Un día clave para el rumbo del rugby

Un día clave para el rumbo del rugby

Hoy se realizará la votación que definirá si Pichot accede a la presidencia de World Rugby.

Un día clave para el rumbo del rugby

Cabe preguntarse, aunque más no sea por mera curiosidad, hasta qué punto influyó este escenario de crisis mundial provocado por un virus imparable en la decisión de Agustín Pichot de presentarse a una contienda de la que parecía haberse bajado hasta hace poco. La pandemia ha resquebrajado los cimientos del deporte a nivel global, y el ex capitán de Los Pumas puede haber visto en esa emergencia la ventana de oportunidad para iniciar la revolución que desde hace tiempo pretende y en la que su ex compañero y ahora rival, Bill Beaumont, lo dejó solo.

Que lo logre o no se decidirá hoy en la elección de autoridades de World Rugby, en la que el todavía vicepresidente Pichot intentará convertirse en el nuevo chairman, en reemplazo de su otrora aliado, quien pretende un nuevo mandato, esta vez acompañado por el francés Bernard Laporte. Si bien la elección se llevará a cabo hoy de manera virtual y secreta, los resultados serán revelados recién el 12 de mayo. Esa era la fecha en la que originalmente estaba prevista la elección, pero fueron adelantadas más de dos semanas a causa de la pandemia, algo que Pichot entiende como una maniobra del oficialismo para restarle tiempo de campaña. Desde que anunciara su candidatura, hace dos semanas, el ex Puma se mostró muy activo en sus redes sociales y concediendo entrevistas en diversos idiomas, en busca de difundir sus ideales y propuestas para un rugby más inclusivo y de ganancias más repartidas, a contramano de la concentración de poder económico y de decisión en las potencias europeas. “Quiero un rugby que sea más justo. Que los ingresos se incluyan mejor y que se invierta coherentemente para con las oportunidades en diferentes países”, sintetizó Pichot en una entrevista con Scrum 5.

Aunque en Argentina su figura despierta amores y odios (esto último sobre todo entre los defensores del espíritu amateur, que lo acusan de manejar la UAR a su antojo), a lo largo del camino fue cosechando muestras de respaldo en todo el Hemisferio Sur, que lo apoya, y también algunos votos de confianza en el Hemisferio Norte, territorio de Beaumont-Laporte. “Está listo para tomar decisiones difíciles, pero que no van en detrimento de los torneos más importantes”, opinó Gary Gold, head coach del seleccionado estadounidense. Precisamente, el voto de EE.UU. puede llegar a ser determinante ante la paridad que arrojan los sondeos. En estas semanas, tanto Pichot como Beaumont han movido sus fichas para captar votos entre países de segundo orden, que son los que pueden torcer la balanza hacia un lado o hacia el otro.

La intención de voto de las potencias está bastante claro: las de Europa apoyan al inglés y las del Sur a “AP9”. Cada uno de esos países cuenta con tres votos, mientras que Japón cuenta con dos y los demás países emergentes (EE.UU., Canadá, Rumania, Fiji, Uruguay, Georgia y Samoa) con uno cada uno, para un total de 51. Beaumont ha adoptado un discurso más abierto y progresista en busca de ganar consenso entre los países menos desarrollados, a los que les ha prometido mayores oportunidades. Pichot, por su parte, quiere tomar el timón para reformular las viejas estructuras y concretar su visión de un rugby global, que no sirva sólo a los intereses de las potencias, sino que brinde mayores oportunidades para todos.

Elección

La votación se hará por correo electrónico a través de una empresa auditora. Se necesita sólo mayoría simple: el número mínimo que asegura el triunfo es 26 votos. En caso de empate, define Beaumont.

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