En la pandemia los mayores no deben ser vistos como víctimas

En la pandemia los mayores no deben ser vistos como víctimas

Una médica gerontóloga recomienda que los adultos mayores tengan una actitud positiva, una rutina y que se sientan útiles para ayudar.

PROTAGONISTAS. El ejercicio físico sirve como “remedio” ante el hastío. PROTAGONISTAS. El ejercicio físico sirve como “remedio” ante el hastío.

“En medio de esta crisis los viejos somos quienes debemos dar esperanza, no es la primera que nos toca atravesar. Somos la memoria, podemos reconvertirnos en esta pandemia y mostrar valor. Las crisis pasan y dejan lecciones, tenemos que ser la voz que las cuente y demuestre que podemos recuperarnos”, reflexiona la doctora Aurora Rueda, directora de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Tucumán.

La especialista recomienda que las personas mayores, y todas en general, se concentren en la salud física, psíquica, espiritual y social. “Esto se consigue con una disciplina diaria que conserve una rutina. Hay que levantarse, cambiarse (no quedarse en pijama) y hacer una hora de actividad física con movimientos focalizados para conservar la movilidad -explica-. Esta organización va ser nuestro medicamento”.

Rueda insiste además en que las personas mayores en este momento tienen las mismas obligaciones que toda la sociedad, y que bajo ningún punto deben ser vistas como víctimas.

“Los mayores tenemos que autoconfirmarnos y demostrarnos que somos necesarios en la sociedad y que podemos ayudar. En esta crisis comprobamos que tenemos mucha capacidad de desarrollo al aprender nuevas formas de comunicarnos. El viejo o la vieja también puede ayudar en la tarea de los chicos”, agrega.

Mesura con las noticias

En cuanto a la recepción de noticias en las personas mayores, la doctora recomienda que sean tomadas sólo como un acompañamiento para no estar desactualizados. “No nos hace bien que estén todo el día insistiendo en que somos los más débiles. Eso no nos resguarda, nos produce miedo y ansiedad”, señala Rueda. Su recomendación es tener higiene mental y alejarse de la “noticia trágica”.

“Antes de la covid-19 todos estaban aterrados por el robo; pasamos de una inseguridad social a una sanitaria. Si tenemos equilibrio mental podemos acompañar a los demás. En cambio, si tengo miedo por mí, soy un sujeto que no puede ayudar. Tenemos que resistir porque somos útiles en este momento. Necesitamos al otro, pero el otro también nos necesita a nosotros, los viejos”, finaliza la especialista.

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