas. Al primo el test le dio negativo. A mi hijo quizás porque tiene asma desde chico se le disparo la enfermedad. Pero los dos están bien”, dice.

Sin embargo cuenta que le dolió mucho saber cómo fue tratado su hijo mientras esperaba el resultado del test: “en el hospital de Chilecito las enfermeras no lo querían atender. Le daban la comida sin cubiertos y el té sin cucharita. Por suerte en La Rioja fue otro trato mucho mejor”.

Muchos contactos

El joven es de La Higuera, pero por su trabajo alquila un departamento en San Miguel de Tucumán junto a su novia. Ella también está en aislamiento, dicen los padres del joven. Cuando fue a visitar a su familia, tuvo contacto con muchas personas: tres amigos con quienes ese fin de semana fue a andar en bicicleta, los tíos y primos. En total unas 12 personas a las que ayer les tomaron muestras para realizar el test.

De todos modos, pensar en la cantidad de gente con la que estuvo esos días es casi imposible de calcular: “las personas del edificio donde vive con su novia, y todos los lugares por donde anduvo el 18 y el 19, Santiago del Estero, Frías, antes de eso Acheral, todo por su trabajo ya que él es chofer de camión para una empresa que presta servicio en una embotelladora”, explica.

“¿Qué me parecen las medidas que están tomando desde la comuna? Bueno, es lo que tendrían que haber hecho desde un principio. Por aquí anduvieron unos enduristas y después la policía los andaba buscando. Pero creo que él no vino contagiado, sino que se contagió después, cuando se fue de acá”, insiste el hombre de 50 años.

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