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A las 9.30 ingresó al Juzgado Civil y Comercial Común N°4 de esta ciudad el primer escrito de la era del expediente digital. La presentación electrónica lleva la firma del abogado Javier Albano. Más o menos a la misma hora, el letrado Pedro Argañaraz hizo lo propio en el Juzgado Civil y Comercial Común N°6. Sin saberlo y con un clic, Albano y Argañaraz dieron el golpe de gracia a siglos de dependencia del papel en la administración de justicia de la provincia. Se trata de un cambio histórico en sí mismo, y por la coyuntura de aislamiento obligatorio y de asueto extraordinario en el que aquel aconteció. A la novedad de la digitalización se sumó, como consecuencia de la pandemia, la circunstancia de que los jueces José Dantur (N°4) y Jesús Abel Lafuente (N°6), y sus equipos trabajaron desde sus respectivos hogares.
Aunque hubo nervios, ajetreo, y escaso volumen de peticiones y planteos por el funcionamiento acotado de los Tribunales, el salto tecnológico acaeció sin contratiempos significativos, según explicaron Lafuente y Dantur. Ambos destacaron los preparativos técnicos y las capacitaciones llevados adelante por la Corte Suprema de Justicia de Tucumán para llegar en condiciones a este 27 de abril. Progresivamente y en función de los resultados obtenidos en los primeros dos juzgados, el expediente digital será activado en las restantes unidades. El año pasado, la Corte calculaba que el programa de “despapelización” podría ser completado hacia septiembre.
“Estábamos listos, pero no sabíamos cuánto”, comentó Lafuente, quien repitió que lo emocionaba formar parte de la inauguración del expediente digital puesto que él había empezado a ejercer la abogacía con una máquina de escribir. “No había ni siquiera celular y mirá dónde estamos”, subrayó. A renglón seguido, agradeció a la presidenta Claudia Sbdar y al vocal Daniel Leiva por estar “presentes” ayer mediante llamados telefónicos de aliento.
La ley provincial que habilita el uso del expediente digital fue sancionada hace 10 años. En ese plazo, el Poder Judicial desarrolló un software propio, lo que, además de abaratar costos, le permite ajustar el sistema informático a las necesidades institucionales particulares. Cuando el proceso de implementación concluya, la Justicia será el primer poder del Estado de tucumano “libre” del yugo de los papeles.
El expediente digital tornará innecesarias una serie de tareas que hoy insumen mucho tiempo y recursos. Dantur imagina que esos empleados podrán ocuparse de controlar la calidad de la gestión. “Ya no quedan dudas sobre las virtudes de la tecnología. El coronavirus se encargó de disiparlas”, opinó. Y pronosticó: “esto que acaba de empezar, con el tiempo, va a modernizar el universo entero de los Tribunales”.
