Dengue y sarampión, preocupaciones cercanas

Mientras el mundo se mantiene pendiente del recorrido que el coronavirus efectúa fronteras adentro y afuera de China, el sistema sanitario nacional permanece alerta a partir de los casos de dengue y de sarampión que vienen registrándose. En todas las situaciones es imperativo actuar con celeridad, brindando información precisa a la población, sin generar miedo ni falsas alarmas. Son momentos en los que deben primar el profesionalismo y la transparencia, indispensables tratándose de la salud y de la calidad de vida de los argentinos.

Desde 1998 no se registraba una muerte por sarampión en el país. Sucedió en la Provincia de Buenos Aires. La noticia no deja de ser de alto impacto, aún tratándose de una víctima que presentaba altísimos factores de riesgo: se trata de una mujer de 50 años que se había sometido a un tratamiento de quimioterapia, estaba inmunocomprometida y tenía contraindicada la vacuna. “Un caso fatal es algo que puede pasar -explicó Carla Vizzotti, de la Secretaría de Acceso a la Salud de la Nación-. El brote de sarampión no se ha podido controlar todavía, aunque contamos con vacunas extras para combatirlo. Pasa que es una enfermedad muy subestimada”.

Justamente sobre la importancia de la vacunación hizo hincapié Rogelio Cali, a cargo del área de Epidemiología del Siprosa. Indicó que el 95% de la población está protegida contra el virus en Tucumán e instó a quienes todavía no se inmunizaron a que concurran a CAPS u hospitales para aplicarse la dosis. “Estamos preparados para afrontar un brote severo de sarampión”, subrayó Cali.

“Por suerte el movimiento ‘antivacunas’ no incide de ninguna forma en la provincia”, aportó Aída Torres, directora del Centro de Estudios Infectológicos y Vacunación. Este -el de los “antivacunas”- es uno de los temas que más preocupan a los especialistas. Entre las principales causas que explican el avance del sarampión, por ejemplo en Europa, aparece la prédica de quienes rechazan las vacunas. No es el caso de Tucumán, aunque la necesidad de insistir con las campañas es fundamental.

En lo que refiere al dengue también murió un paciente infectado en la provincia de Buenos Aires. Se trata de un hombre de 73 años y, al igual que la víctima del sarampión, presentaba varios factores de riesgo. En lo que va del año se registraron 336 casos en el país (114 autóctonos y 222 de quienes habían viajado a países limítrofes). Hasta aquí, el área de contagio por la que se registra la acción del mosquito Aedes aegypti, el principal vector de dengue, comprende Misiones, el conurbano bonaerense, Jujuy y Misiones. La recomendación, renovada cada año y potenciada durante el verano, apunta a eliminar el caldo en el que se cultivan los mosquitos: el agua de lluvia acumulada en todo tipo de lugares.

Es entendible la inquietud que genera la propagación del coronavirus. Hasta ayer se contabilizaban alrededor de 75.000 casos y 2.118 muertes en China continental. Además hubo cuatro fallecidos en Irán, uno en Corea del Sur, dos en Hong Kong, tres en Japón, y uno en Filipinas y Francia. Fuera de China se confirmaron casos en otros 29 países, la mayoría de ciudadanos chinos en tránsito. Las cifras siempre impactan, aunque es clave ponerlas en contexto para explicarlas. El coronavirus preocupa, mientras el sarampión y el dengue nos acechan desde más cerca por estos días.

Creemos que la calidad de la información es imprescindible en todos los planos, pero más tratándose de un área tan sensible como la salud. Sin confianza en la eficacia del sistema sanitario no hay esfuerzo para la prevención que valga.