Las ferias del sur abrieron a media máquina

Las ferias del sur abrieron a media máquina

Sólo pudieron vender sus productos los puesteros locales dedicados a los alimentos; los espacios de Concepción y Alberdi fueron los más concurridos.

Sin el brillo tradicional. Sin el brillo tradicional. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

En un marco de riguroso control del protocolo sanitario establecido para la ocasión, las ferias francas del interior tucumano reiniciaron sus actividades parcialmente. Tanto para vendedores como para clientes, en todos los puestos fueron obligatorios el alcohol en gel y el barbijo, y todos debieron respetar también el distanciamiento de 1,5 metro entre una persona y otra.

Además, las autoridades exigieron espacio entre los productos exhibidos y el comprador, y estuvieron prohibidos  los aglutinamientos en los caminos.  En los sitios de expendio, está prohibido que atiendan más de dos personas, y solo fueron habilitados los puesteros locales y dedicados a la venta de alimentos. No se les permitió ingresar a las personas foráneas.

Feria por feria

Las ferias de Concepción y Alberdi fueron las que se pusieron en marcha con mayor convocatoria. También fueron las que exhibieron un  mejor despliegue en el  control de esta primera experiencia piloto de flexibilización paulatina del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

La  tradicional feria de Simoca, en cambio,  estuvo lejos de recuperar el brillo que tuvo antes del inicio de la cuarentena, a pesar de las expectativas que generó su reapertura. Apenas estuvieron habilitados unos 15 puestos dedicados a las ventas de especias, productos caseros y dulces. No hubo ningún puesto de frutas, verduras ni embutidos. Su funcionamiento permaneció así casi inadvertido, solo con una cuantos vecinos que llegaron a ver las ofertas.

Curiosamente, la feria pareció estar trasladada a la avenida Alem, que corre paralela al predio ferroviario, porque en la vereda de esa arteria se instalaron  algunos vendedores de chacinados, frutas y verduras. La zona se transformó en una romería sin recaudos sanitarios. De hecho, el intendente de Simoca, Marcelo Herrera, se mostró ofuscado por el incumplimiento en varios comercios de la ciudad de los protocolos de salud establecidos para evitar la propagación de la covid-19.

“Hay gente que permanece reacia a respetar las normas de prevención sanitaria y comerciantes que no contribuyen a hacer cumplir el distanciamiento social ni otras disposiciones. Ya les advertimos sobre ésta situación y si persisten en esa conducta, en esta semana le vamos a clausurar sus negocios”, advirtió.  Y al referirse particularmente a la feria, dijo: “iniciamos una etapa de reapertura comercial que, al haber surgido con una autorización de última hora, no alcanzó a llegar a conocimiento de muchos puesteros. Pero aquí hay una luz de esperanza para la recuperación de este mercado que representa una importante herramienta para la economía de la zona”.

También observó que si no hubo verduleros ni fruteros fue porque en el departamento no hay de esos productores. “La mayoría que venían aquí eran de Lules o Famaillá. De ahí que aspiro a convenios con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) a fin de promover la producción local de distintas verduras y frutas. También apunto a  incorporar la producción avícola que en este momento proviene de Entre Ríos”, comentó el jefe comunal.

Los asistentes también dieron su opinión sobre la reapertura de la feria. “Aquí hace falta que se abra totalmente este lugar que le da vida a la ciudad. Hoy comenzó a funcionar, pero nadie se da cuenta de que hay puestos adentro. Los que están en la vereda se instalaron ahí con el inicio de la cuarentena y se quedaron sin moverse. Ahora parece una mini-feria”, opinó doña Isabel Romano. “Nos indigna que haya vendedores a los que se les permita vender en la avenida cuando deberían estar aquí. La ley debe ser pareja para todos”, se quejó la vendedora de dulces María Antoni.

Particularidades

La feria de Concepción tuvo la particularidad de disponer de un portal sanitizante para desinfectar a los concurrentes. Fue ubicado en uno de los accesos al predio comercial. También estuvieron desplegados varios empleados municipales encargados de evitar las aglomeraciones de personas y hacer cumplir otras normas sanitarias.

“Este es un proceso de flexibilización que se está desarrollando sin inconvenientes por el acompañamiento de la gente. La cuestión es evitar el retroceso y avanzar a la reapertura de otras actividades. Ya elevamos al Comité Operativo de Emergencia (COE) el protocolo sanitario  para el rubro  de bares. Y en los próximos días lo haremos para las deportivas”, informó el intendente Roberto Sánchez durante su recorrido por el predio ferial. Los vecinos celebraron la reapertura, que contribuye, según advirtieron, a ofrecer a la comunidad un espacio de venta con productos a precios más accesibles.

En la feria de Alberdi, entretanto, la novedad fue la instrumentación del uso de termómetros digitales en el control de las personas que accedieron a la feria. “Esta primera etapa de rehabilitación fue positiva. La gente colaboró con las medidas de prevención. En los casos en que algunas personas llegaban sin barbijos, nosotros nos  encargamos de proveerles”, dijo Sandra Figueroa, intendenta de esa ciudad. Por su parte, el ministro del Interior, Miguel Acevedo, fue el encargado de supervisar ayer la reapertura de las ferias francas y de informar sobre su desarrollo al COE.

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