Tiempo de aislamiento: cuando la cuarentena sirve como excusa para tener sexo

Tiempo de aislamiento: cuando la cuarentena sirve como excusa para tener sexo

En las apps de citas la pandemia se toma como “chamuyo”. Sitios pornográficos hicieron gratuitos sus videos premium.

El contagio masivo del covid-19 y sus riesgos son temas de agenda serios. Y -como todas las cosas que portan esa etiqueta- la enfermedad no está exenta de los memes y la desinformación. Los comentarios superfluos aparecen en las redes sociales, los medios de comunicación y (véase las vueltas de la vida) en las plataformas de citas.

El asunto comenzó el miércoles, cuando Karen (23 años, estudiante de Odontología) abrió Tinder y halló una prometedora biografía sobre la pandemia. “Busco una compañera para pasar la cuarentena, y enseñarle al mundo que el aislamiento no vive en el corazón”. La frase venía de Tomás (25 años, bartender de barrio Norte) y, aunque parecía una solicitud del alma, la conversación posterior hizo que Karen huyera a resguardo.

Acá la secuencia: “Tremendo lo del corona, ¿no?”. “Vivo con alcohol en gel y desinfectándome las manos. Me da miedo por mi familia”. “Si, igual hay otras formas de prevenir”. “¿Cómo qué?”. “El sexo aumenta las defensas del organismo. Te hace más resistente, chequeado...”.

Para bien o para mal, las referencias a la situación de salud actual se convirtieron en un tema frecuente entre los usuarios de las apps de amor/sexo. Tal es así que OKCupid (gigante estadounidense del dating) detectó un aumento del 262% en las menciones que tenía el virus en los perfiles. El tema se usa para romper el hielo e involucra chats del tipo: “ella dijo que solo me daría bola en un Apocalipsis. ¿Qué hago? ¿Le escribo?” o “Soy la cura que tanto buscás para las noches de (tos y) soledad”.

A medida que los amantes disputan su ética y matchs en el nuevo contexto mundial, los especialistas ven una mutación en las interacciones. “Las plataformas románticas empezaron a usarse para combatir el aburrimiento o preservar el contacto social. Las personas conversan, seducen y se acabó. El temor al contagio y la inseguridad de acostarse con alguien que podría infectarnos hizo que las relaciones casuales disminuyan”, explica la sexóloga Constanza Escalante.

El recordatorio de gravedad aparece al iniciar sesión en Badoo, Happn o algoritmos afines. “Tinder es genial para conocer gente nueva. Queremos que te sigas divirtiendo como hasta ahora, pero protegerte del coronavirus es más importante”, narra una ventana emergente con remitos a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Entre las prácticas el sexting y llamadas subidas de tono explotan en WhatsApp. Hay que imaginar la cantidad de parejas que viven la cuarentena en casas diferentes”, agrega la especialista.

El clic precoz

La ecuación matemática ya es conocida: tiempo de ocio + disminución del estrés = horas libres para llenar con autoerotismo y sexo. En búsqueda de inspiración, los datos que arroja Google refieren al aumento en el consumo de material sexual.

Hace una semana el servicio de streaming para adultos Pornhub publicó un informe que evidencia un aumento del 8% en el tráfico de contenido. En la misma línea, desde el 25 de enero la web registró 6,8 millones de búsquedas con la palabra “coronavirus” o “covid”.

El desconcierto abruma: ¿qué relación hay entre una página porno y la patología? Los videos van desde escenas con mascarillas industriales a médicos que examinan pacientes patógenos y encuentros hot en espacios públicos mientras los protagonistas tosen.

El golpe de gracia fue dado a principio de mes. Con el propósito de “colaborar” en la reclusión obligatoria de millones de usuarios, la empresa liberó todos sus videos pagos (hasta el 3 de abril) en el radar de Italia, Francia y España. Sumado a que donará una parte de sus ingresos por webcam (actrices y actores que cumplen peticiones a cambio de aportes económicos).

Rollos de papel higiénico, conservas y multimedia para disfrutar de las horas dentro de cuatro paredes. “Es bastante lamentable porque la cuarentena puede ser una chance de reencontrarnos. De evaluar nuestras emociones y proyectar a futuro; sea solos o acompañados -reflexiona Constanza-. Estas actitudes y el aumento de visitas a videos sexistas, denigrantes y negativamente educativos lleva a un onanismo superfluo. Arruina la espiritualidad, temple y reflexiones que podrías estar haciendo sin reproducir cuerpos estereotipados”.

Esta nota es de acceso libre.
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