En Tucumán los docentes van a evaluar, pero no pondrán nota

Cómo evaluar conocimientos y aprendizajes en tiempos tan extraordinarios como los que vivimos era la pregunta del millón. Alumnos que todavía no conocen a su maestra. Que la vieron en una foto por WhatsApp que ella les compartió. Estudiantes que debutaban en primer grado o en jardín de infantes o que se preparaban para su último año de secundaria. Familias sin conectividad. Todos ellos se preguntaban cómo sería una evaluación escolar y si cabe esa posibilidad en estas circunstancias.

El Ministerio de Educación de la Nación, en el concierto de ministros reunidos en el Consejo Federal, resolvió que sí es posible. Pero que será de carácter “formativo y que tendrá por propósito retroalimentar el proceso de aprendizaje”. Lograr que el alumno sienta una devolución por parte del docente. Quizás lo que más tranquilizó a los padres es que no habrá una calificación numérica de los desempeños escolares. Pero esto inquietó a docentes y a padres de las zonas más empobrecidas. Por eso ATEP dijo que “no es momento de evaluar ya que no hay igualdad de oportunidades” (se informa por separado.

LA GACETA consultó a la subsecretaria de Educación, Patricia Fernández, sobre los “Lineamientos generales para evaluar en tiempos de aislamiento social, preventivo y obligatorio” que se conoció ayer.

- Si pudiera hace un resumen de las 14 páginas de la resolución, qué diría usted que es lo más importante?

- Estos días particulares que vivimos en el país a raíz del aislamiento social preventivo y obligatorio se hacen imprescindible el acompañamiento a los estudiantes y el seguimiento de sus trayectorias. Para sostener el proceso de aprendizaje necesitamos conocer sus modos de aprender y los saberes que van construyendo en tiempos en los cuales tanto la enseñanza como el aprendizaje transitan de modo diferente a los habituales. Ambos se desarrollan en condiciones complejas y diversas, determinadas por el acceso a la conectividad, la disponibilidad de soportes digitales, las realidades de vida y los entornos familiares.

- ¿En qué consiste la evaluación que se plantea?

- La evaluación es parte del proceso de enseñanza y también es una oportunidad para aprender. El sentido fundamental de la evaluación es recoger información sobre el estado de los saberes de los alumnos para luego tomar decisiones que permitan orientar las estrategias de enseñanza. Sin embargo, el escenario excepcional en el que vivimos demanda que la evaluación no sea la tradicional. Es preciso repensarla. No alcanza con adherir a la idea de evaluación formativa, sino que debemos reinventarla

- ¿Qué caracteriza a la evaluación tal como la piensan?

- Se evalúan procesos.

- Los dispositivos y estrategias no pueden ser únicos.

- Los criterios para valorar los progresos de los alumnos deben ser claros.

- Los instrumentos deben ser diversos; resignificar los habituales con otros nuevos, creativos, pero igualmente válidos y confiables.

- Retroalimentación con criterios claros. Devolución de las tareas y actividades que realizan los estudiantes. Se sugiere que el proceso de devolución tienda fundamentalmente a visibilizar los logros, la puesta en práctica de diversas capacidades y posibilite la mejora de aquello que requiere ciertos ajustes.

- Estrategias para el seguimiento de los estudiantes acordadas institucionalmente.

La idea es poner en diálogo las actividades de enseñanza llevadas a cabo y las producciones de los estudiantes, en al menos dos sentidos diferenciados: uno a lo largo del proceso y relacionado con el seguimiento; y otro, ligado a la valoración.

- ¿Qué respuesta tiene para los docentes y alumnos con problemas de conectividad o que no cuenta con dispositivos?

Si bien hay alumnos que tiene problemas de conectividad, podemos afirmar que la mayoría de ellos están en contacto con sus docentes. La conectividad es un obstáculo, pero en la provincia no solo se implementan acciones o propuestas educativas virtuales. Muchos docentes y equipos de conducción institucionales elaboran materiales y recursos didácticos para sus alumnos, que se acercan a las familias en diferentes soportes físicos. Además, se cuenta con los Cuadernos Para Seguir estudiando, elaborados por especialistas del Ministerio de Educación de Nación.

La otra cara

A Mirna Díaz, docente de Mancopa, no le molestan las evaluaciones. “El problema es que se hacen normas sin tener en cuenta a la gente del interior que no puede acceder a aulas virtuales ni a conectividad. Todos los docentes trabajamos con computadoras viejas y los chicos viven en familias donde hay a veces un solo celular. Eso no lo ven. Hay docentes que se gastan todo el sueldo en cargas de datos para el celular y eso, tampoco lo ven”, dice dolida.

Un criterio federal

Se realizará una encuesta nacional

La reunión del Consejo Federal de Educación realizado ayer en modo virtual entre todos los ministros de Educación del país, del que participó Juan Pablo Lichtmajer, por Tucumán, determinó que se realizará una evaluación de carácter formativo. Además se convino avanzar en una encuesta a nivel nacional a directivos, docentes y familias para evaluar la respuesta del sistema educativo argentino en el marco de la continuidad pedagógica. Este estudio permitirá tomar decisiones informadas sobre los procesos de enseñanza aprendizaje y el regreso a las aulas. En la reunión se estableció por unanimidad la consolidación de un criterio federal que contemple las heterogeneidades del territorio nacional en relación a la evaluación de los procesos de aprendizaje y enseñanza en el contexto de la pandemia: no habrá calificaciones numéricas. La evaluación de los alumnos y alumnas en este período se centrará en el acompañamiento, seguimiento, registro y devolución a familias y estudiantes del proceso que está teniendo lugar. El propósito  es orientar mejor los procesos de enseñanza aprendizaje.

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