Básquet: el encierro por el coronavirus mengua la preparación física

Muchos creen que la preparación física más o menos consiste en trotar alrededor de un rectángulo y cumplir con una rutina de ejercicios en un gimnasio cada tanto. Pero se trata de algo mucho más sofisticado. Al punto que no sólo una persona en desarrollo no realiza la misma preparación física que en un profesional, sino que también el contenido de esta se diferencia según las distintas disciplinas en las que se trabaje.

“En las primeras etapas no hacemos preparación física, sino formación. Primero se aprende a entrenar, para luego poder hacerlo de manera correcta; y finalmente se entrena para competir”, explicó Rodrigo Borda, maestrando en Rendiment Esportiu: Tecnificació i Alt Nivell, en la Universidad de Barcelona (España), y coautor de libros específicos sobre preparación física en las formativas del básquet. “Se puede direccionar esa formación hacia patrones generales básicos del básquet; pero se recomienda que la formación física sea generalizada”, añadió.

Abel Acosta, preparador físico de todas las selecciones de básquet de Tucumán, coincidió con Borda sobre la importancia de que el niño reciba una adecuada formación en su etapa inicial como jugador de básquet. “Resulta fundamental que los clubes cuenten con preparadores físicos capacitados. Antes no se hablaba de preparación física en formativas, pero hoy los niños no poseen las características motrices de las décadas pasadas, cuando dedicaban gran parte del tiempo a jugar al aire libre. Mediante ese juego desarrollaban las capacidades motrices básicas: correr, saltar, trepar, lanzar. La tecnología lo volvió cada vez más sedentario”, indicó.

Claro que con el correr del tiempo se da un progreso. “En minibásquet es recomendable la educación física y deportiva general. En formativas la especificidad debería ir aumentando, siempre y cuando la base motriz del chico sea buena. A medida que va entrando en el profesionalismo, cuanto más específica sea la preparación física mejor serán los resultados”, dijo Nicolás Raimondo, preparador físico de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, uno de los líderes de la Liga Nacional de Básquet.

En el actual contexto de encierro, por supuesto que las tareas se complican. “Un deportista de alto nivel precisa múltiples y variados estímulos, casi diarios. Es muy difícil que durante la cuarentena pueda mejorar. En algunos casos podrá mantenerse; pero la tendencia será hacia la pérdida”, lamentó Borda.

De todos modos, el aislamiento es una realidad; y los equipos que estaban en competencia algo deben hacer. “La cuarentena rompió el proceso normal de entrenamiento, y debimos adaptar las actividades de los jugadores en función de los recursos básicos que tienen en sus casas. Por WhatsApp los asistimos en las necesidades que plantean”, dijo Marco Kacharoski, preparador físico de Tucumán Básquet, equipo que compite en el Torneo Federal.

Especificidad

El básquet no exige de su jugador lo mismo que otros deportes. “La preparación física específica tiene que ver con los movimientos, con los gestos y con los trabajos propios de cada deporte. Debemos tener en cuenta el sistema energético que se manifiesta, según los estímulos en los partidos. De ahí se va viendo lo más específico; y a eso se suma lo que busca el DT: que el equipo sea fuerte en la pintura, que sea rápido, resistente, que defienda mucho, o que contraataque”, explicó Acosta.

En camino que se recorre en ese proceso, según contó Kacharoski, va de lo macro hacia lo micro. “Para afrontar la preparación de un equipo de básquet uno siempre se basa sobre un proceso sistemático para mejorar el rendimiento. Eso implica trabajar desde los aspectos generales a los específicos. En los primeros, los volúmenes de cargas son grandes; luego nos enfocamos en los trabajos más funcionales al deporte”, dijo.

A criterio del dirigente de la Federación de Básquet de la Provincia de Tucumán Martín Ayusa, tan específica es la preparación física en el básquet que en un futuro de corto o de mediano plazo se impone la necesidad de generar espacios de capacitación permanente. “En algún momento se deberá crear la Escuela Nacional de Preparadores Físicos, certificados. Se hace indispensable, porque el básquet evolucionó tanto que hoy todos los que juegan son atletas; y sin preparación física no se puede hacer nada”, afirmó.