Acalorados

Todo lo que podía salir mal en este verano, salió mal. Los primeros meses del año parecen transcurrir con saldo mayormente negativo para el Gobierno provincial. Las principales banderas que había levantado la gestión de Juan Manzur durante su primer período, como el equilibrio financiero y la buena relación con los gremios, están tambaleando en este inicio del segundo.

Históricamente, la estación no suele ser tranquila para los gobiernos locales y esta no está siendo la excepción. Las inundaciones, la cuestión salarial y los infortunios políticos plantean un escenario complicado.

Sobre las inundaciones ya queda poco para escribir. O demasiado y este espacio quedaría corto. Los cruces entre la Nación y la Provincia durante la gestión anterior por la falta o no de obras clave son por estos días anecdóticos. Hay vecinos del Este y del Sur que otra vez quedaron bajo el agua. Al margen de la atención que el Estado les brindó en la emergencia, es claro que faltan las soluciones de fondo.

Los salarios de los estatales comprenden, por otro lado, el capítulo que más desvela al Poder Ejecutivo. Sobre todo, las consecuencias de la suspensión de la última cuota de la cláusula gatillo y la dificultad para reunir los fondos para cubrir la planilla salarial de los más de 110.000 empleados públicos. A esto se suman el inicio de las discusiones salariales para este año y la puja por incluir cláusula.

Hasta los gremios más cercanos al manzurismo están en aprietos. Las bases comenzaron a presionar para que los reclamos se endurezcan. Inclusive, fue curioso ver al secretario general de ATSA, Reneé Ramírez, al frente de una manifestación en la puerta de la Casa de Gobierno y con amenaza de paro por tiempo indeterminado incluida. Curioso porque Ramìrez es uno de los legisladores más identificados con el oficialismo provincial. El gremio, uno de los más fuertes de la sanidad, presentó un petitorio encabezado por el reclamo por el pago “inminente” de la cláusula.

Además, los tiempos apremian y el comienzo del calendario escolar se acerca. Si bien está previsto que el ciclo se inicie el lunes 2 de marzo, hay sindicatos que lo ponen en duda. Desde los ministerios de Educación nacional y provincial, sin embargo, son optimistas.

Situación complicada

Mientras, la ministra de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse, lleva adelante las negociaciones más difíciles. La funcionaria fue clara: la situación está complicada en el escenario local, pero también en el nacional. Subraya permanentemente las recomposiciones que hubo en años anteriores, indiscutiblemente beneficiosas.

Lo que no termina de quedar claro, en relación a la cláusula, es si está suspendida o eliminada. Cuando varios miembros de la gestión hablan de suspensión, Juan Manzur dijo que “no hay más”, que no existe. Al ser consultado en una conferencia de prensa por el periodista José Romero Silva acerca de si se pagaría lo que restaba, el mandatario afirmó que se está conversando y que analizarán opciones. Pero remarcó que en el país ya no se aplicará y ponderó las mejoras que implicó mientras estuvo vigente.

Textualmente, el decreto que dispuso que no se pagara el último ajuste (Nº1/1 del 6 de enero) ordena suspender la revisión prevista para diciembre de 2019. En rigor, la palabra implica que se trata de un aplazamiento, es decir, temporal. Para los miembros de la gestión consultados también es confuso. La única certeza es que este año no será incluida en las paritarias.

Micrófono abierto

El episodio del micrófono abierto en el Consejo de Seguridad que dejó expuesta una conversación privada entre Manzur y la ministra nacional, Sabina Frederic, es inédito. Impensado para sus colaboradores y asesores. El gobernador es sumamente cuidadoso de su imagen y de sus modos en general, no se le conocen exabruptos ni declaraciones políticamente incorrectas. Salvo quizás en campaña, hasta las críticas a la oposición fueron medidas.

No es la primera vez, de todas maneras, que Tucumán es noticia nacional por motivos políticos. Sucedió con el uso del avión oficial para que dirigentes bonaerenses participaran de un acto proselitista y con los violentos incidentes en la plaza Independencia durante el cierre de campaña en apoyo a la fórmula presidencial.

Volviendo al episodio más reciente, Manzur, rápido de reflejos, echó mano al tradicional “me sacaron de contexto”. Además, viajó inmediatamente a Buenos Aires para reunirse con el Presidente, Alberto Fernández.

En esta enumeración que pinta un escenario complejo para el Gobierno, la Tarjeta Alimentar es una buena noticia para 70.000 familias. Más allá de los cuestionamientos a este tipo de ayuda, es un alivio real para quienes podrán llevar a la mesa familiar leche y carne, dos de los productos cuyos precios están por las nubes. El funcionamiento del sistema y la coordinación con la Nación marchan impecables. El acto de lanzamiento también transcurrió sin inconvenientes. Este programa descuenta al saldo negativo de este verano. Si bien todo lo que podía salir mal, salió mal, el Ejecutivo espera poder balancear las cargas en lo que resta de febrero.

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