EL BESO. Este trabajo de Joan Fontcuberta está en una plaza en Barcelona.
Durante esta semana comenzó a pre-producirse una de las grandes obras que dará testimonio de este tiempo. Miles de lectores ya están enviado sus fotografías a un ingenioso manipulador de imágenes que vino a contarnos que la fotografía no era objetiva, que formaba parte de la ficción y que vivimos el mundo de la post fotografía.
Joan Fontcuberta encaró su proyecto titulado “Miradas desde el confinamiento”, que se alimentará de esas imágenes que desde este lunes le envían sus lectores en respuesta a una pregunta “¿Qué has hecho durante el confinamiento?”. Se estima que estará integrado por más de 100.000 fotos.
La propuesta es similar a la que recientemente hizo en conmemoración del Tricentenario de 1714. En una plaza instaló “El mundo nace en cada beso”, un mural mosaico que representa un gran beso y está formado por 4.000 fotografías que les enviaron sus seguidores. Ahora, y a modo de homenaje a la solidaridad colectiva por la covid-19, el artista comenzó un nuevo fotomontaje que refleje la experiencia colectiva del confinamiento.
La creación de este trabajo está impulsado por el Festival Cruïlla (Barcelona). “Vale todo: la idea es poder compartir, desde aquellos ratos en los que estamos preocupados hasta aquellos pequeños momentos de creatividad doméstica”, dice Fontcuberta. El objetivo es crear un mural monumental que quede en el futuro como homenaje de esta gran experiencia de solidaridad colectiva. Los que deseen participar deben subir sus fotos a la página miradesdesdelconfinament.cat.
“Me interesa de qué manera impactan en la conciencia del espectador, le sacuden, le agitan, le hacen entender que las fotografías más allá de lo que puedan representar son interpretaciones, no necesariamente un reflejo fidedigno, son formas de ver absolutamente subjetivas”, afirma el teórico que revolucionó la foto. Además de frases provocadoras como “la saturación de imágenes tiende a provocar ceguera”; “la foto debe morir para renacer”; y “el buen fotógrafo es el que miente bien la verdad”.
Fontcuberta lleva más de 45 años cuestionando los límites entre lo verosímil, lo veraz y lo posible, y es una referencia internacional. Entre sus obras, que lo acercaron a la ficción, se encuentra su serie “Sirenas” (realizada en 2000), en la que se inventó el descubrimiento de unos fósiles de una especie desconocida de homínidos acuáticos parecidos a las sirenas de los cuentos; mientras que en “Constelaciones” (de 1993), se mostraba a sí mismo como un astrónomo amateur interesado en la fotografía.
Polución visual
En sus reflexiones, sostiene que la saturación icónica actual lleva a la paradoja de que las imágenes ya no se limitan a representar la realidad sino que se convierten en realidad misma. “Hoy vivimos en la imagen, y en esa situación es responsabilidad del artista no incrementar la polución visual, sino justamente contribuir a una pedagogía de la supervivencia en la imagen. Ante el exceso de imágenes debemos identificar más que nunca cuáles son las que faltan; y, hay que tener presente que no todas tienen el mismo valor”, añade.
El envío de fotografías para el proyecto se puede realizar hasta el martes 19.








