El mismo fútbol de siempre, pero distinto

El mismo fútbol de siempre, pero distinto

¿Partidos más cortos, más cambios en los equipos y gritos de gol en soledad, entre muchas otras novedades? Todo es posible.

El mismo fútbol de siempre, pero distinto

Que quede claro. El fútbol que viene en el mundo no cambiará lo tradicional: partidos de 11 contra 11, goles, táctica, gambetas, pelotazos, faltas, atajadas, tarjetas rojas y amarillas, penales, tiros libres, córners, caños y un largo etcétera. Pero, aun así, será distinto. Bastante. 

Aunque hay lugares donde nunca se dejó de jugar durante las últimas semanas -lo que generó polémica y hasta morbo-, lo que en realidad atrae son los que tienen las ligas más populares. La de Alemania lo es y volverá el sábado 16 de mayo. Para que ello ocurra, el país viene haciendo desde hace semanas lo que debía hacerse. Y aunque lamentó víctimas y tiene todavía activa la pandemia, lo actuado en tiempo y forma para reducir sus efectos le dio una posición de privilegio para volver.

El mismo fútbol de siempre, pero distinto

¿De qué hablamos? En Alemania todo se programa minuciosamente. De hecho, las autoridades de la Bundesliga realizaron más de 1.700 pruebas de covid-19. Y eso sólo en la primera ronda de exámenes médicos, sanitarios y de higiene. Sin eso, nada de lo que sucederá desde el sábado 16 hubiera sido posible. Los estudios eran la base para un posible retorno, y a ellos se sometieron jugadores, cuerpos técnicos y otros miembros de los clubes. Lo lograron. Pero hay una advertencia: si la pandemia empeora o la capacidad de hacer tests no es la que existe al presente, la liga dejaría de hacerlos y se volvería a paralizar. Lo mismo podría ocurrir si un jugador da positivo durante la competición.

Será un retorno con previsible ausencia de público en las tribunas, con partidos a los que sólo ingresará la cantidad de personas que marca el protocolo sanitario (se dice que 280, 70 de ellas fuera del estadio, y 100 adentro de la cancha). Y con medidas -antes, durante y después de las gambetas, las atajadas y los posibles goles-, para todos los involucrados en el juego.

El mismo fútbol de siempre, pero distinto

He aquí donde se instalan más cambios. Habrá controles previos a cada partido, incluyendo la toma de temperatura. Los jugadores tendrán prohibidos los apretones de manos y las fotos de grupos. Además, los suplentes estarán separados por un asiento en el banco. Es más que probable que en las próximas horas se sumen más medidas de prevención.

En Inglaterra también se dio un paso adelante en este sentido. Quizás el más llamativo tenga que ver con que los principales equipos hicieron un pedido de mascarillas diseñadas especialmente para realizar actividades deportivas. Se trata de las N95, que permiten filtrar por lo menos un 95% de partículas que podrían ser nocivas. En la Argentina se consiguen en mercados en red y su precio está en torno a los $2.000. Por el momento, están limitados en su comercialización exclusivamente para aquellos que acrediten mediante documentación fehaciente su condición de profesional o personal del servicio de la salud.

El elemento en cuestión posee una manga interna de neoprene lavable y un formato ergonómico que permite realizar movimientos sin que se caiga. También tiene una válvula de aire con seis niveles regulables.

El uso del N95 ya recibió críticas entre los futbolistas ingleses. Glen Murray, delantero de Brighton, es uno de ellos. “Tenemos que ver a la Premier League como la marca global que es -sostuvo-. La razón por la que es tan grande es por la calidad del juego de los jugadores que están en ella. Obstaculizarnos con ciertas cosas como las máscaras faciales va a ser desagradable, nada natural”.

El mismo fútbol de siempre, pero distinto

Al menos hasta que se encuentra una vacuna contra la covid-19, cualquiera de las medidas mencionadas, y otras que están en estudio (ver aparte) serán lo normal en los partidos. Mucho habrá que transitar para que los protagonistas se acostumbren. El fútbol es un deporte de contacto por naturaleza. Los forcejeos por la pelota, las marcas cerradas (que muchas veces implican golpes y caídas), los roces en distintas circunstancias, hasta la formación de una barrera, marcan algunos de los puntos grises a tomar en cuenta en oposición a las medidas que se piensan instrumentar.

Charles Dickens, escritor y novelista inglés, dijo alguna vez: “el hombre es un animal de costumbres”. Qué mejor momento para aplicar su pensamiento cuando del retorno del más popular de los deportes se trata.

El laboratorio de las ideas

Todavía hay cosas que deben ser propuestas por la FIFA en cuanto al retorno del fútbol para hacerlas masivas. Y cada una de ellas debe ser refrendada por la International Football Association Board, que es el organismo encargado de las reglas. La decisión final será de los organizadores de cada competencia, pero la entidad madre del fútbol mundial va intentando rearmar toda la estructura de cara a lo que serán las competencias tras el paso de la pandemia de covid-19.

Por lo pronto, en algunas ligas, como las de Islas Feroe y de Corea del Sur, ya impusieron ciertos cambios.

Aquí, un resumen de lo que puede entrar en vigencia:

- FIFA autorizó a que durante lo que resta de 2020 los equipos puedan realizar cinco modificaciones (más el arquero) por partido, en lugar de las tres habituales. Esto ayudaría a lidiar con una potencial seguidilla de partidos cuando se ordene el retorno pleno de la actividad.

- En Inglaterra surgió una idea: la posibilidad de que haya partidos que no tengan forzosamente dos tiempos de 45 minutos.

- Los jugadores y cuerpos técnicos no compartirán vestuarios. Los que jueguen y los que dirijan se cambiarán en la concentración, antes y después del partido.

- El traslado a la cancha de los planteles se hará bajo las condiciones de distanciamiento social. Si son necesarios dos ómnibus por delegación, se llevará a cabo de esa manera.

- Jugadores llegarán a los estadios con guantes y los tirarán recién antes de ingresar al campo de juego.

- Guantes y mascarillas pueden llegar a ser opcionales durante los partidos. Lo segundo está bajo una polémica y no cuenta con la simpatía de cuerpos médicos y de jugadores, por impracticable. En algunos sitios, las autoridades de salud hablan de una mascarilla que no se desplace durante las carreras, los remates de cabeza y las disputas por la pelota. Además, en ese sentido se dice que deberían ser reemplazadas cada 15 minutos.

- Las botellas para hidratarse deberán ser individualizadas para cada integrante. Nadie podrá compartir vasos ni boquillas con otro jugador.

- El que no juega debe permanecer con tapabocas.

- Las entrevistas se harán con distanciamiento.

- Si hay goles, se gritarán en soledad, y si alguien no respeta esa medida, el árbitro podrá sancionar al infractor, como cuando alguno se sube a la cerca olímpica a festejar o se saca la camiseta.

- Escupir en el campo de juego será pasible de una sanción por parte del árbitro. También lo será secarse la nariz.

- Los jugadores no podrán hablar entre ellos al oído durante los partidos, como suele hacerse, por ejemplo, previo a un tiro libre.

- Para atenuar el efecto de no poder ir a la cancha, en Dinamarca surgió una idea: autos estacionados delante de pantallas gigantes retransmitiendo el partido que se juega en un estadio adyacente. Como si fuera un autocine. El plus: habría micrófonos que registrarán los gritos de los fanáticos ante situaciones del juego. Y ese sonido se proyectará al campo de juego para que haya “sensación de presencia”.

“Nada será igual una vez que pase esta pandemia”, anticipan especialistas. Y así parece, por lo menos, en el deporte más popular en el que el contexto será totalmente diferente cuando la pelota vuelva a rodar.



Comentarios