En La Ciudadela, cuarteto de barrio

En La Ciudadela, cuarteto de barrio

En un gran momento profesional con su banda, Walter Salinas no se olvida de sus inicios. Vive un momento de ensueño siendo parte del presente “santo”.

SUEÑO CUMPLIDO. Walter muestra orgulloso la camiseta encuadrada que recibió. foto de belén olivera SUEÑO CUMPLIDO. Walter muestra orgulloso la camiseta encuadrada que recibió. foto de belén olivera
29 Enero 2020

Que lo pasas mal cuando no me tienes / que cuentas los minutos que te quedan para verme

Esta es la letra de una de las tantas canciones que canta Walter Salinas, uno de los cuarteteros de mejor actualidad en Argentina. Y esos versos pueden resumir parte de la historia que el cantante tiene con San Martín. “A la cancha iba desde Alderetes; a veces, caminando. Si nadie me podía pagar el boleto no quedaba otra. Cuando llegaba, empezaba a dar vueltas pidiendo $ 1 o $ 2, para comprar la entrada”, cuenta el cantante y no se avergüenza por ello. Al contrario, está orgulloso y su voz es tan serena, que suena como aliviada. “Yo soy una persona que viene de abajo, la música para mí es Dios, me enseñó a leer y escribir. Hoy valoro algunas cosas que antes dejaba de lado” agrega.

El camino no fue sencillo. Cuando viaja, en sus recuerdos parece revivir el paso, una y otra vez. “Yo gracias a la música, pude cumplir un sueño: ser alguien en la vida. Siempre le prometí a mi mamá que algún día podría darle las comodidades que nunca tuvimos en casa. Eso para mí es un orgullo y todo se lo debo a la música”.

SUEÑO CUMPLIDO. Walter muestra orgulloso la camiseta encuadrada que recibió. foto de belén olivera SUEÑO CUMPLIDO. Walter muestra orgulloso la camiseta encuadrada que recibió. foto de belén olivera

Antes de tomar un micrófono, Walter probó suerte en su otra pasión: el fútbol. “Jugué en Atlético Concepción hasta la Quinta división, con el “Bebé” (Guillermo) Acosta íbamos en una playera a entrenar. Me acuerdo que nos citaban a las 13, 13.30. En verano nos moríamos”. recuerda.

Aunque forjó una gran amistad con Acosta, Walter no negocia los colores. “Yo no sé si podría ir a cantar a una concentración de Atlético, ni aunque me invite el ‘Bebé’”, aclara. Y demuestra no ser de esos fanáticos enceguecidos y negadores. “Me alegra que Atlético clasifique a las copas, que un tucumano trascienda en el mundo para mí es importante, no importa la raza ni el color de la camiseta. Yo quiero que los tucumanos siempre lleguen lejos”, admite, al tiempo que, con total naturalidad, cuenta que su hijo es fanático de Atlético.

Antes de que me quede sin corazón / voy a decirte todo lo que me pasa / Te quiero a cada instante, lo sabe Dios / aunque quererte tanto también me mata

La estrofa corresponde a la canción Uno por uno. En la versión de Walter Salinas, el plantel la adoptó como su himno. Y casi sin esperarlo, el cantante se infiltró en el día a día de los jugadores.

Desde su aparición, entre otras vías, las redes sociales cumplen la función de acercar a las personas y de crear vínculos afectivos. De esa manera llegó Salinas al plantel de San Martín. El intermediario fue Lucas Diarte. “Me gusta mucho su música. Una vez por Instagram le mandé un mensaje y comenzamos a charlar. Concentro con ‘NachoArce; le hice escuchar las canciones, y le gustaron. Entonces, en nuestra habitación siempre sonaba su música”, cuenta Lucas. De ese modo comenzó la “epidemia” cuartetera en el plantel “santo”.

Un día, los jugadores convocaron a Walter a una concentración. Y él no llegó solo. “Llevé un pianista, una guitarra criolla, un acordeonista y a mi hermano, que toca el bongó”, recuerda Walter, acerca de lo que ocurrió ese día. “Terminó con Mauro Bellone tomando la posta y cantando codo a codo conmigo. Fue el único que se la bancó y agarró el micrófono. Cantaba y bailaba; un personaje. Se ve que tiene alma de artista”. Según agrega, el volante canta como juega. Pero los compañeros de Bellone no están de acuerdo con esto. “Es un caradura. Debe pensar que canta bien; yo no llegué a tanto y eso que soy payaso”, dice Arce, entre risas. Y admite que sólo se animó a bailar.

“La mejor medicina para curar las cicatrices / Y suelo mirar contigo la luna / Ver cómo la luz realza tu hermosura / No existirá en la tierra belleza como la tuya...”

PARA EL RECUERDO. Abel Luciatti, Lucas González, Ignacio Arce, Walter Salinas, Luciano Pons y Lucas Diarte, posan para la cámara en las instalaciones del hotel. PARA EL RECUERDO. Abel Luciatti, Lucas González, Ignacio Arce, Walter Salinas, Luciano Pons y Lucas Diarte, posan para la cámara en las instalaciones del hotel.

“Que ahora pase esto es un honor muy grande para mí. Esto es la gloria. El momento que está pasando San Martín, además,es muy bueno. Que los chicos me digan que yo soy parte es tremendo”, celebra Walter.

Y el plantel pareciera sentir por el cantante el mismo afecto que este siente por el “Santo”. “En Mendoza vivimos un lindo desahogo. Cerramos un ciclo muy bueno, un partido que queríamos ganar sí o sí por ser el último. Terminamos con la canción de él en el vestuario y con un festejo muy bueno para el grupo”, dice el arquero Arce.

Por las declaraciones de los futbolistas y allegados pareciera ser que Walter es uno más en el vestuario. El cantante, en cada declaración, demuestra estar agradecido. “Yo soy una persona que viene de abajo y creo que con la banda merecemos dar a conocer lo nuestro porque estamos en un buen momento. Que desde afuera vean nuestro talento y lo valoren es lindo”.

“Es buscarte sin saber / y sentir escalofríos / en el alma y en la piel / si te dijera lo que no se ve...”

La letra de esta canción podría describir lo que sienten miles de hinchas cuando piensan en La Ciudadela desbordada de pasión para ver al equipo de sus amores. Es también lo que sienten y cantan los jugadores cuando llegan al estadio. “Cada vez que subimos al colectivo en la ida o en la vuelta, escuchamos muchas canciones de Walter. El torneo pasado fue así, ‘Hormiga’ (el chofer) ya lo sabe, es casi como una cábala” asegura Mauro Bellone, lo que para Walter es un honor. “A mí la música me sacó de la calle, me enseñó a ganar, pero también a perder. De cada uno de los tropezones que tuve en la vida, la música me levantó siempre. Sin música no se podría vivir, recordar, ser feliz, llorar ni bailar. Que el plantel del cual soy hincha use mis temas de cábala, para mí es un orgullo enorme”, confiesa Salinas.

Sergio Gómez conoce bien cómo es el camino. La peleó desde muy abajo y por eso valora lo conseguido hasta ahora por Walter: “es un chico que refleja la humildad que nosotros buscamos como cuerpo técnico y como equipo. Salió de abajo, la está peleando y le está yendo bien, pero recorrió un camino duro para poder tener este presente”, dice el técnico de San Martín, que sabe muy bien de lo que habla.

En la última noche en Perico, en la pretemporada de este año, por redes sociales, los jugadores se dejaron ver cantando canciones en el karaoke. Claro, no faltó Uno por uno, el tema cábala del equipo.

Walter parece ser uno más en el plantel y ya tiene promesa en caso de que el equipo logre su objetivo.
“A los jugadores ya les prometí, que si logramos el objetivo, vamos a cantar con la banda en La Ciudadela” anticipó. Ahora espera que el plantel cumpla con su parte.

“Con la música nosotros a veces hacemos sonreír a alguien, que por ahí la está pasando mal. El placer de saber que logramos eso es impagable”, cierra Salinas, que espera pronto, con sus temas, deleitar a los hinchas “santos” en La Ciudadela.

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