Verónica Pérez Luna: “se viene el teatro conceptual en las redes”

Verónica Pérez Luna: “se viene el teatro conceptual en las redes”

La pandemia frustró su proyecto de ocupar el espacio público. El arte, indispensable. El cuerpo y su desmaterialización en Manojo de Calles

DE ENTRECASA. “Estoy desconcertada, pero convencida de que sin espectador no puede haber teatro”.  DE ENTRECASA. “Estoy desconcertada, pero convencida de que sin espectador no puede haber teatro”.

La pandemia está cambiando todo el arte y los espectáculos: el teatro es parte de uno y de otro pero, además de entretenimiento, es una reflexión, entre tragedias, dramas y comedias. Es la acción, es poner el cuerpo.

“No sé si podría adaptarme al teatro a distancia pero sí creo que a partir de esta situación extraordinaria muchos artistas empezarán a indagar cómo lo están haciendo para encontrar formas de expresarse en las redes sociales -reflexiona Verónica Pérez Luna-. Creo que se viene el teatro conceptual en las redes sociales”.

La teatrista, junto con su hermana Sandra, fundó el grupo Manojo de Calles en los 90, estudió expresiones orientales, y siempre defendió el teatro sin red ni contenciones. Dramaturga, directora, actriz, gestora cultural, es una de las referentes del teatro independiente. Y sin hacer concesiones: en 2018 el Museo de la UNT la nombró directora, pero renunció a las pocas semanas cuando advirtió su desacuerdo con ciertas políticas oficiales de esa área.

“Estamos ante una crisis sin precedentes porque podríamos estar ante la desaparición del espacio concreto físico de interrelaciones proscénicas con los otros, y esto sería posible porque ya hace tiempo que nos venimos virtualizando, desmaterializando nuestro cuerpo y nuestras relaciones con los demás”, piensa.

Aconseja que se vea o vuelvan a ver las obras “Fiesta 5” y “¿...? ¿qué será?”: “pero en vivo y en directo para recordar ‘rememorar’ cómo era el teatro de ‘acción profunda’ como nos calificaba el maestro Juan Tríbulo al teatro de mi grupo de pertenencia, Manojo de Calles. No es por ego, o quizás también por ello. Estoy desconcertada sobre el futuro. Mi cuerpo, de alguna manera, siente que este silencio y esta pausa era necesaria y urgente a nivel personal y a nivel social. Sin espectador no hay teatro y si bien me resisto desde lo más profundo de mi ser a ver convertido el teatro del futuro en una experiencia virtual de ‘tecnovivio’, al mismo tiempo pienso si ya no estábamos condenados a eso de alguna manera”, admite Pérez Luna.

La docente cuenta que trata de no deprimirse, ante la imposibilidad de poder ver a su hija (vive en España), y a sus nietos; en estos momentos la música y la filosofía son sus aliados.

- La situación cortó proyectos.

- Claro, al haber perdido la sala Fuera de Foco hace algunas semanas, estaba planteado volver al espacio público con la obra “Fuga”, pero ahora tenemos que ver qué será ese espacio público y cómo serán las nuevas relaciones humanas. Creo que a algunos nos puede venir bien esta pausa para volver a pensar qué es lo esencial para cada uno de nosotros en el teatro, pero en estos momentos no sabés qué va a pasar con tu propia vida o la de tus seres queridos si se enferman. Y pienso que, como yo, está la clase media en sus casas aisladas pero con cierta comodidad que otros no tienen; y hablo también de colegas que viven al día de su trabajo que ahora ‘no tienen’ y que en realidad son muchos porque el teatro se precarizó desde siempre (o sos bufón de la Corte y tenés un sueldito o sos artista independiente y pobre). Pienso que la gente toda está preocupada y que el arte en estos instantes se vuelve frágil por la subsistencia de los artistas pero indispensable para vivir en medio de esta locura.

- ¿Qué tanto te puede determinar las redes sociales?

- Observaba, desde hace algún tiempo, que el teatro sucedía más en las redes que poniendo el cuerpo. La creación de la obra en las redes es tan importante como la función para la construcción de la mirada del espectador que a veces nunca va al teatro, pero está enterado de lo que pasa. Y también de actores y actrices que ya no les interesaba demasiado el teatro en sí mismo, sino como un medio para aparecer en las redes sociales. La actuación en internet viene de hace tiempo y de diferentes formas (yo misma muchas veces he tenido más público en una acción virtual que en la sala). No he llegado a extrañar la función en sí misma, sino todo el ritual ¿Ese teatro habrá muerto? Se viene el teatro conceptual a través de las redes sociales.

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